Work Together Anywhere

Un manual sobre el trabajo a distancia -con éxito- para individuos, equipos y gerentes

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Prepárate para trabajar o ser gerente a distancia.

Antes, todo se hacía in situ. Hoy en día, las razones para trabajar a distancia suelen ser bastante prácticas. La tecnología, como las herramientas de videoconferencia y el software de consejos de tareas, nos permiten gran parte -si no más- de la funcionalidad de la oficina sobre la marcha.

Entonces, ¿por qué sigue habiendo cierto recelo a trabajar a distancia o a dirigir un equipo de trabajadores a distancia? Algunos empleados manifiestan su preocupación por la reducción de las prestaciones y la seguridad en el empleo, mientras que algunos empresarios simplemente no confían en los empleados si no pueden verlos.

Si identificamos las competencias necesarias para determinadas opciones a distancia, podemos centrarnos en mejorarlas e incorporarlas a nuestra forma de trabajar e interactuar con los demás. Estos resúmenes echan un vistazo al futuro del trabajo a distancia, además de ofrecer una guía sobre las diversas dificultades y preocupaciones de trabajar juntos, en cualquier lugar.

En estos resúmenes, aprenderás

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    • cómo adaptar las mejores prácticas para el trabajo a distancia;
    • por qué los empleados a distancia son más eficaces en el trabajo a distancia.
    • por qué los empleados a distancia suelen ser más rentables para una empresa;y
    • cómo cultivar la confianza en un equipo de colaboradores a distancia
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    Trabajar a distancia puede aumentar la productividad y el compromiso.

    Piensa en la época en que buscabas tu primer empleo. Quizá aspirabas a trabajar en un campo determinado, en una empresa determinada o en una ciudad determinada. Tal vez tu entusiasmo se extendía a las conexiones profesionales, la camaradería con los compañeros o la sensación de formar parte de algo importante y significativo. ¡Y entonces lo encontraste! Un trabajo que cumplía todos los requisitos.

    Estabas entusiasmado, listo para sumergirte en el mundo laboral. Entonces llegaste a tu primer día.

    Te dieron las llaves de tu propio cubículo y miraste a tu alrededor. Algunas cosas eran geniales, pero otras no encajaban. Nadie idealiza un trayecto en hora punta atascado en el tráfico. Nadie piensa en el estrés de tomarse todo un día libre en el trabajo porque se suponía que el fontanero tenía que venir en algún momento entre las 8 de la mañana y las 2 de la tarde. Nadie piensa en tener que elegir entre vivir en tu ciudad favorita o mudarte a algún lugar monótono y alienante porque allí es donde están los puestos de trabajo.

    Con demasiada frecuencia, el trabajo de oficina actúa como un obstáculo en lugar de como una ventaja para conseguir la carrera de nuestros sueños.

    El mensaje clave aquí es: Trabajar a distancia puede aumentar la productividad y el compromiso.

    Cada vez más personas deciden que las ventajas del trabajo a distancia superan la experiencia más tradicional del trabajo de oficina. Hay varias razones para ello. Según una encuesta realizada en 2017 por FlexJobs, el 76% de los encuestados afirmaron que serían más productivos trabajando a distancia debido a «menos interrupciones de los compañeros.» El 76% también mencionó «menos distracciones» como motivo de su mayor productividad, y el 70% incluyó «menos estrés por los desplazamientos».

    Un estudio de 2014 publicado en la revista Harvard Business Review midió la productividad de los empleados de los centros de llamadas remotos y presenciales del sitio web chino de viajes Ctrip. ¿Los resultados al cabo de nueve meses? Los que trabajaban a distancia hicieron 13,5 llamadas más que los empleados internos. Sumado, esto significaba que los empleados que se quedaban en casa trabajaban el equivalente a un día más a la semana.

    Uno de los creadores del estudio, Nicholas Bloom, ofreció algunas posibles explicaciones a este hecho. Parte de este salto en la productividad se debió simplemente a que las salas de estar de los empleados eran más silenciosas y distraían menos que la oficina. Más revelador fue que los empleados remotos trabajaban durante su inexistente tiempo de desplazamiento al trabajo, y sus pausas eran más cortas y menos frecuentes que las de sus colegas de la misma oficina. Además, cogían muchas menos bajas por enfermedad.

    Algunas personas disfrutan realmente del ajetreo y el bullicio de la oficina típica, pero la mayoría considera que las ventajas del trabajo a distancia benefician mucho más su vida profesional y personal.

    Ofrecer una opción flexible a distancia puede traducirse en fidelidad a largo plazo y reducción de costes.

    Supongamos que eres gerente y uno de los miembros de tu equipo te plantea la posibilidad de trabajar desde casa dos días a la semana. ¿Cuál sería tu reacción inicial? ¿Cuestionarías su compromiso? Al fin y al cabo, todos los demás parecen perfectamente contentos de acudir a la oficina un día sí y otro también. ¿O intentarías ver las ventajas de permitirle desempeñar un papel más proactivo en la optimización del equilibrio entre su vida laboral y personal?

    A pesar del válido escepticismo de algunos empresarios respecto al trabajo a distancia, cada vez hay más pruebas que sugieren que las organizaciones que se niegan a ofrecer a sus empleados la posibilidad de trabajar a distancia acaban poniendo en peligro su competitividad a largo plazo.

    El mensaje clave aquí es: Ofrecer una opción flexible de trabajo a distancia puede traducirse en lealtad a largo plazo y reducción de costes.

    Considera esto: El coste de contratar a un nuevo empleado suele superar con creces los gastos de mantener al actual. Después de todo, no hay incorporación, formación ni otros imprevistos.

    Piensa ahora en esto: La Superencuesta FlexJobs de 2017 reveló que el 62% de los encuestados afirmaron haber renunciado o pensado en renunciar a trabajos en los que no era posible o no se disponía de acuerdos de trabajo flexible. El 79% no sólo afirmó que tales acuerdos les harían más leales a sus empleadores, sino que el 73% también creía que darían lugar a mejores relaciones con su jefe y compañeros de trabajo. Así que si quieres conservar a tus empleados y ahorrar dinero, ofrecer trabajo a distancia parece una obviedad.

    Con cifras tan decisivas a favor de la flexibilidad laboral, ¿qué más ventajas tienes tú, el empresario? Bueno, si un número significativo de empleados trabaja a distancia, no hay necesidad de pagar un espacio de oficina tan grande, o ni siquiera uno. Global Workplace Analytics calcula que el ahorro anual en gastos inmobiliarios -en otras palabras, alquiler- por cada trabajador a distancia a tiempo completo es de unos 10.000 $. De repente, esos retiros anuales para fomentar el espíritu de equipo parecen mucho más asequibles.

    Por último, si tu objetivo es formar el mejor equipo posible a partir del mejor grupo de candidatos, puede que descubras que no todos los expertos se encuentran en un radio de 32 kilómetros. Adriana Vela, fundadora de NanoTecNexus, se encontró precisamente con este problema. ¿Su solución? Acoger la opción remota con los brazos abiertos. Vela contrató a expertos en nanotecnología con sede en Estados Unidos y Canadá para colaborar a distancia.

    Centrarse en los resultados, más que en el tiempo invertido, puede ayudar a aliviar los problemas de productividad de los empleados a distancia.

    Eres un gran trabajador, y todo el mundo lo sabe. Llegas a la oficina, te sientas en tu mesa y te quedas allí hasta la hora de comer. Y en realidad, como también comes en tu mesa, te quedas allí hasta la comida. Agachas la cabeza y trabajas incansablemente hasta que el reloj marca las 5 de la tarde.

    «¡Qué empleado tan diligente y dedicado tengo!», piensa tu gerente mientras te pones la chaqueta y te despides con la mano. Y entonces te vas, conduciendo por la autopista con el viento en el pelo y Fleetwood Mac a todo volumen en el equipo de música.

    Es una historia conocida, con más o menos detalles. Pero, ¿y si en realidad no estás trabajando todo el tiempo? ¿Y si eres un maestro del disfraz? ¿?

    El mensaje clave aquí es: Centrarse en los resultados, más que en el tiempo empleado, puede ayudar a aliviar las preocupaciones sobre la productividad de los empleados remotos.

    Los jefes se preocupan por la productividad de sus empleados remotos.

    A algunos gerentes les preocupa que, si no ven a sus empleados trabajando duro en sus mesas, eso signifique que no están trabajando en absoluto. Esta sensación se agrava cuando consideran que esas mismas personas están sin supervisión en casa, a salvo de la mirada atenta de los gerentes. Entonces, ¿cómo pueden ambas partes garantizar una relación laboral productiva y honesta cuando todo se hace a distancia?

    Hay dos vías principales de pensamiento cuando se trata de hacer un seguimiento de la productividad de los empleados remotos.

    El software de supervisión de la productividad de los empleados remotos.

    El software de supervisión es una solución atractiva para algunos, a pesar de la desconfianza que puede cultivar. Puede incluir la grabación de la pantalla, el seguimiento de las pulsaciones del teclado y, a veces, incluso una cámara real en la sala. Pero la vigilancia tiene inconvenientes evidentes. El empresario Bart Van Loon advierte de que estos métodos de control son contraproducentes y, con el tiempo, pueden dar lugar a resultados por debajo de lo esperado. Por ejemplo, si un empleado se siente obligado a comparecer constantemente en el trabajo, podrían precipitarse algunos procesos o tareas que se beneficiarían de una deliberación más cuidadosa.

    La otra posibilidad es controlar a los demás.

    La otra posibilidad es cambiar por completo la mentalidad de los objetivos de tu empresa, de orientada al tiempo a orientada a los resultados. Al centrar nuestras colaboraciones en torno a objetivos alcanzables y concretos -aunque se hagan en momentos distintos-, podemos seguir los progresos en tiempo real, priorizar las tareas y delegarlas en consecuencia. Esto fomenta la confianza y la transparencia, no sólo entre gerentes y empleados, sino también entre compañeros de trabajo.

    Esencialmente, el hecho de que pases la tarde deliberando entre comedias románticas y películas de ciencia ficción pasa a ser irrelevante. La pregunta «¿Trabajas mucho o apenas trabajas?» se reserva entonces para las tareas pendientes y no para poner a prueba tu ética de trabajo después de comer.

    Antes de cambiar a una carrera a distancia, evalúa primero si tienes las habilidades de comunicación, la ética de trabajo y las bases tecnológicas necesarias.

    Imagina que eres panadero y que el sueño de tu vida ha sido abrir tu propia panadería. Seguro que sabes hornear, pero ¿es eso todo lo que necesitas para tener éxito? Bueno, puede que necesites un espacio para hornear y vender tus productos. En este espacio, es posible que necesites algunos equipos -un horno, tal vez, cuencos, ingredientes-, cosas que estaban mágicamente allí todos los días en la panadería en la que trabajabas, pero que no vienen automáticamente con la firma de un nuevo contrato de alquiler.

    Los mismos problemas se plantean cuando tienes que abrir tu propia panadería.

    Los mismos problemas se plantean cuando cambias de una oficina a trabajar desde el salón de tu casa.

    El mensaje clave aquí es: Antes de cambiar a una carrera remota, evalúa primero si tienes las habilidades de comunicación, la ética laboral y las bases tecnológicas necesarias.

    Trabajar a distancia es una gran decisión, y aunque es probable que surjan obstáculos inesperados, también hay algunos aspectos no negociables para empezar.

    En primer lugar, trabajar a distancia significa que muy poca o ninguna de tus comunicaciones será cara a cara. Aunque hay formas de crear oportunidades para bromear en la sala de descanso virtual, la mayor parte del contacto se hará por escrito. Por tanto, debes ser capaz de expresarte con claridad y cuidado en correos electrónicos y aplicaciones de mensajería instantánea. Además, es una buena idea que evalúes si tus habilidades de mecanografía están a la altura de las circunstancias; el enfoque de «caza y captura» de la mecanografía va a ralentizarlo todo.

    A continuación, tu éxito como trabajador a distancia depende de la autosuficiencia. Debes ser capaz de organizar tu tiempo y completar tus tareas de forma independiente. Los equipos valoran la fiabilidad, pero también a alguien abierto a la crítica que esté dispuesto a proporcionar comentarios constructivos a los demás.

    Por último, es importante invertir en tecnología de alta calidad y también ser capaz de utilizarla. Esto es válido tanto para particulares como para empresas que quieran añadir una opción remota. Obviamente, necesitarás un ordenador con una cámara web configurada y un teléfono, así como acceso a tus archivos. Por el bien de todos, esto incluye una conexión a Internet fiable. Encontrar un espacio con el mínimo ruido de fondo mejorará la calidad de tus llamadas de vídeo y audio y también ayudará a crear un entorno de trabajo menos molesto.

    Una vez que todo esto esté configurado, asegúrate de que eres lo suficientemente experto en tecnología como para solucionar algunos problemas básicos. ¿Está encendido el micrófono? ¿Por qué no funciona el vídeo? Sentirse cómodo con estas herramientas significa saber qué comprobar si algo no va bien y saber a quién pedir ayuda si estás realmente atascado.

    Cuando trabajes a distancia, concéntrate y recuerda comunicarte claramente con tu equipo.

    Quizás seas realmente un adicto al trabajo, y para ti es más difícil dejar de trabajar que empezar. Un día se funde con el siguiente, y cada mañana calientas los restos del café de ayer y atraviesas con pericia el trayecto de la cama al escritorio.

    Puede que realmente seas un adicto al trabajo.

    El café del día anterior no tiene nada de malo, pero no establecer una rutina más disciplinada puede conducir al exceso de trabajo. También puede dar lugar a distracciones adicionales. Por ejemplo, las personas con las que convives pueden no saber cuándo estás trabajando y cuándo no. Aunque hay algunos superhéroes por ahí, a la mayoría de la gente le resulta más difícil concentrarse con su hijo de dos años correteando por la habitación.

    El mensaje clave aquí es: Cuando trabajes a distancia, concéntrate y recuerda comunicarte claramente con tu equipo.

    Investigadores de la Universidad de Stanford realizaron un estudio que, en un principio, trataba de localizar el origen de la productividad de los multitarea. ¿De dónde procede? Sorprendentemente, los resultados revelaron que las personas que realizan varias tareas a la vez obtienen peores resultados que las que son capaces de centrarse únicamente en la tarea que tienen entre manos. Según los autores del estudio, los participantes multitarea no podían concentrarse en los detalles relevantes para su tarea y se distraían. En otras palabras, la multitarea es mala para la productividad. Necesitas concentrarte. Pero, ¿cómo?

    Una solución sencilla es asegurarse de que se apagan todas las notificaciones innecesarias del correo electrónico y del teléfono. Algunas cosas son importantes, pero otras alertas pueden esperar. Para ayudarte con esto, puedes acordar algunas normas básicas con los miembros de tu equipo, como responder sólo a preguntas o correos electrónicos cada hora más o menos.

    Cuidado con el correo electrónico.

    A continuación, si reduces tus tareas a tres cada vez, podrás centrarte en producir resultados de calidad en lugar de apresurarte a terminar una lista interminable de las tareas de esta semana. Otra idea es averiguar cuándo y dónde trabajas mejor e incorporarlo a tu horario. ¿Estás más fresco por la mañana? Planifica las tareas difíciles para entonces. ¿Eres más tardío? Déjalas para después de la siesta del mediodía.

    Cuando trabajes con otros, una práctica valiosa es «trabajar en voz alta». Por ejemplo, si tu equipo utiliza una herramienta de colaboración como Trello, todos pueden ver cuándo se ha completado una tarea. Esto puede ayudar a fomentar la confianza entre compañeros, además de ser mutuamente motivador. Por último, en los correos electrónicos, haz que cada punto o pregunta sea obvio -con números o viñetas- para que puedan responderse de forma igualmente organizada.

    Cuidado con el correo electrónico.

    Haz todo esto, y estarás en camino de ser un trabajador remoto productivo.

    La transición de tu equipo a una opción remota debe hacerse en pasos graduales y medibles.

    Como gerente, puede que te preocupe lo que pueda ocurrir si dejas que tu equipo salga de tus narices. De hecho, en una encuesta, el 70% de los gerentes afirmaron que sus mayores temores sobre la gestión de empleados remotos se referían a la productividad, la responsabilidad y la accesibilidad. Sin embargo, después de experimentarlo en la práctica, los mismos gerentes dijeron que lo más difícil de la gestión remota acabó siendo la comunicación. La productividad acabó siendo un problema mucho menor de lo que se temía en un principio.

    ¿Qué nos dice esto? Bueno, sugiere que la gestión de un equipo a distancia puede no salir exactamente como estaba previsto. Por lo tanto, es importante que tu equipo empiece a trabajar a distancia poco a poco.

    El mensaje clave aquí es: La transición de tu equipo a una opción remota debe hacerse en pasos graduales y cuantificables.

    La transición de tu equipo a una opción remota debe hacerse en pasos graduales y cuantificables.

    Si algunos o todos los miembros de tu equipo van a pasar del trabajo totalmente localizado al trabajo a distancia, lo más probable es que este proceso implique algo más que comprobar que la webcam de todos funciona. Por tanto, es mutuamente beneficioso hacer la transición lentamente. Después de cada paso, evalúa cómo ha ido. Por ejemplo, en lugar de pasar directamente de la oficina al trabajo a distancia para todos a la vez, podrías empezar con uno o dos empleados y luego ver qué ha funcionado y qué no. Asegúrate de hablar con los empleados internos para conocer su opinión sobre el proceso. De este modo, tendrás la oportunidad de optimizar los procesos, protocolos y dispositivos antes de añadir otros empleados o aumentar el número de días a distancia de los dos primeros.

    Puede que algunos equipos no consigan llegar a un acuerdo.

    Algunos equipos pueden no hacer la transición en absoluto, sino desarrollar una «configuración remota primero» para los momentos en que los viajes, el tiempo u otros contratiempos inesperados obliguen a la gente a trabajar desde casa. Por ejemplo, si el coche de un empleado no arranca, o tiene que viajar al extranjero durante una semana para asistir a una conferencia, puedes asegurarte de antemano de que puede seguir trabajando eficazmente desde casa o en el extranjero.

    Desde el punto de vista de la dirección, tomarse el tiempo necesario para una transición cuidadosa a una opción remota también ofrece la oportunidad de ver si tu empleado tiene el tipo adecuado de habilidades organizativas para tener éxito en ese entorno. En otras palabras, si observas que tiene dificultades para comunicar algunas ideas por escrito o que le cuesta hacer tantas cosas en los días a distancia como en los de oficina, tienes la opción de solucionar los problemas o de descartar la opción por completo antes de comprometerte a algo más drástico.

    Cuando contrates a trabajadores a distancia, comprueba sus habilidades relevantes en la entrevista, y luego diseña un proceso de incorporación eficaz.

    Si contrataras a una violinista para ir de gira con una orquesta sinfónica de élite, ¿qué preguntas le harías en la entrevista? «¿Tocas el violín?» probablemente provocaría un «Sí» inmediato. Pero para estar más seguro, probablemente le pedirías que demostrara sus habilidades. Al fin y al cabo, es un puesto basado en el rendimiento, y si sabe tocar, sabe tocar.

    Con demasiada frecuencia, sin embargo, cuando se trata de contratar a nuevos empleados en una empresa menos musical, estas técnicas de investigación pueden pasarse por alto, especialmente en el caso de los trabajadores a distancia. Del mismo modo que un candidato que incluye Microsoft Excel en el apartado «Conocimientos informáticos» de su currículum puede que en realidad no sea capaz de utilizar hojas de cálculo de forma significativa, las competencias mínimas básicas necesarias para ser un trabajador a distancia de éxito a menudo son reivindicadas por el candidato, pero no se verifican durante las entrevistas.

    El mensaje clave aquí es: Al contratar trabajadores a distancia, comprueba sus competencias relevantes en la entrevista, y luego diseña un proceso de incorporación eficaz.

    El sitio web remote.com preguntó a 85 empresas cómo entrevistaban a posibles empleados a distancia, y 84 de ellas respondieron que utilizaban la misma fórmula que para los puestos presenciales, excepto por videollamada.

    Hay una forma mejor.

    Robert Rogge, cofundador del sitio web de traducción freelance Zingword, considera la entrevista como una oportunidad para poner a prueba las habilidades de comunicación del candidato, así como su aptitud técnica. Si le entrevistas para un puesto a distancia, incorpora al proceso las distintas herramientas que tendrá que utilizar habitualmente. Así podrás evaluar si se siente cómoda utilizando el correo electrónico, las videoconferencias y las aplicaciones específicas de tu equipo. Algunas de tus preguntas pueden incluso referirse a la experiencia de trabajo a distancia, y la forma en que responda puede decirte mucho sobre su forma de trabajar.

    El siguiente paso en el proceso de selección es la selección.

    El siguiente paso es traducir tus expectativas sobre una nueva empleada en un plan específico y realista para ayudarla a empezar. Un plan de incorporación de este tipo podría ser el siguiente. Tras una cálida bienvenida, preséntale al resto del equipo, y luego proporciónale las herramientas y materiales necesarios para empezar. En la NASA, por ejemplo, donde los trabajadores internos colaboran a distancia con los astronautas de la Estación Espacial Internacional, ponen en contacto a cada nuevo científico con un compañero personal -en su caso, personal de apoyo- que está a su disposición para responder a cualquier pregunta mientras aprende cómo funciona todo.

    En general, teniendo en cuenta los costes de contratación, es sorprendente que muchas empresas no creen un plan detallado para incorporar a los nuevos empleados, ya sean remotos o internos, aunque parezca obvio.

    La mayoría de las ventajas in situ pueden adaptarse fácilmente a las ventajas online.

    Si estás sentado en tu mesa y tienes una pregunta sobre un informe en el que estás trabajando, ¿qué haces? Suponiendo que tu mesa esté en el mismo edificio que la de tu compañero de trabajo, puedes acercarte y preguntarle tú mismo. Pero, ¿y si estáis en ciudades, países o incluso zonas horarias diferentes? Parece un gran problema. Pero en realidad no lo es. Sólo requiere una comunicación frecuente a través de los canales disponibles, ya sea teléfono, correo electrónico, videollamada o aplicaciones como Slack.

    En muchos casos, es más fácil ponerse en contacto con los trabajadores remotos que con sus homólogos ubicados en el mismo lugar, y parte del trabajo desde cualquier lugar consiste en comunicar claramente a los colaboradores cuándo y cómo pueden ponerse en contacto contigo.

    La clave del éxito es la comunicación frecuente.

    El mensaje clave aquí es: La mayoría de las prestaciones in situ pueden adaptarse fácilmente a prestaciones en línea.

    Incluso es posible que los miembros de equipos remotos pasen más tiempo cara a cara, aunque sea virtualmente, entre ellos. Un estudio midió con qué frecuencia se podía encontrar a los empleados de la empresa de biotecnología Genentech en sus propios asientos. Resulta que entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde -horario normal de oficina- los empleados de Genentech estaban en otro sitio el 80% del tiempo. Podrías preguntarte quién organizó semejante juego de sillas musicales. Sin embargo, una pregunta más convincente sería cómo pudo alguien encontrar a otra persona si no había nadie en ninguna parte a lo largo del día.

    Por supuesto, desarrollar una relación en línea con los colegas lleva tiempo, y existe la posibilidad de que cualquier forma de texto pueda malinterpretarse. Razón de más para establecer videollamadas en línea frecuentes, de modo que los miembros del equipo tengan oportunidades regulares de interactuar y compartir ideas juntos.

    Un ejemplo de ello es celebrar periódicamente stand-ups, como es habitual en los espacios de oficina compartidos. En estas reuniones, virtuales o presenciales, los miembros del equipo se turnan para compartir lo que hicieron ayer, en qué están trabajando hoy y qué problemas se han encontrado por el camino. Como se pueden grabar, cualquiera que esté ocupado durante una reunión puede ponerse al día más tarde sobre lo que se ha perdido e incluso responder.

    Otra forma de reunir a la gente -cada semana o cada dos semanas- es celebrando retrospectivas, que se alejan de las tareas diarias individuales para hacerse una idea de cómo lo está haciendo todo el equipo en general. Las retrospectivas son sesiones designadas de feedback, por lo que también son el momento adecuado para sacar a relucir cualquier conflicto que deba abordarse en un entorno constructivo.

    Conclusiones

    El mensaje clave de estos resúmenes:

    Trabajar juntos en cualquier lugar ya no es una opción para unos pocos elegidos, y las empresas que quieran mantenerse al día harían bien en adoptar la opción remota y examinar cómo encaja con su visión y sus objetivos. Las personas que aún no estén preparadas para dar el salto, deben tener en cuenta lo siguiente: hoy en día, una gran parte de las tareas que se realizan en una oficina tradicional son también tareas a distancia, aunque se hagan in situ.

    Consejos Accionables

    La retroalimentación frecuente tiene ventajas tanto inmediatas como a largo plazo.

    Establece ciclos de feedback programados regularmente con tu equipo y decide los formatos con antelación. Los compañeros podrán reflexionar sobre los progresos realizados en un entorno comunicativo, expresar sus críticas y hacer preguntas. Esto no sólo es necesario para garantizar que la tarea en cuestión conduzca a un resultado de calidad, sino que también refuerza las relaciones entre los miembros del equipo. Cuanto más cómoda se sienta cada persona trabajando y hablando con las demás, mejor equipo tendréis en el futuro.

    Trabaja en equipo.

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    Trabajar juntos en cualquier lugar.

    Qué leer a continuación: La nueva oficina de la esquina de Laura Vanderkam.

    Ahora que eres un experto en trabajo a distancia, quizá te interese profundizar un poco más en cómo sacarle el máximo partido. Ya has visto aquí cómo aspectos como la configuración, la mentalidad y las prácticas de comunicación pueden hacer que la colaboración a distancia sea más o menos eficaz. Si no sólo quieres que funcione, sino que funcione realmente bien, tendrás que experimentar un poco.

    Bueno, La nueva oficina de la esquina repasa algunos de los puntos de este libro y se centra en averiguar cuál es el horario más productivo para ti; crear y mantener relaciones; y buscar activamente retos que se alineen con tus objetivos y sueños, incluso fuera de la oficina.

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