Los amigos del trabajo nos hacen más productivos (excepto cuando nos estresan)
por David Burkus
Desde casi el principio de la investigación gerencial, sabemos que la dinámica social afecta al rendimiento laboral. De hecho, una de las preguntas fundamentales de la famosa encuesta de Gallup sobre el compromiso de los empleados es si los encuestados «tienen un mejor amigo en el trabajo». Pero si bien la amistad en el trabajo siempre es algo bueno es una suposición sólida, investigación reciente sugiere que tener un amigo cercano en el lugar de trabajo puede tener más matices de lo que suponemos. No cabe duda de que hay beneficios, pero también hay costes.
La investigación proviene de un grupo de profesores dirigido por Jessica Methot de la Universidad de Rutgers. Methot, junto con sus colegas Jeffery Lepine, Nathan Podsakoff y Jessica Siegel Christian, estudiaron el desarrollo de relaciones múltiples dentro de las empresas para determinar si eran útiles o perjudiciales para el rendimiento. Relaciones múltiples se refiere a cómo una relación o amistad puede tener varios contextos. Por ejemplo, si dos personas se conocen como amigos y como compañeros de trabajo, son dos contextos diferentes.
En su estudio, los investigadores encuestaron a 168 empleados de una compañía de seguros en el sureste de los Estados Unidos. La organización animó a los empleados a conocer a todos los demás miembros de la empresa al permitir a los empleados cambiar temporalmente de puesto de forma horizontal en la organización y trabajar con equipos además de los habituales. Los investigadores pidieron a todos los empleados encuestados los nombres de hasta 10 compañeros de trabajo a los que acudieran en busca de ayuda con los desafíos laborales (un empate relacionado con el trabajo). Luego pidieron a los participantes que enumeraran los nombres de hasta 10 compañeros de trabajo a los que consideraran amigos (un vínculo personal). A partir de ahí, pudieron convertir las dos listas en redes y las dos redes en una imagen múltiple de la organización. También hicieron preguntas a los empleados sobre el agotamiento emocional y el propio entorno laboral. Por último, entre cuatro y seis semanas después de la encuesta, los investigadores pidieron a los supervisores de los empleados que rellenaran una evaluación del desempeño.
En conjunto, Methot y sus colegas (algunos de los cuales probablemente etiquetaría como amigos) podrían examinar la red de la organización y cómo esa red afectó al rendimiento, al agotamiento e incluso a qué tan positivo o negativo era el entorno. Descubrieron que las relaciones múltiples, impulsadas por tener muchos compañeros de trabajo que, finalmente, se convirtieron en amigos, aumentaban significativamente el rendimiento de los empleados, a juicio de su supervisor. Una posible razón para ello es que la gente busca consejos. Si tiene amigos en la empresa, es mucho más fácil pedir ayuda sin temor a que lo juzguen con un mal desempeño. Además, tener amigos en la empresa, especialmente si trabajan en otros departamentos, le da acceso a información a través de redes informales que de otro modo no tendría. Otra razón podría ser la moral: los empleados con amigos cercanos en el trabajo dijeron que estaban de buen humor con más frecuencia, lo que podría repercutir en efectos positivos en el trabajo que está realizando.
Pero la amistad en el lugar de trabajo tenía costos, el mayor quizás fuera la distracción. Las discusiones improvisadas y las pausas prolongadas para socializar pueden robar tiempo poco a poco y hacer que sea más estresante terminar el trabajo cuando estamos concentrados. Tener amigos en el trabajo también provocó un mayor índice de agotamiento emocional; mantenerse al día con relaciones más y más profundas es difícil. Esas relaciones también pueden ser fuente de estrés cuando se presentan nuevas oportunidades, como ascensos. Es mucho más probable que sintamos envidia de las personas cercanas. Si bien el costo emocional en sí mismo disminuyó el rendimiento, los beneficios positivos de tener un compañero de trabajo que también es un amigo superaron con creces los negativos.
En un estudio de seguimiento, realizado en varias empresas de varios sectores, los investigadores descubrieron un efecto similar. Que los compañeros de trabajo también sean amigos puede ser un poco más agotador emocionalmente, pero nos hace mucho más productivos en general. «Los amigos del lugar de trabajo influyen en el desempeño más allá de las relaciones puramente instrumentales o basadas en la amistad», escriben los autores.
Para las organizaciones (y los líderes), el desafío de esta investigación es cómo equilibrar las ventajas de fomentar la amistad entre los empleados con los posibles inconvenientes del agotamiento.
Los directivos deberían conocer más las redes informales de su organización. Los empleados los utilizan no solo como consejos e interacciones que ayudan a mejorar el rendimiento, sino también para desarrollar amistades. Además, estas redes informales son las áreas en las que suelen producirse conversaciones emocionalmente agotadoras.
Para las personas, las implicaciones de esta investigación son que todos tenemos que ser más conscientes de cómo y dónde dedicamos nuestro tiempo. Invertir tiempo en amistades laborales vale la pena, especialmente cuando una charla rápida puede animarnos y desmotivarnos. Pero demasiadas charlas rápidas —o charlar sobre el tema equivocado, como la envidia de otro colega— pueden hacer que los beneficios sean negativos con la misma facilidad.
En general, los aspectos positivos de tener un mejor amigo en el trabajo parecen superar a los negativos. Si lo abordan con cuidado, los gerentes y los individuos pueden inclinar la balanza hacia ganancias aún mayores. Si se hace bien, los negocios pueden beneficiarse de ser personales.
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