Tendencia a seguir: Asia en ascenso
por Eric Beinhocker & Elizabeth Stephenson
Nota del autor: Cada semana de julio y agosto, presentaremos una nueva tendencia que tendrá que ver en nuestro artículo de HBR en el Número especial de julio-agosto. También lo invitamos a hacer comentarios sobre esta tendencia y sugiera qué tendencias cree que tiene que ver.
Una tendencia a largo plazo que se interrumpió el año pasado es el aumento constante de Asia como fuerza de la economía mundial. Al parecer imparable en la última década, China, en particular, sufrió una fuerte desaceleración de su crecimiento en los últimos meses, a medida que los flujos de inversión se agotaron, las exportaciones se desplomaron y los mercados bursátiles y la confianza de los consumidores se desplomaron.
Sin embargo, sería delirante pensar que la tendencia se ha invertido permanentemente, o que incluso se ha mantenido en suspenso durante mucho tiempo. Ya esta semana, los datos publicados sugieren que la región es en el camino de la recuperación.
Mientras aún pueda estarlo prematuro para lanzarse a la especulación bursátil, es difícil discutir los fundamentos del crecimiento económico asiático. A medida que las empresas asiáticas siguen adoptando tecnologías, prácticas industriales y formas de organizarse modernas, estamos viviendo una era de «recuperación de la productividad» y, en algunos casos, de superación de la competencia occidental. Mientras tanto, las altas tasas de ahorro han impulsado la formación de capital, lo que ha permitido a las empresas y a los gobiernos invertir en la expansión de la producción. La combinación de más mano de obra productiva y más capital ha hecho subir el PIB.
Por lo tanto, los estrategas deberían seguir invirtiendo en Asia, trabajando con socios locales cuidadosamente elegidos, fomentando relaciones sólidas con los gobiernos y adaptando los productos, las propuestas de valor, las estrategias de marketing, las operaciones y las cadenas de suministro a los mercados locales. Muchas empresas están empezando a saturar las principales áreas urbanas; la próxima frontera del crecimiento serán las ciudades más pequeñas e incluso los mercados rurales, lo que crea desafíos de distribución y servicio.
Las organizaciones también están empezando a trasladar las actividades de I+D, innovación y diseño a la región. La tendencia, por supuesto, contiene una amenaza para las empresas occidentales. Las potencias asiáticas como Haier, Chery y Tata tienen una gran experiencia en el suministro de productos de gran valor a un coste muy bajo a los exigentes clientes asiáticos de clase media. A medida que los consumidores occidentales se aprietan el cinturón, espere que estos y otros actores menos conocidos lleven sus propuestas orientadas a los valores a los mercados globales.
El veredicto: esta tendencia se clasifica como constante.
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