Elabora un plan de empresa que te ayude a establecer y respaldar tu gran idea.
Independientemente de si quieres vender tacos de fusión desde un camión o desarrollar la próxima aplicación asesina, si vas a poner en marcha tu propio negocio, necesitas redactar un plan de empresa.
Plan de empresa.
Un plan de empresa meditado y bien elaborado es el primer paso fundamental que establece por qué debe existir tu empresa en primer lugar. ¿Qué vas a fabricar y vender exactamente? ¿Por qué crees que tendrás éxito? ¿Qué hace la competencia? Y, lo que es más importante, ¿cuánto dinero necesitas para empezar?
Y aunque pueda parecer una tarea sencilla, el proceso de elaboración de un gran plan de empresa ha confundido a empresarios y fundadores durante generaciones.
Tu plan de empresa es una de las claves de tu éxito.
Tu plan de empresa es tan importante, y lo presentarás a tanta gente, que tienes que hacerlo bien. Estos resúmenes te mostrarán cómo hacerlo.
En este resumen, también aprenderás
- por qué a ningún inversor le importa si tu contable sabe cantar arias;
- por qué a ningún inversor le importa que tu contable sepa cantar arias
- cómo unos labios sueltos pueden hundir potencialmente el barco de tu empresa; y
- por qué la portada de tu plan de empresa es casi tan importante como lo que hay dentro
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Esboza tus objetivos, pensando en lo que quieres conseguir y cómo quieres conseguirlo.
Así que tienes una gran idea para un negocio. Es un buen comienzo, pero si quieres convertir tu idea en un negocio de éxito, necesitarás un plan de empresa.
Un plan de empresa actúa como un anteproyecto, detallando los elementos importantes de tu futura empresa, como su finalidad y sus productos, una estrategia de marketing y objetivos financieros generales. Un plan de empresa es también una herramienta esencial para recaudar fondos y obtener apoyo para tu empresa.
Sin embargo, antes de sentarte a escribir tu plan de empresa, debes exponer claramente tus objetivos y tu situación financiera.
Tómate un tiempo para pensar en el futuro. ¿Qué quieres conseguir? Identifica objetivos claros para que puedas empezar a trabajar para conseguirlos.
Sabes que si no tienes claros tus objetivos y tu estrategia para alcanzarlos, tu plan de empresa no valdrá ni el papel en el que lo imprimiste. No puedes esbozar tu idea de un negocio en auge pero luego articular una estrategia de crecimiento lento y estable; simplemente no tendría sentido.
Tu equipo también se beneficia de un plan de empresa claro, ya que explica claramente para qué están trabajando todos. Lo que es más, tus empleados apoyarán a tu empresa con más avidez cuando se fijen objetivos.
Las cuestiones financieras también son una parte crucial de todo buen plan de empresa. ¿Cómo conseguirás financiación? ¿Y qué tipo de financiación estás dispuesto a aceptar?
Un nuevo negocio tiene unas cuantas opciones en lo que respecta a la financiación, como conseguir préstamos bancarios, buscar dinero entre amigos y familiares o buscar capital riesgo. Es importante que determines qué opción es la adecuada para tu negocio.
Los inversores de capital riesgo, por ejemplo, suelen insistir en tomar decisiones de gerente. A veces, incluso ponen a uno de sus miembros en tu consejo de administración para proteger sus inversiones. Piénsalo: ¿cuánto control estás dispuesto a ceder?
También tienes que tener en cuenta tus costes. Si consigues dinero a través de una oferta de acciones, por ejemplo, puede que consigas mucho dinero en efectivo, pero también tendrás que hacer frente a comisiones y honorarios elevados, así como a un papeleo complicado.
Tómate un tiempo para pensar en el nivel de complejidad con el que te sentirías cómodo, antes de lanzarte a ello.
Considera la posibilidad de elaborar versiones de tu plan de empresa que se dirijan directamente a un público concreto.
Puede que pienses que un plan de empresa es igual que otro, un montón de estadísticas y previsiones financieras.
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La verdad, sin embargo, es que no todos los planes de empresa son iguales.
La verdad, sin embargo, es que, aunque todos los planes de empresa tienen elementos comunes (como un resumen ejecutivo o una descripción del producto), difieren bastante en función de su finalidad.
Los planes de empresa difieren porque se dirigen a un público concreto.
Los planes de empresa difieren porque los sectores difieren. Poner en marcha un negocio de venta al por menor requiere una estrategia diferente a la de poner en marcha una consultoría de gestión, por ejemplo.
Incluso los negocios que son similares requieren planes de empresa diferentes. Imagina dos restaurantes: uno es un establecimiento francés de lujo y el otro es una charcutería orientada a la clientela de negocios.
El restaurante francés dedicará mucho tiempo a escribir sobre sus chefs, describiendo sus habilidades y experiencia. La charcutería, por el contrario, se centrará en cómo mantener la calidad en un negocio de gran volumen y alta velocidad.
Otro consejo importante es adaptar tu plan de empresa a las necesidades de tu público, o de las distintas personas que lo leerán. Puede que tengas que elaborar varias versiones para hacerlo.
A los banqueros, por ejemplo, les interesan más las cuestiones financieras que la cultura de la empresa. Así que asegúrate de que tus estados de flujo de caja y balances son profesionales y detallados. A los banqueros no les importa si tienes un futbolín en la sala chill-out de tu empresa.
A los inversores ángeles, por el contrario, les suele importar más por qué estás creando tu empresa y las emociones implicadas en tu discurso y propósito. Tu plan para este público puede ser menos formal y más conciso, centrándose en un mensaje ajustado que tenga un impacto emocional.
Y si buscas atraer empleados, quizá quieras elaborar una versión que incluya detalles sobre opciones sobre acciones y compensaciones.
Compartir tus ideas también es arriesgado. Asegúrate de que tus lectores guardan silencio y de que tu análisis es sólido.
Escribir un plan de empresa no es como hacer la lista de la compra. Tiene sus riesgos, y debes ser consciente de ellos.
La confidencialidad es un asunto importante.
Los problemas de confidencialidad son una cuestión clave. Cuando escribes tu plan de empresa, puedes divulgar material confidencial que podría perjudicarte a ti y a tu empresa en el futuro.
Imagina que en tu plan de empresa describes un método innovador para fabricar aspiradoras. Las personas que lean tu plan podrían revelar tus secretos, incluso por accidente. Tus ideas innovadoras podrían ser robadas y utilizadas por otros.
Evítalo haciendo que tus lectores firmen un acuerdo de no divulgación, que es un contrato en el que se describe lo que tu lector puede y no puede decir sobre lo que ha leído. Asegúrate de que tu público acepta contractualmente mantener a salvo tu plan y tus ideas.
Otro riesgo habitual es un plan que pueda dañar la reputación de tu empresa. Si elaboras un plan demasiado optimista y luego no cumples los objetivos previstos, podrías enfrentarte a una falta de confianza en el futuro.
Pongamos que quieres montar una microcervecería y en tu plan de empresa pronosticas un crecimiento de las ventas del 600% en tu primer año. Un inversor experimentado se burlará de ello, pensando que eres poco profesional o simplemente un iluso. Desde luego, así no ganarás inversores.
Parálisis por análisis es otro riesgo a la hora de elaborar un plan de empresa. Esto ocurre cuando pasas tanto tiempo analizando y planificando tu negocio que en realidad no consigues hacer nada.
Algunas personas pasan años en la fase de planificación, sólo para que mientras tanto un competidor se abalance sobre ellas y se haga con el control del mercado.
Entonces, después de haber planificado tu negocio, es hora de que te pongas manos a la obra.
Así que después de pensar en tus objetivos, tu público y tus riesgos, es hora de empezar a escribir. Pero, ¿cómo empiezas exactamente?
La primera parte crucial de la redacción de un gran plan de empresa es la elaboración de un resumen ejecutivo atractivo.
Estás frente a tu portátil y listo para escribir. ¿Qué aspecto tienen las primeras páginas de tu plan de empresa?
En primer lugar, necesitas una portada en la que figure tu nombre y tus datos de contacto.
La página siguiente debe contener tu resumen ejecutivo. Estos pocos párrafos exponen los puntos principales de tu plan. Debe dar a tus lectores lo esencial de toda tu idea, en caso de que no tengan tiempo de leer el plan en su totalidad.
Presentación.
Esencialmente, si tu plan de empresa es una película, el resumen ejecutivo es el tráiler de dos minutos. Así que haz que tu resumen sea breve, ágil y emocionalmente emocionante: haz que anime a tus lectores a leer más.
Tu resumen ejecutivo no debe tener más de dos páginas, ya que la mayoría de las personas que lean tu plan no le dedicarán más de cinco minutos de todos modos. Así que utiliza el resumen para transmitir urgencia.
Como dijo una vez Jimmy Treybig, de Tandem Computers, un resumen ejecutivo debe hacer que el lector piense: «¡Va a explotar, y más vale que invierta ahora o me lo perderé!»
También necesitas transmitir urgencia.
También tienes que tener claras las cuestiones financieras desde el principio. Al fin y al cabo, como fundador de una empresa, necesitas dinero. Si eres franco sobre los tipos de interés y el importe de los préstamos que necesitas, tus posibles inversores apreciarán tu honestidad.
También tienes que ser claro desde el principio sobre las cuestiones financieras.
Además, explica a tus futuros inversores cómo piensas utilizar su dinero, ya que nadie te dará un céntimo si no sabe qué vas a hacer con él. Así que da cifras, mostrando cuánto dinero destinarás a marketing, cuánto a contratación, etc.
Una vez que hayas esbozado tus puntos principales y animado a tus lectores con el resumen ejecutivo, puedes pasar a la siguiente sección: explicar tu sector.
Conoce tu sector y tu lugar en él; conoce a tus clientes y por qué te comprarán a ti.
El banquero de inversiones Peter Worrell dijo una vez: «No importa lo duro que remes. Lo que importa es en qué barco estás»
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En otras palabras, no importa lo duro que trabajes. Si no estás en el sector adecuado en el momento adecuado, será un reto hacer crecer tu nuevo negocio.
Por eso, en tu plan de empresa, tienes que describir el estado de tu sector a los posibles inversores. Muéstrales que tu mercado se está expandiendo, y que tienes la oportunidad de aprovechar este crecimiento.
A principios de los años 80, por ejemplo, los empresarios tecnológicos solían incluir la palabra «energía» en los nombres de las empresas, ya que el sector energético resultaba atractivo para los inversores de la época. Hoy en día, «tecnología móvil» o «impresión en 3D» podrían tener el mismo efecto.
También tienes que describir a tu competencia, así como la posición única de tu empresa en tu sector en crecimiento. Diferénciate y demuestra que tu empresa tendrá una ventaja.
Pongamos que estás empezando un negocio de impresión en 3D. Si uno de tus competidores imprime en plástico y otro en metal, tú ofrecerás algo único si imprimes en material orgánico. Lo que necesitas saber es que tus lectores lo sepan, así que resalta este hecho de forma destacada en tu plan de negocio.
Identificar las tendencias de tu sector también es crucial. Utiliza estudios de mercado fiables para mostrar el potencial de tu idea de negocio.
Describir tu base de clientes potenciales también es importante. ¿Qué edad tienen y a qué se dedican? ¿Cuánto dinero ganan y cuál es su nivel educativo?
Deberías conocer los hábitos de compra de tus clientes potenciales. ¿Son compradores impulsivos o clientes habituales? ¿A qué otras empresas compran?
Por último, explica por qué tus clientes querrán comprarte específicamente a ti. Deja claro que tu producto se adapta a las necesidades y al estilo de vida de tus clientes potenciales.
Las madres que quieren comprar comida preparada para bebés, por ejemplo, suelen estar motivadas para encontrar productos que no sólo sean nutritivos, sino también seguros. Así que, en tu plan, explica que tu comida para bebés está aprobada por los médicos.
Ponle cara a tu idea de negocio describiendo con detalle las habilidades de tu equipo directivo.
¿Has oído alguna vez a un inversor decir: «Yo invierto en personas, no en ideas»
Ponle cara a tu idea de negocio describiendo con detalle las habilidades de tu equipo directivo.
¿Has oído alguna vez a un inversor decir: «Yo invierto en personas, no en ideas»?
Aunque tus productos y proveedores son importantes, no olvides que tu gente es el activo más valioso de tu empresa. Tu equipo de gerentes da vida a tus ideas.
¿En quién confiarías más, en una persona con una gran idea y grandes credenciales o en una persona con una gran idea y pésimas credenciales? Tus inversores necesitan ver que tú y tu personal estáis cualificados.
Así que no te limites a escribir sobre los niveles educativos y las experiencias laborales de tu equipo. Describe también sus habilidades. Sin embargo, enumera sólo las habilidades que sean aplicables a tu negocio. Aunque el hecho de que tu contable sepa cantar ópera es interesante, no es demasiado relevante para tu negocio.
También deberías enumerar tus logros, como patentes o premios. Si has supervisado la apertura de 37 tiendas en tres años, por ejemplo, incluye detalles como éste en tu plan. Si tu gerente de ventas ha aumentado las ventas una media del 25% año tras año, destaca este hecho.
Define claramente las descripciones de los puestos de trabajo y las funciones de cada uno de los miembros de tu equipo, para evitar futuros malentendidos. Una Startup, por ejemplo, quizá no pueda cubrir todos los puestos desde el principio. Un director general podría encargarse también del marketing, al menos al principio.
Y si estás escribiendo un plan abreviado, simplemente incluye una línea breve y pegadiza sobre cada miembro importante del equipo. Una frase como «Desarrollador de software backend altamente cualificado con ocho años de experiencia» proporciona a un inversor potencial toda la información que necesita saber.
Así que ya tienes tu plan sobre el papel. Veamos algunas formas de mejorar aún más tu trabajo.
El apéndice de un plan de empresa contiene el material extra: fotos, currículos, planos de la tienda.
Mientras escribes, puede que te cueste decidir qué información incluir u omitir en tu plan de empresa.
Es vital que tu plan de empresa sea lo más completo posible.
Es vital que tu plan sea detallado, pero recuerda también que tiene que ser legible.
Es importante que tu plan sea detallado, pero recuerda también que tiene que ser legible.
Es importante que tu plan sea legible.
Deberías incluir documentos como muestras de publicidad y currículos de los miembros del equipo: información importante, sin duda, pero quizá no relevante para todos tus lectores. Así, puedes meter información de este tipo en el apéndice de tu plan de empresa.
Demasiados documentos pueden romper la fluidez de tu plan. Recuerda que intentas contar una historia clara en pocas páginas. Si tu plan incluye demasiados detalles o distracciones, desanimará a la gente.
El apéndice está ahí para los lectores que quieren saber más, pero no les importa hojear el reverso de un plan o incluso consultar Internet. Por el contrario, los lectores que sólo dispongan de unos minutos para hojear tu plan no necesitan molestarse en leerlo.
Es importante que tengas un apéndice.
Es una buena idea guardar los materiales de tus apéndices en un sitio web diferente o en una página web segura propia. A algunas personas puede molestarles abrir pesados archivos adjuntos u hojear extensas copias impresas.
Tu apéndice puede ser muy útil.
Tu apéndice también debería incluir varias imágenes, como fotos de tu equipo y tus productos.
Dependiendo de tu negocio, también podría ser ventajoso incluir muestras de publicidad, planos de fábricas o planos de tiendas. Estos archivos suelen ser demasiado grandes para los correos electrónicos, así que guárdalos en un sitio web que luego puedas compartir con los lectores.
¿Alguna vez has abierto un archivo adjunto que ha tardado diez minutos en descargarse? Puede que mucha gente (sobre todo los inversores potenciales) no disponga de ese tiempo. Ten en cuenta el tamaño de los archivos cuando elabores tu plan de empresa, y procura que las copias digitales sean ligeras y fáciles de descargar.
Asegúrate de que tu plan de empresa tenga un aspecto profesional, con una portada bien diseñada y precisa.
Aunque tu idea sea genial y tus palabras sublimes, si tu informe parece elaborado por un alumno de primer curso, tus lectores se preguntarán si realmente eres una inversión que merece la pena.
Asegúrate de que tu plan de empresa tenga un aspecto profesional, con una portada bien diseñada y precisa.
Asegúrate de que tu plan de empresa tiene un aspecto profesional y está bien diseñado. Tu portada es lo primero que verá un lector, así que asegúrate de que sea atractiva y de que toda la información sea precisa y esté correctamente escrita. Si tu portada es horrible, es posible que tu público no pase de la primera página
Si tienes un logotipo atractivo, ponlo en tu portada. ¿Utilizas Twitter o Instagram? Incluye todos tus datos de contacto, como direcciones de correo electrónico, números de teléfono y direcciones de redes sociales.
Sin embargo, no abarrotes tu portada. Incluye sólo la información clave y asegúrate de que todos los elementos estén equilibrados y sean atractivos para que tu portada capte la atención del lector y le invite a leer.
También es buena idea conservar algunas copias impresas de tu plan de empresa. Las copias impresas profesionalmente son útiles si un inversor potencial las solicita; puedes enviar una inmediatamente, si es necesario.
Asegúrate de utilizar papel blanco de alta calidad para la impresión, evitando el papel más fino, ya que se arruga o se rompe con demasiada facilidad. También deberías encuadernar tu plan de empresa, para que sea más fácil de sujetar, leer y pasar.
Coloca también una hoja transparente sobre la portada. Así evitarás que se ensucie o se estropee.
La presentación es importante.
La presentación es muy importante. Teniendo en cuenta todo el trabajo que has invertido en el contenido de tu plan, sería una pena que te quedaras corto en la presentación. Causa una buena impresión y sé profesional.
Conclusiones
El mensaje clave de este libro:
Incluso el sueño empresarial más brillante no se hará realidad sin un plan de empresa estratégico y bien concebido. Tu plan de empresa te proporciona tanto una ruta hacia el éxito como una forma de atraer inversiones. Así que esboza tus objetivos, analiza tu sector, redacta un resumen ejecutivo atractivo y reúne un equipo de gerentes estelar. Escribe un plan que atraiga el tipo de inversión que necesitas
Consejos Accionables:
Consejos Accionables:
Consejos Accionables:
Consejos Accionables.
Mantén tu plan de empresa en línea.
No hagas perder el tiempo a la gente con archivos adjuntos, y recuerda que la mayoría de los lectores no quieren pelearse con copias impresas. ¡Mantener tu plan de empresa y el apéndice en línea permite a tus lectores acceder mejor a tu información y, lo que es más importante, tener una primera experiencia positiva con tu futura empresa.
Cuidado con los archivos adjuntos!
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