Hay una multitud de rutinas eficaces que se perdieron con el repentino cambio al trabajo remoto durante la pandemia. A medida que muchos trabajadores se preparan para la vuelta a las oficinas, tienen que recuperar las rutinas que han perdido y gestionar bien su tiempo.

Estas son algunas medidas recomendadas para reducir la inquietud. Muchas cosas cambiaron el año pasado. Imagínese su jornada laboral y los detalles logísticos, desde cuando se despierta hasta lo que come, empaca y viste. Póngalo en papel y compruebe sus suposiciones. Eche un vistazo a las rutinas que ha seguido durante la pandemia (ejercicio y tareas) e identifique dónde deberían estar en su nueva agenda. Consolide toda esta información en un solo lugar. Por último, piense en cualquier logística más amplia que necesite liquidar antes de volver al trabajo, como renovar los pases de estacionamiento, planificar su ruta de transporte y preparar las comidas.

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Tras el éxodo masivo del país de los cubículos en 2020, millones de personas regresarán a las oficinas en 2021. Para aquellos que han disfrutado de un estilo de vida sin viajar al trabajo, hay una sensación de pavor y una esperanza de negociar un acuerdo remoto permanente (o al menos híbrido). Para otros a los que les ha resultado difícil trabajar desde casa, hay expectación, pero aún así una pizca de incertidumbre sobre cómo será la vida cuando regresen al trabajo.

Como entrenador de gestión del tiempo, he estado ayudando a mis clientes a procesar su nerviosismo del «primer día de vuelta al trabajo» explicándoles cómo prepararse para una transición fluida y exitosa. Me parece útil empezar con una pregunta: ¿Qué rutinas efectivas perdió en el repentino cambio al trabajo remoto? Para gestionar la complejidad adicional de trabajar desde la oficina, tendrá que recuperar las rutinas que le ayudaron a sentirse preparado y a gestionar bien su tiempo. Estas son algunas de las medidas que puede tomar para reducir su inquietud por el cambio.

Empiece por visualizar sus días en la oficina de principio a fin. Céntrese en los detalles. Por ejemplo:

  • ¿Cuándo se levantará?
  • ¿Qué necesita incluir en su rutina matutina (piense en su familia, sus mascotas y otras responsabilidades)?
  • ¿Cuándo saldrá por la puerta?
  • ¿Qué va a hacer para comer?
  • ¿Cuándo se irá a casa?
  • ¿Cómo serán sus noches (preparar la cena, hacer ejercicio, lavar la ropa, etc.)?
  • ¿Cuándo se va a dormir?

Piense en cada pequeño detalle que tiene que ocurrir para que todo el sistema funcione y póngalo en papel. Es probable que muchas de estas rutinas se convirtieran en una ciencia a principios de 2020, pero después de un paréntesis de un año, tendrá que volver a entrenar su cerebro de forma consciente para que pueda realizar todas esas pequeñas actividades que son parte de hacer que su horario de trabajo funcione.

Después de haber escrito lo que pensar ocurrirá en su agenda, compruebe sus suposiciones. Por ejemplo, consulte el horario de los trenes para ver a qué hora sale ahora mismo. Es probable que el horario haya cambiado. O compruebe en su GPS la hora a la que cree que tendrá que ir a la oficina para ver cuánto tiempo tarda en llegar al trabajo con los niveles de tráfico actuales. Si va a utilizar la cafetería de su oficina o los restaurantes locales para comer, compruebe que estén abiertos. No dé por sentado que todo está como lo dejó. Compruébelo todo.

Una vez que haya comprobado la realidad actual y actualizado su lista en consecuencia, revise su agenda para asegurarse de que no ha olvidado ningún detalle. ¿Dedicó tiempo a elegir un atuendo, además de ducharse, cepillarse los dientes y ponerse presentable?   ¿Recuerda cuánto tiempo se tarda en llegar a pie a la estación de tren? Si va a preparar una comida, ¿incluyó tiempo para prepararla? Si va a necesitar usar la tintorería, ¿ha encontrado una que siga abierta y cuánto tardará en recuperar la ropa? ¿Necesita preparar más comidas los fines de semana antes de las cenas de lunes a viernes? ¿Necesita escribir instrucciones para su niñera o sus hijos mayores para cuando no esté? Gestionar todas esas partes móviles después de tantos meses en los que su mayor preocupación era encontrar una camisa lo suficientemente limpia puede ser abrumador. Recuerde que volver a su rutina pronto significará que estará más que preparado cuando por fin llegue el primer día.

Hay muchas rutinas que necesitará para reintegrarse en su vida, algunas de las cuales puede que haya olvidado durante la pandemia. Algunas actividades personales, como hacer ejercicio, lavar los platos, lavar la ropa o hacer recados, que puedan haber pasado a su horario de trabajo, deberán volver a su lugar a la hora de comer o después del trabajo.

Tome toda esta información y conjúntela en un solo lugar. Colóquelo en un documento de Word, cree una lista de verificación en su teléfono o añada recordatorios periódicos a su calendario. La forma exacta en que documente sus rutinas no es tan importante como tener todos estos elementos en un solo lugar. Con el tiempo, sus rutinas pasarán a ser naturales y es probable que pueda dejar la lista. Pero para empezar tendrá que consultar este manual de instrucciones sobre cómo hacer que su día transcurra sin problemas en el día a día.

Cuando haya decidido su horario inicial de cómo gestionará sus días una vez que regrese a la oficina, empiece a pensar en proyectos especiales que tendrá que completar antes de su regreso. Estas son algunas casillas clave para marcar el mes anterior a que comience de nuevo su viaje al trabajo:

  • Revise su armario de trabajo para asegurarse de que tiene lo que necesita, le queda bien y está limpio.
  • Obtenga un pase de aparcamiento actualizado.
  • Planifique comidas para la primera o segunda semana en la oficina, e incluso considere la posibilidad de preparar comidas congeladas si le preocupa la prisa de la noche.
  • Hable sobre cualquier cambio en las expectativas con su cónyuge y otros miembros de la familia sobre cuándo estará en casa y qué se espera que hagan mientras esté fuera, como sacar al perro o lavar los platos.
  • Piense en cualquier membresía cercana a su oficina que pudiera tener sentido renovar, como un gimnasio, un museo o un club.
  • Empiece a ir a dormir más temprano. Mucha gente ha cambiado a un horario de sueño más tardío, por lo que tendrá que volver a entrenar su cuerpo para dormir y despertarse más temprano.

Volver a la oficina será un gran cambio para muchos trabajadores. Si sigue estos pasos, puede evitar un estrés innecesario, como despertarse el primer día, darse cuenta de que no puede encontrar sus zapatos de vestir y perder el tren porque ahora sale 10 minutos antes. Completar esta preparación puede hacer que los aspectos básicos del día a día de la transición le provoquen menos ansiedad, lo que le permitirá centrarse en todos los demás elementos de su regreso al trabajo cara a cara.