The Squiggly Career

Deshazte de la Escalera, Acepta la Oportunidad y Traza tu Propio Camino en el Difícil Mundo del Trabajo

Aprovecha las ventajas de una carrera no lineal.

A lo largo de nuestra vida, la mayoría de nosotros pasaremos una media de 90.000 horas trabajando. Puede parecer mucho tiempo para alcanzar nuestros objetivos profesionales y convertirnos en expertos en nuestro campo, pero hoy en día las carreras no son tan lineales. Por el contrario, son cada vez más garabateadas.

Los tiempos han cambiado, y ya no es típico trabajar para una sola organización hasta la jubilación, para luego ser recompensado con un reloj de oro y una generosa pensión. Así que, en un mundo profesional en rápida evolución, ¿cómo podemos aprovechar al máximo esas 90.000 horas?

Estos resúmenes exploran la emoción y el potencial que se esconden tras una carrera profesional serpenteante, y muestran cómo abrazar la no linealidad y la agilidad es clave para el éxito en el nuevo mercado laboral.

En estos resúmenes, descubrirás

  • cómo integrar tus valores en tu trabajo;
  • el verdadero obstáculo para triunfar en el mundo laboral
  • el verdadero obstáculo para la confianza; y
  • cuánto dinero compra realmente la felicidad.
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Comparados con las generaciones anteriores, tenemos más libertad para decidir cómo se desarrollan nuestras carreras profesionales.

Las carreras profesionales solían progresar según las estructuras corporativas internas y los ascensos, pero este enfoque está cada vez más anticuado. Ahora, más que nunca, somos nosotros quienes decidimos dónde queremos estar, qué queremos hacer, cuándo queremos hacerlo, con quién queremos hacerlo y, lo que quizá sea más importante, por qué queremos hacerlo.

Las carreras profesionales solían progresar según las estructuras corporativas internas y los ascensos.

El mensaje clave aquí es: En comparación con generaciones anteriores, tenemos más libertad para decidir cómo se desarrollan nuestras carreras.

Además de las evidentes faltas de ortografía en tu currículum, ir de un empleo a otro solía ser una forma segura de hacer que un gerente desestimara tu solicitud. Hoy en día, no sólo es más común, sino que se considera cada vez más una faceta positiva en un candidato. Al fin y al cabo, los comienzos múltiples en tu carrera indican que no estás dispuesto a conformarte con nada que no sea lo mejor. Probar diferentes caminos sugiere adaptabilidad y amplitud de miras, y suele significar que has adquirido nuevas habilidades y perspectivas por el camino.

Automatización.

La automatización también está transformando y sustituyendo profesiones constantemente. Según un estudio de la consultora de gestión McKinsey & Company, hasta 375 millones de personas podrían tener que cambiar de campo profesional en los próximos diez años. En lugar de dominar un área específica, el trabajo se centra ahora más en proyectos y competencias relevantes. Aprender a adaptarte a las nuevas tecnologías e industrias te garantizará oportunidades en el futuro. Tu carrera profesional siempre será un trabajo en curso, por lo que es una buena idea dar al aprendizaje permanente un hueco permanente en tu rutina diaria.

Aprendizaje permanente.

Estos cambios están dando lugar a una mayor flexibilidad en nuestra forma de trabajar, lo que puede repercutir positivamente tanto en los empleados como en las empresas. Un estudio de YouGov descubrió que la implantación de horarios de trabajo flexibles aumentaba la productividad de los empleados en un 72%. Para algunos, esta nueva libertad significa que pueden trabajar desde casa, en una cafetería o incluso en una isla tropical.

Sin embargo, disponer de más flexibilidad no es fácil.

Pero tener más flexibilidad presenta sus propios retos. Demasiado trabajo a distancia puede conducir a la soledad, debido a la pura falta de interacción humana. A muchas personas también les resulta difícil desconectar y mantener separadas su vida laboral y su tiempo de inactividad.

Navegar por tus planes a gran escala sin una hoja de ruta puede ser una tarea desalentadora, así que empieza poco a poco. Identifica los cambios prácticos que puedes hacer para empezar a abrirte camino hacia una carrera gratificante.

Identifica tus puntos fuertes y centra tu energía en desarrollar aquello en lo que ya eres bueno.

¿Prefieres ser un experto en todo o un especialista en tu campo? Es tentador intentar ser bueno en todo, pero este enfoque es cada vez menos práctico. Por muy expertos que seamos en algunas cosas, siempre tendremos problemas con otras. En lugar de dispersarnos demasiado, deberíamos centrarnos en desarrollar y dominar realmente nuestros puntos fuertes.

El mensaje clave aquí es: Identifica tus puntos fuertes y centra tu energía en desarrollar aquello en lo que ya eres bueno.

Por supuesto, no todos los puntos fuertes son iguales. Tenemos talentos naturales -cosas que hacemos bien de forma innata- y luego tenemos talentos aprendidos, que adquirimos en la vida o en el trabajo. En definitiva, nuestros puntos fuertes son una combinación de talento, experiencia, actitud y comportamiento.

Según un estudio de la empresa de análisis Gallup, los empleados que se apoyan en sus puntos fuertes en el trabajo están seis veces más comprometidos con su trabajo que sus colegas cuyas tareas no se alinean con sus inclinaciones naturales. También son más productivos. Los autores recomiendan dedicar el 80 por ciento de tu tiempo a potenciar tus puntos fuertes; esto deja un 20 por ciento para identificar y abordar los puntos débiles que obstaculizan tu rendimiento.

La mayoría de las veces, se trata de un proceso de aprendizaje.

Típicamente nos resulta más fácil señalar nuestras debilidades que pensar en nuestras propias fortalezas sobre la marcha. Pero en cada debilidad hay una fortaleza opuesta. Tal vez, por ejemplo, no seas tan detallista como te gustaría, pero tal vez esto signifique también que eres un visionario que prospera en entornos que exigen pensar a gran escala. Intenta anotar lo que consideras tus mayores debilidades. Ahora, busca sus puntos fuertes equivalentes. ¿Alguna sorpresa?

Las “super fortalezas” son cualidades que tus colegas y familiares asocian contigo cuando no estás en la sala. No sólo se te dan bien, sino que se te dan realmente bien. Los súper puntos fuertes deben utilizarse con frecuencia y de forma visible. No las mantengas en secreto. Tus compañeros de trabajo e incluso tus contactos de LinkedIn deberían saber qué es lo que mejor sabes hacer.

Piensa en la frecuencia con la que has utilizado tus súper puntos fuertes durante la semana pasada. Si en tu trabajo actual no las aprovechas habitualmente, podrías intentar modificar tu enfoque de trabajo o preguntar a tu jefe cómo incorporarlas mejor a tus tareas. Si no, puede que sea hora de empezar a buscar pastos más verdes.

Reconoce e integra tus valores en tu trabajo diario.

Imagina que acabas de empezar en un trabajo nuevo, y el sueldo es mejor de lo que te atrevías a esperar. Tienes un elegante coche de empresa y comidas gratis, y todo el mundo es amable y competente. Pero falta algo, algo esencial. El trabajo en sí no es significativo ni interesante para ti. ¿Pueden unas cuantas ventajas compensar 90.000 horas de trabajo sin sentido?

El mensaje clave aquí es: Reconoce e integra tus valores en tu trabajo diario.

Según los autores, a los veintitantos años ya tenemos entre tres y cinco valores fundamentales que empiezan a influir en nuestro comportamiento, así como en la forma en que experimentamos la felicidad. Estos valores, que conforman nuestras motivaciones y nuestro juicio tanto en el trabajo como en casa, se cultivan en tres fases principales de la vida.

El primer periodo es la fase de impronta, que comienza al nacer y continúa hasta que tenemos unos siete años. Nuestros padres, así como otras personas con las que pasamos nuestro tiempo, nos proporcionan nuestro primer contacto con el bien y el mal. En general, no cuestionamos lo que vemos y oímos; lo absorbemos como una esponja.

El segundo periodo es la fase de imitación, también conocida como periodo de modelado. De los ocho a los trece años, empezamos a actuar de distintas maneras, copiando el comportamiento de las personas a las que admiramos. Imitamos a los profesores, a otros niños del colegio o a los hermanos mayores.

El último periodo es la fase rebelde. Comienza en la adolescencia, cuando nos vemos más influidos por los amigos, los medios de comunicación y los amigos de los medios de comunicación. Entonces tenemos que limar asperezas entre lo que antes creíamos y lo que ahora nos parece correcto.

Nuestros valores son una mezcla de valores.

Nuestros valores son un arma de doble filo que puede actuar a nuestro favor o en nuestra contra. Por ejemplo, si valoras la honestidad, podrías ayudar a un colega con un comentario constructivo. Pero también podrías molestar involuntariamente a alguien diciéndole la amarga verdad en el momento equivocado. Ser consciente de cómo funciona esto puede ayudarte a articular más claramente tus sentimientos y a comprender los valores de los demás. Así te resultará más fácil conectar con la gente y trabajar con ella de forma productiva.

Así como definir tus valores te proporcionará una comprensión más profunda de ti mismo, vivir activamente esos valores también beneficiará a los que te rodean.

La confianza puede aprenderse, y mejorarse, con la práctica.

Todos hemos tenido momentos -o incluso periodos más largos- de duda sobre nosotros mismos. La buena noticia es que los miedos habituales, como el miedo escénico y la timidez, no tienen por qué ser cadenas perpetuas. ¡Con el tipo de entrenamiento adecuado, puedes minimizar tus inseguridades y los efectos que tienen en tu rendimiento diario.

La clave del éxito!

El mensaje clave aquí es: La confianza puede aprenderse, y mejorarse, con la práctica.

Algunas personas son seguras de sí mismas por naturaleza, pero todo el mundo tiene miedos que ahogan su potencial. Podemos desarrollar nuestra confianza comprendiendo nuestros gusanos de la confianza y aprendiendo a controlarlos. El gremlin de la confianza de tu colega puede ser tu superfuerza. O puede que los dos tengáis los mismos gusanos, pero los experimentéis de forma diferente.

¿Cómo te frenan tus gremlins? ¿Qué situaciones concretas hacen que tus gremlins asomen la cabeza? Una forma de frenar a tus gremlins es desafiarlos. Si tienes miedo a hablar en público, pregúntate por qué. Identificar las razones que hay detrás de tus gremlins puede ayudarte a generar acciones prácticas para limitar su impacto.

Ahora viene lo divertido.

Ahora viene la parte divertida: cada vez que pongas a prueba uno de tus gremlins, ¡date un capricho! Supongamos que tienes que hacer una presentación angustiosa delante de todos en la oficina. Hay mucha presión para que salga perfecta, y lo peor de todo es que no hay micrófono. Cuando termines, cómprate algo bonito, algo lo más tangible posible, como un cruasán de chocolate. Y si las cosas no han salido como habías planeado, pregúntate por qué. ¿Era esta acción demasiado ambiciosa? ¿O crees que era el reto adecuado y que podrías tener éxito si lo intentaras de nuevo?

La confianza no sólo viene de dentro, sino también de tu red de apoyo. Puedes visualizar tus fuentes de apoyo dibujando un sistema solar de apoyo. ¿Qué tipos de confianza te proporcionan las distintas personas de tu vida, y con qué frecuencia? ¿A quién das apoyo a cambio?

En cada sistema solar de apoyo debe haber tres tipos de personas. La persona que “lo entiende”, aprecia los obstáculos a los que te enfrentas. La persona que “hace las preguntas difíciles” te desafía y motiva. Y la persona que “ha pasado por lo mismo” tiene la retrospectiva y la sabiduría para aconsejarte.

Los potenciadores de la confianza también pueden ayudarte a mantener la cabeza fría en situaciones de alto riesgo. Pareces más seguro de ti mismo cuando terminas las frases, evitas palabras indecisas como “podría” o “debería” y escuchas a los demás antes de hablar. Tu lenguaje corporal transmite seguridad en ti mismo cuando adoptas una postura más enérgica que cerrada. Las presentaciones mejoran con el tiempo, así que practica en voz alta y a menudo: delante de un espejo vaporoso, o con amigos o colegas. Pide opiniones y ofrece las tuyas a cambio.

Practicar tu confianza y alimentar una red de apoyo saludable son claves en cada etapa de una carrera llena de garabatos.

El networking es un intercambio de ayuda, y ofrecer apoyo a los demás puede dar lugar a relaciones valiosas.

Son las 23:23 del duodécimo día de tu búsqueda de empleo. Has desempolvado tu perfil de LinkedIn, y ahora estás recorriendo tus conexiones. Ves a algunos compañeros de aquel trabajo que tuviste hace diez años, a un compañero de tu proyecto de psicología en grupo del segundo año de universidad y a un reclutador que te ofrece un puesto de nivel inicial en Montana.

¿Cómo se ha llegado a este punto?

¿Cómo hemos llegado a esto? Pues resulta que las redes se parecen más a jardines que a telarañas, y tienes que mantenerlas para asegurarte de que sobreviven y prosperan.

Las redes de contactos son como jardines de telarañas.

El mensaje clave aquí es: La creación de redes es un intercambio de ayuda, y ofrecer apoyo a los demás puede dar lugar a relaciones valiosas.

La calidad de las conexiones de tu red siempre será más importante que la cantidad. El antropólogo y psicólogo Robin Dunbar afirma que tenemos un número limitado de cada tipo de amigo. Según sus investigaciones, podemos tener un máximo de 150 amigos ocasionales. Para los amigos íntimos, ese número es de 50. Para los confidentes y simpatizantes, es de 15. Y sólo podemos tener 5 mejores amigos.

Tu red debe girar en torno a lo que quieres aprender. No necesitas ser una persona extrovertida para crear y alimentar relaciones mutuamente beneficiosas. En lugar de hacer speed networking, identifica a personas de tu red que puedan ayudarte con necesidades o problemas concretos. En lugar de pedir vagamente a alguien que te sirva de mentor, sé específico en tus peticiones. Por ejemplo, podrías ponerte en contacto con alguien que trabaje en el campo o puesto que deseas y preguntarle cómo llegó hasta allí. ¿Qué habilidades y experiencia necesitarías para desempeñar su trabajo?

Asegúrate de que tu red es diversa. McKinsey & Company encuestó a 1.000 empresas de doce países diferentes. El estudio determinó que las organizaciones en el cuartil superior de diversidad de género tienen un 21 por ciento más de posibilidades de alcanzar una “rentabilidad superior a la media” que las del cuartil inferior. Esta cifra se eleva al 33% cuando se encuentran en el cuartil superior de diversidad étnica.

Piensa por qué te contrataron. ¿Llegaste como consumidor, beneficiándote del valor ya disponible en la red? ¿Tienes habilidades o ideas que aportar? ¿Estás ahí para conectar a la gente? Conocer tu papel en una red te ayudará a averiguar por qué estás allí en primer lugar.

Céntrate en explorar posibilidades futuras en lugar de seguir planes lineales.

En la actualidad, es probable que cambiemos de profesión cinco veces a lo largo de nuestra vida laboral. La clásica trayectoria vital de “educación-trabajo-jubilación” se está extinguiendo rápidamente. Entonces, ¿cómo planificamos nuestras carreras para un futuro que podría no existir?

El mensaje clave aquí es: Céntrate en explorar las posibilidades futuras más que en seguir planes lineales.

Imaginar posibles futuros para tu carrera profesional requiere cierta creatividad, al igual que responsabilizarte de tu propio futuro. ¿Qué otros trabajos o profesiones podrías imaginarte? Considera algunos tipos diferentes de posibilidades para ponerte en marcha.

Tu posibilidad evidente es el siguiente paso lógico desde donde estás ahora mismo. Si sigues haciendo lo que estás haciendo, ¿dónde acabarás? Tu posibilidad de pivotar es un nuevo puesto que utilizaría tu conjunto de habilidades y tus puntos fuertes de una forma nueva. Tu posibilidad ambiciosa es algo que siempre has considerado, pero que por alguna razón has desechado. Normalmente implica superar un obstáculo, como la falta de experiencia o de formación. Por último, tu posibilidad soñada es el trabajo que elegirías hacer si nada te lo impidiera. Podría ser tu trabajo actual, pero también podría ser algo completamente nuevo. Tal vez seas un contable que quiere ser piloto. Todo es posible.

Con todas estas posibilidades, el por qué vas a trabajar sigue siendo tan importante -si no más- que el qué haces en el trabajo. Tus porqués tienen una conexión más íntima con tus valores, y expresan el impacto que deseas tener en el mundo. Por ejemplo, Google puede decir que su qué es “crear un motor de búsqueda increíble que todo el mundo utilice”. Pero su por qué sería “hacer que los datos sean más accesibles y estén mejor organizados”

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Con toda la incertidumbre que acompaña a una carrera serpenteante, decidir qué es lo más importante para ti -y por qué- te servirá de brújula profesional a lo largo del camino.

La curiosidad, la retroalimentación y la valentía son habilidades cada vez más buscadas en el lugar de trabajo.

A veces parece que el mundo cambia más rápido de lo que podemos seguirlo. Esto es especialmente cierto cuando cambiamos de trabajo cada pocos años. Con cada nuevo puesto, nos encontramos con peticiones de nuevas habilidades y diferentes estilos de trabajo. ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos preparados para nuestra próxima oportunidad cuando ésta esté lista para nosotros?

La clave del éxito.

El mensaje clave aquí es: La curiosidad, la retroalimentación y las agallas son aptitudes cada vez más buscadas en el lugar de trabajo.

Mantén la curiosidad para evitar la visión de túnel: si sólo prestas atención a tu propio trabajo, ignorarás las nuevas tendencias y oportunidades. Según una investigación de Francesca Gino, profesora de la Escuela de Negocios de Harvard, las empresas que animan a sus empleados a ser más curiosos tienen menores tasas de conflicto y más inventiva para resolver problemas difíciles.

Pues bien, ¿cómo puedes mantenerte curioso?

Entonces, ¿cómo puedes mantener la curiosidad? Las posibilidades son infinitas. Suscríbete a una revista sobre un tema del que no sepas nada. Descubre nuevos podcasts. Habla con desconocidos o nuevos conocidos. Ya pillas la idea.

Otra cosa que puedes hacer para mantener tu comerciabilidad es mejorar tus técnicas de retroalimentación, tanto para darla como para recibirla. Muchas personas son cautelosas a la hora de buscar opiniones debido a críticas traumáticas del pasado. La retroalimentación tiene el poder de elevar y abrir el camino a cambios constructivos positivos, pero también puede dañar tu confianza.

Tener una carrera profesional irregular significa que tal vez no tengas la oportunidad de intercambiar opiniones con los miembros de tu equipo cara a cara con regularidad, por lo que es importante que forme parte de vuestras reuniones cuando os veáis, o escuchéis, unos a otros. Cuando des tu opinión, intenta utilizar la técnica “lo que ha ido bien/mejor aún si”. En otras palabras, dile primero a tu colega algo positivo, como “Tu presentación ha sido realmente eficaz, y has conseguido mantener a todo el mundo atento todo el tiempo”. A continuación, dale tus sugerencias para mejorar, como “Sería aún mejor si dieras ejemplos más concretos para respaldar tus afirmaciones”

Por último, la técnica de la habilidad innata es muy útil.

Por último, el talento natural no lo es todo. De hecho, las agallas -es decir, la cantidad de esfuerzo que pones en algo- resultan ser un mejor indicador del éxito. Hay cuatro formas principales de cultivar tus agallas.

Primero, reconoce lo que te fascina y explóralo. En segundo lugar, utiliza la práctica deliberada cada día para seguir avanzando en tus habilidades. Éste es el acto de decidir qué habilidad mejorar, cómo mejorarla y, a continuación, entrenarla exhaustivamente. Tercero, identifica un propósito mayor para que tus objetivos comuniquen lo que deseas aportar a tu organización, sector o al mundo en general. Cuarto, adopta una mentalidad de crecimiento. El simple hecho de tener una actitud orientada hacia el crecimiento y el desarrollo constantes de tu mente y tus habilidades se basa en tu agallas como combustible.

Para conseguir tus objetivos, es necesario que tengas una mentalidad de crecimiento.

Explorando tus curiosidades, practicando la retroalimentación y entrenando tus agallas, puedes asegurarte una transición profesional sin problemas cuando llegue el momento.

Examinar objetivamente tus opciones laborales te ayudará a dirigirte hacia el mejor camino.

¿Realmente la hierba siempre es más verde al otro lado? Con cada trabajo llega un momento de incertidumbre, en el que te preguntarás: “¿Debo quedarme aquí o irme a otro sitio?”. En una carrera llena de obstáculos, esta pregunta surgirá repetidamente, y no siempre habrá un simple sí o no.

El mensaje clave aquí es: Examinar objetivamente tus opciones laborales te ayudará a dirigirte hacia el mejor camino.

Si eres feliz en tu puesto y sigues aprendiendo mucho y a menudo, piénsatelo dos veces antes de dejar tu puesto actual. Para saber si un nuevo puesto sería adecuado para ti, pregúntate qué nuevas posibilidades te ofrece. ¿Utilizará el puesto tus puntos fuertes y te ayudará a vivir tus valores, o te atrae más el salario? Un estudio realizado por el psicólogo Daniel Kahneman y el economista Angus Deaton demostró que los salarios a partir de cierto punto -unos 75.000 dólares- dejan de influir en los niveles de bienestar.

Quizás tu organización no invierte en formación continua para sus empleados. Un estudio de IBM demostró que las personas tienen doce veces más probabilidades de dejar su trabajo si no aumentan sus habilidades y experiencia. Mientras que algunas empresas simplemente no tienen presupuesto para ello, otras no ven el sentido de gastar el dinero extra en algo con beneficios indirectos.

La buena noticia es que no puedes invertir en formación.

La buena noticia es que tienes algunas opciones. Puedes encontrar becas o premios para apoyar económicamente tu aprendizaje, o incluso diseñar tu propio curso de estudio independiente basado en qué -y cómo- quieres aprender. Si te conviertes en un defensor del aprendizaje, también puedes introducir cambios desde dentro de tu organización. Esta es una forma estupenda de implicar a otras personas y escuchar sus opiniones sobre artículos, temas y eventos.

Los proyectos paralelos también pueden proporcionarte una valiosa experiencia y ofrecerte una salida para explorar algo que te interese. Puede ser un proyecto que te apasione, o tal vez un proyecto de resolución de problemas que llene un vacío en el mercado. El 42% de las startups atribuyen el fracaso a una demanda insuficiente de su servicio o producto, por lo que es esencial poner a prueba tu idea antes de ponerte manos a la obra.

Por eso, la próxima vez que te sientas como en casa, es importante que te pongas manos a la obra.

Así que la próxima vez que te sientas estancado en un trabajo, intenta averiguar a qué se debe, explora tus opciones y luego elabora un plan para que tu serpenteante carrera siga avanzando.

Conclusiones

El mensaje clave de este resumen:

A medida que las carreras serpenteantes se hacen cada vez más comunes, también nos ofrecen nuevas oportunidades para controlar la dirección de nuestra vida laboral. Podemos entrenarnos para identificar y emplear nuestros puntos fuertes, crear redes mutuamente beneficiosas, aumentar nuestra confianza, integrar nuestros valores y practicar cómo dar y recibir comentarios constructivos. Con estas acciones, una trayectoria profesional indirecta será menos aterradora, y abrirá la puerta a un futuro más emocionante y satisfactorio.

Consejos Accionables:

Documenta tus éxitos cada semana.

Mantén un registro de tus éxitos durante una o dos semanas anotando uno cada día. Alternativamente, intenta reflexionar sobre cada día en términos de “pasos adelante” y “pasos atrás”. Un éxito es un paso adelante, y algo que no sale exactamente como habías planeado es un paso atrás. Al cabo de un par de semanas, echa un vistazo a tu lista. Si hay más pasos adelante que atrás, ¡genial! Si no, mira a ver qué puedes aprender analizando los pasos atrás.

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¡Nos encantaría conocer tu opinión sobre nuestro contenido! Envíanos un correo electrónico a libros@pathmba.com con el asunto La Carrera Garabateada y comparte tus opiniones.

Qué leer a continuación: Future Fit, de Andrea Clarke

Acabas de aprender que las trayectorias profesionales indirectas implican una actualización continua de ti mismo y de tu visión. Sabes cómo identificar lo que se te da bien y lo que te importa, y cómo traducir estos puntos fuertes y valores en movimientos profesionales gratificantes. Pero, ¿qué hay de los retos laborales específicos que plantea el nuevo mundo de la automatización y la inteligencia artificial?

En Future Fit, Andrea Clarke se centra precisamente en eso. Abrazando las nuevas oportunidades de la era digital, demuestra cómo afinar competencias específicas, aprovechar tu creatividad y ampliar las “habilidades humanas” necesarias para mantenerte al día en un mercado laboral basado en las máquinas.

Así que si tienes curiosidad por saber cómo hacerte imprescindible en un futuro de tecnología y resolución de problemas en rápida evolución, abróchate el cinturón y dirígete a nuestro resumen de Future Fit!

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