Elabora tu Plan B
En las corrientes imprevisibles del crecimiento profesional, los planes alternativos son tu ancla. Son estratégicos, no pesimistas. Piensa en ellos como un GPS profesional que recalcula tu ruta cuando se cierra una carretera, no como una señal de que estás perdido. Se trata de estar preparado, no asustado.
Imagina esto: el trabajo de tus sueños se escapa debido a una congelación de la contratación en el último minuto. O un ascenso se desvanece en el aire porque la empresa atraviesa una mala racha. No es un fracaso, son negocios. Estar preparado significa que tienes un plan para el futuro, no sólo esperanzas. Es tener un mapa cuando falla el GPS.
- Los planes alternativos son proactivos, no derrotistas.
- Prepárate para pivotar sin pausa.
- La seguridad reside en la estrategia, no sólo en el éxito.
Define tus «Deal-Breakers
Conoce de antemano lo que debes tener y lo que no puedes aceptar.
¿Qué es innegociable para ti en tu carrera? ¿Lugar, salario, sector? Éstas son las piedras angulares de tu carrera, los elementos inamovibles que guían tus decisiones en los buenos tiempos y te amortiguan en los malos. Son la brújula de tu carrera, que te asegura navegar en la dirección correcta, haga el tiempo que haga.
Considera qué es fundamental para ti. Tal vez sea permanecer en tu ciudad, o no bajar de un umbral salarial. No son sólo preferencias, son los pilares de tu vida profesional. Cuando las cosas se tuerzan, estos «rompe tratos» serán tu estrella polar, que te guiará con claridad hacia tu próxima oportunidad.
- Los no negociables son tus constantes profesionales.
- Tus problemas dirigen tus decisiones.
- Utilízalos para sortear los contratiempos profesionales con confianza.
Detecta los obstáculos a tiempo
Identifica los posibles obstáculos antes de que aparezcan.
Los contratiempos profesionales ocurren. Si te sorprende un contratiempo, ¿cuál es el plan? Visualiza los obstáculos con antelación. No se trata de temer la caída; se trata de saber que hay una red. Hazlo una vez, hazlo bien, y luego sigue adelante con confianza.
Por ejemplo, superas la entrevista, negocias la oferta, pero el trabajo desaparece antes del primer día. O estás pensando en un ascenso, pero de repente no te lo ofrecen. Detecta pronto estos posibles escollos. Reconócelos, planifícalos y no te sorprenderás si ocurren.
- Prever los escollos para evitar la parálisis.
- Un plan para el peor de los casos es un plan para la tranquilidad.
- Visualiza los retos para saltar sobre ellos.
Sopesa tus opciones
Traza ya tus pasos de acción.
¿Te enfrentas a un obstáculo? Haz una lluvia de ideas ahora, no cuando estés en el ajo. Escribe tu plan de acción. Puede ser algo tan sencillo como unas viñetas, pero ponlo por escrito. En el fragor del momento, tus estrategias frías y serenas te servirán de guía.
Supongamos que te has mudado de ciudad por un trabajo que fracasa. Un plan alternativo podría ser consultar a un abogado o ponerte en contacto con personas que hayan estado en tu lugar. Alinea esto con tus no negociables y mantenlo como tu plan de acción.
- Documenta tus estrategias por adelantado.
- Un plan escrito es un plan claro.
- Prioriza las acciones que se alineen con tus no negociables.
Asegura tu estrategia
Archiva tu plan para cuando más lo necesites.
Una vez que hayas elaborado tu plan de contingencia, guárdalo. Si te retiran la oferta, tu siguiente paso podría ser reconectar con antiguos jefes o ponerte en contacto con reclutadores. Guarda este plan de juego donde sea fácil de encontrar y recuerda que está ahí para modificarlo cuando sea necesario.
Tu estrategia documentada es tu calma en la tormenta profesional. Es la voz de tu pasado guiándote a través de las aguas turbulentas. Guárdala donde puedas actualizarla fácilmente: tu yo futuro te lo agradecerá.
- Tu plan alternativo es un documento vivo.
- Mantenlo accesible y adaptable.
- Es tu claridad en el caos, tu hoja de ruta en la rutina.
Haz del Autocuidado tu piedra angular
El autocuidado no es una ocurrencia tardía; forma parte del plan.
¿Estás atravesando turbulencias profesionales? No descuides tu bienestar. Prioriza el descanso, el ejercicio y la salud mental. No se trata sólo de mantenerse a flote; se trata de estar en buena forma para nadar hasta la siguiente orilla.
Si un ascenso no sale bien, no pasa nada por sentir el aguijón. Pero entonces, da prioridad a tu salud para mantener vivas tus aspiraciones profesionales. Dormir y hacer ejercicio no sólo son buenos para tu cuerpo; son tu armadura mental en la jungla laboral.
- El autocuidado es una pieza fundamental de tu estrategia profesional.
- Tu bienestar es la base de tu recuperación.
- Mantente sano para ser ágil en tu carrera profesional.
Ejemplo de plan de recuperación: Aspirar a un ascenso
En el peor de los casos: Tu ascenso no es posible.
No negociable
Plan Fallback: Aspirar a un ascenso
Si tu oferta de ascenso fracasa, éste podría ser tu Plan B:
Conseguir un puesto de vicepresidente en el plazo de un año.
Obstáculos potenciales que hay que superar:
Luchar contra la tristeza y la frustración.
Conseguir que los superiores te digan claramente a qué atenerte.
Movimientos estratégicos a realizar:
Concierta una charla con tu jefe para hablar de lo que significa el éxito y de dónde necesitas mejorar tus habilidades.
Traza un itinerario de seis meses para mejorar tus habilidades.
Establece redes horizontales; pide a colegas de distintas ramas que te presenten a gente que haya ascendido recientemente.