The New Rules of Work

El manual moderno para orientar tu carrera profesional

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Reglas laborales para un trabajo que manda.

A todos nos gusta creer que el trabajo perfecto está ahí fuera esperándonos. Pero con tantos lugares anunciando vacantes -agencias, aplicaciones, redes sociales y demás- es difícil saber exactamente dónde buscar. Y a medida que avanza la tecnología y se crean nuevas funciones, el gran número de posibilidades y oportunidades hace que la tarea sea aún más intimidante.

Los autores Cavoulacos y Minshew reconocen que encontrar tu nicho en el mundo laboral moderno puede ser abrumador. Utilizando sus experiencias al frente de una consultoría profesional, han elaborado una lista de Nuevas Reglas para ayudarte a navegar por el siempre cambiante panorama. Estas reglas te animan a pensar en lo que más valoras y a dejar que esos valores te guíen durante todo el proceso, desde la búsqueda de empleo hasta la entrevista de trabajo.

Estas reglas te ayudan a encontrar tu trabajo.

Si estás atascado en una rutina laboral, buscas cambiar de rumbo y desafiarte a ti mismo, o incluso si todavía estás eligiendo una carrera universitaria, las Nuevas Reglas te ayudarán a tomar decisiones con conocimiento de causa y te prepararán para tu primer día en ese trabajo soñado.

En este resumen, también descubrirás

  • por qué no debes hacer caso a tus padres;
  • qué es lo que no debes hacer.
  • que invitar a amigos a cenar puede ser una decisión profesional inteligente;
  • y

  • cómo el Marty McFly de Back to the Future ayudó a una mujer a conseguir el trabajo de sus sueños.
  • Identificar tus valores personales te ayudará a diferenciar entre el trabajo que crees que quieres y el papel que realmente disfrutarás.

    ¿Te has encontrado alguna vez en una página web de búsqueda de empleo mirando la barra de búsqueda en blanco, preguntándote qué escribir? Las búsquedas tradicionales de este tipo sólo son útiles si ya sabes lo que quieres hacer. Así que, si no estás seguro de qué es eso, tendrás que identificar tus valores.

    La idea de felicidad de cada persona es diferente. Piensa en lo que necesitas para sentirte feliz y realizado. Tal vez necesites una salida creativa, la oportunidad de viajar o la capacidad de tener un impacto positivo en el mundo. Éstos son tus valores, y deberían determinar lo que buscas en un trabajo.

    Lo más probable es que, si estás leyendo esto, tu trabajo actual no se ajuste a tus valores. Kathryn, una de las autoras, se encontró una vez exactamente en esta situación; aunque había conseguido el trabajo que siempre había deseado, no se sentía realizada.

    Kathryn se especializó en relaciones internacionales y francés y soñaba con una carrera en el servicio exterior. Pero a las pocas semanas de empezar el trabajo de sus sueños en la embajada de EEUU en Chipre, Kathryn se dio cuenta de que el ritmo al que se aplicaban los cambios políticos no era el que ella había esperado.

    Era tan lento que resultaba incompatible con su necesidad de ver los resultados de su trabajo: Kathryn necesitaba un trabajo que satisficiera su necesidad de arremangarse y lograr un impacto notable.

    Al considerar tus propias necesidades, sé consciente de las influencias externas, como las expectativas de tus padres sobre tu carrera, y no te dejes influir por presiones externas. Eso es algo de lo que Alex, uno de los autores, se dio cuenta muy pronto.

    Alex creció en Francia, donde los alumnos deben elegir una carrera -ciencias, letras o economía- a los 15 años. Alex eligió ciencias. En el último curso, tuvo que elegir entre biología, matemáticas y física. Eligió biología y se interesó por la genética.

    No fue hasta que se trasladó a Estados Unidos para estudiar genética cuando Alex se dio cuenta de que no le gustaba el trabajo diario de laboratorio, que sería una gran parte de su trabajo si continuaba en ese campo. Se enfrentó al reto de replantearse lo que creía que quería. Acabó dedicándose a la consultoría, donde conoció a Kathryn y cofundaron su empresa de consultoría, The Muse.

    Piensa que si Alex y Kathryn no hubieran hecho balance de lo que era importante para ellas, nunca se habrían conocido, ¡y este resumen no existiría!

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    Así que has decidido que has nacido para ser diseñadora. Estupendo. Pero antes de empezar a enviar currículos a todos los puestos creativos que encuentres, considera si el puesto al que aspiras se ajusta a tus valores. Diseñar para una pequeña ONG, por ejemplo, será muy diferente de trabajar en una multinacional.

    Para estar realmente satisfecho en tu trabajo, debes considerar tus intereses, habilidades y valores en conjunto. Eso es lo que aprendió Sarah, licenciada en estudios literarios, tras iniciar una carrera en el mundo editorial. Pensó que sería lo que mejor se adaptaba a sus conocimientos e intereses, suponiendo que le permitiría leer, escribir y trabajar con personas de ideas afines.

    Pero un año en el sector editorial no le sirvió de nada.

    Pero un año en una editorial tradicional la desengañó de estas suposiciones. Sarah pasaba más tiempo en su despacho que relacionándose con los autores. Así que buscó funciones que combinaran sus intereses literarios con su necesidad de interactuar con quienes producen literatura. Reconocer esta necesidad la ayudó a centrar su búsqueda de empleo y a encontrar su puesto actual como responsable de desarrollo empresarial en una Startup de autopublicación. En esta organización más pequeña, Sarah tiene la oportunidad de trabajar directamente con los autores.

    Pero, ¿cómo puedes saber qué es lo que más te interesa?

    ¿Pero cómo puedes saber si la carrera que has elegido se ajusta a tus valores antes de empezar?

    La Musa sugiere hacer una cuadrícula. En el lado izquierdo, enumera seis funciones o sectores que puedan interesarte. En la parte superior, escribe tus tres valores más importantes. Ahora considera cómo -y si- cada función e industria te permitirá vivir de acuerdo con esos valores.

    Si no estás seguro de lo que implica cada puesto, mira los perfiles de LinkedIn de las personas que desempeñan ese trabajo en las empresas que te interesan. Te mostrará qué habilidades necesitas y qué han hecho quienes han ocupado ese puesto en el pasado.

    Si esa información no es suficiente, sé proactivo para obtener un conocimiento más completo.

    Antes de poner en marcha La Musa, Kathryn se puso en contacto con un antiguo colega que también estaba iniciando un negocio. Kathryn pudo hablar honestamente con él sobre los pros y los contras de ser una joven empresaria y conoció de primera mano el día a día de un director general de una Startup acompañándole en viajes de ventas para su empresa.

    Cuando tengas una idea más clara de qué función y qué sector encajan mejor con tus valores, estarás preparado para demostrar a los empresarios que encajas perfectamente con sus valores.

    Desarrollar una marca personal que muestre tus mejores atributos te permitirá orientar la forma en que te ven los demás.

    Coca-Cola. Nike. Tú. ¿Qué tienen todas ellas en común? Pues que todas son marcas. El branding ya no es sólo para las empresas: también es una forma de que los posibles empleadores se hagan una idea de tu personalidad.

    Los autores sugieren que pidas opinión a tus compañeros sobre las cualidades que te hacen destacar. Toma los tres descriptores más utilizados y comunícalos de forma que te presenten como un buen empleado, no sólo como una persona agradable.

    Por ejemplo, Jennifer. Cuando Jennifer hizo este ejercicio, sus compañeros la describieron como «super simpática», «trabaja duro para los demás» y «es fácil llevarse bien con ella». Cuando se presente a los empleadores, Jennifer podría expresar sus atributos de forma que demuestren su valor para el empleador, por ejemplo: «Creadora de relaciones, firme cumplidora y motivada para colaborar»

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    Usando este método, puedes ser sincero sobre tus puntos fuertes y débiles y seguir presentándote como el más adecuado para el puesto. Piensa en Zach, que también completó el ejercicio de los autores. Los compañeros de Zach lo describieron como «dispuesto a asumir riesgos», «apasionado y ocasionalmente testarudo», «autoritario» e «irreverente». Éstas podrían interpretarse como cualidades de un personaje difícil y prepotente, pero Zach podría convertirlas en su ventaja, promocionándose como un líder seguro de sí mismo y ambicioso, que irá más allá para conseguir los objetivos de la empresa.

    Tus atributos formarán el perfil de tu empresa.

    Tus atributos formarán tu marca única, y cada interacción que tengas debe respaldar la imagen que ofreces. Esto se aplica tanto a las interacciones cara a cara como a las online. Las empresas a las que sigues, el contenido que publicas, la forma en que te comunicas… todo ello debe mostrar tus intereses, experiencia y personalidad.

    Sin embargo, las interacciones tradicionales con las empresas no son lo mismo.

    Sin embargo, las plantillas tradicionales de las redes sociales a menudo limitan la forma en que puedes comunicar tus habilidades. Para tener total libertad sobre cómo presentarte y presentar tu trabajo, los autores recomiendan crear un sitio web personal.

    Eso es lo que hizo Jillian Youngblood cuando decidió cambiar su carrera política por la tecnología. Creó su propio sitio web para demostrar sus habilidades en desarrollo web. El jefe de un equipo de desarrollo encontró el sitio, y Jillian fue invitada a una entrevista, algo que quizá no habría ocurrido si se hubiera ceñido a una plantilla de trabajo más tradicional.

    Trata tus perfiles profesionales de una forma que no sea la tradicional.

    Trata tus perfiles profesionales de forma similar a un perfil de citas: nada de mentiras, sólo aspectos destacados cuidadosamente seleccionados que te muestren lo mejor de ti. Y, por supuesto, nada de fotos en bañador.

    Replantéate tu forma de establecer contactos: crea relaciones duraderas y utiliza esos contactos para encontrar oportunidades antes de que se anuncien.

    Si la palabra «networking» te evoca imágenes de vino barato, canapés secos y charlas incómodas con desconocidos, no estás siguiendo las Nuevas Reglas.

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    Trata tus perfiles profesionales de forma similar a los perfiles de citas.

    Los eventos formales de networking ya no son la forma más eficaz de ampliar tu círculo profesional. Las redes sociales, por el contrario, pueden ponerte en contacto instantáneo con personas interesantes de tu sector. Tus interacciones pueden ser tan sencillas como un intercambio en Twitter, unirte a un grupo de Facebook o un mensaje invitando a alguien a un café.

    ¿. Con este tipo de eventos, nunca sabes a quién vas a conocer o qué puedes aprender.

    Tradicionalmente, el networking se ha centrado en encontrar personas que puedan ayudarte inmediatamente, pero es igual de importante cultivar las relaciones a lo largo del tiempo, ya que nunca sabes cuándo esa relación dará sus frutos.

    Por ejemplo, Alex, una de las autoras. Conoció a un escritor en una conferencia y siguieron en contacto, poniéndose al día siempre que estaban en la misma ciudad. Cuando su contacto atravesó una transición profesional, Alex estuvo encantada de ofrecerle consejo. Años más tarde, Alex quería resolver su propio problema laboral. Su contacto trabajaba en la red social en la que necesitaba ayuda y estuvo encantado de ayudar a Alex.

    Si cultivar tu red de esta forma te parece que lleva mucho tiempo, recuerda que no necesitas una red enorme, sólo la adecuada. La mayoría de las ofertas de empleo nunca se publican, así que ponte en conocimiento del gerente de cada empresa que te interese. La próxima vez que haya un puesto disponible, te tendrán en mente. Este enfoque funcionó sin duda para Elliott Bell.

    En 2012, Elliott escuchó a una de las autoras, Kathryn, hablar en la conferencia Mujeres 2.0. Al día siguiente, le envió un mensaje a través de LinkedIn en el que le decía que le había impresionado el discurso de Kathryn, su equipo y la propia empresa. Le detalló brevemente su experiencia en marketing, cómo sus conocimientos podrían ayudar a The Muse a expandirse y le pidió la oportunidad de seguir discutiendo sus ideas. Incluso mencionó a un contacto común, que dio a Elliott una referencia elogiosa después de que Kathryn se pusiera en contacto con él.

    The Muse no estaba contratando en ese momento, pero Kathryn quedó tan impresionada con Elliott que le contrató unos meses más tarde como jefe de marketing, donde permaneció cuatro años y creó el equipo de marketing.

    La primera impresión es crucial, así que pon el mismo empeño en tu solicitud que en tu búsqueda de empleo.

    ¿Sabías que el 55% de los gerentes ni siquiera leen tu carta de presentación? Eso es lo que reveló una encuesta de Jobvite de septiembre de 2015. Entonces, ¿por qué deberías molestarte en escribir una? Pues porque el 45% de los gerentes la leerán.

    Los consultores de The Muse creen que un currículum y una carta de presentación bien elaborados pueden marcar la diferencia. La clave está en hacer que la información más relevante para tu candidatura -ya sea tu experiencia o tu formación- sea fácil de encontrar. Debe aparecer en el tercio superior de tu currículum de una página, aunque eso signifique sacar los logros del orden cronológico.

    Si te parece una faena reescribir tu currículum para cada solicitud, guarda un documento maestro con tus logros e historial laboral. Luego sólo tendrás que copiar y pegar los ejemplos más relevantes en cada versión de tu currículum.

    En la carta de presentación, evita repetir el contenido del currículum. El currículum mostrará que tienes las aptitudes necesarias para el puesto; la carta de presentación es tu oportunidad para demostrar que eres el más adecuado.

    Intenta empezar tu carta con una anécdota relevante. Captará la atención del gerente y dejará traslucir tu personalidad. Eso es lo que hizo Abby Wolfe cuando solicitó un puesto de becaria en The Muse, y los autores recuerdan su carta hasta el día de hoy.

    Abby presentó su solicitud el 21 de octubre de 2015, el día en que Marty McFly viajó al futuro en la película Back to the Future Part II. Abby demostró su creatividad comparando la acción de Marty que cambió el futuro con su propia decisión, que esperaba que cambiara el futuro. Luego destacó sus mejores atributos con historias personales e incluso memes. Realmente captó la atención del equipo de The Muse y demostró que Abby entendía la cultura de la empresa. Ni que decir tiene que consiguió el trabajo.

    Abby demostró a su futuro empleador que era la mejor candidata para el puesto. Tú puedes hacer lo mismo respaldando tus habilidades con ejemplos concretos. Tal vez puedas citar el aumento de las cifras de ventas como resultado de una campaña que dirigiste o el aumento del compromiso de los empleados como resultado de un evento que organizaste.

    ¿Por qué no demostrar que ya sabes hacer el trabajo que solicitas? Una candidata de BuzzFeed, por ejemplo, convirtió su carta de presentación en un clásico artículo al estilo de BuzzFeed. Demostró que conocía la empresa y su cultura.

    ¿Y qué pasa si envías tu solicitud perfectamente adaptada y no recibes respuesta? Deberías comprobarlo al cabo de una semana. Si además consigues que tu seguimiento sea memorable, darás un impulso extra a tu solicitud.

    El trabajo duro no termina con una oferta de empleo; reconoce tu valía y negocia un contrato que se ajuste a tus valores y estilo de vida.

    ¡Enhorabuena! Has trabajado duro, has pasado por varias rondas de entrevistas y el departamento de RR.HH. de la empresa de tus sueños te ha llamado para ofrecerte el puesto.

    Trabajador.

    Naturalmente, querrás decir: «¡Gracias! ¿Cuándo empiezo?» Pero hay buenas razones para no aceptar la oferta. Abordar cualquier reserva que tengas en esta fase te ahorrará tiempo y estrés en el futuro.

    Una vez que te han ofrecido el trabajo, por fin eres tú quien está en una posición de poder. El contrato no puede empezar sin tu firma, así que asegúrate de que el puesto y el sector se alinean con tus valores antes de aceptar.

    Sé sincero contigo mismo. Puede parecer una oportunidad prometedora, pero pregúntate cómo encaja con el estilo de vida que deseas. Tal vez estés planeando un gran viaje, pero la paga de las vacaciones no es muy buena. Tal vez estés preparado para formar una familia, pero el permiso parental no está remunerado. Todas estas cosas pueden negociarse. Puede parecer intimidante, pero las empresas esperan que hagas preguntas.

    Entonces, ¿cómo sabes si serás feliz en el trabajo? Lo has adivinado: más investigación.

    Un simple trabajo de detective en LinkedIn te dará una idea de la rotación de empleados de la empresa, cómo podría ser tu progresión profesional y cuál es la cultura de la empresa. Tal vez quieras ponerte en contacto con empleados actuales o antiguos para hacerles preguntas más concretas.

    Si esto te parece excesivo, ten en cuenta la experiencia de Kathryn. Kathryn aceptó entusiasmada un nuevo trabajo sin mirar mucho más allá de la descripción del puesto. No fue hasta que llegó a la oficina y conoció al equipo cuando se dio cuenta de que sus compañeros serían poco inspiradores. Un poco de investigación previa habría informado a Kathryn de que el entorno de trabajo no encajaba bien con ella.

    Incluso si no estás seguro de lo que estás haciendo, no te preocupes.

    Incluso si estás segura de que aceptar el trabajo es la decisión correcta y estás contenta con las condiciones, hay ventajas adicionales que debes tener en cuenta. Tal vez no puedas negociar el salario, pero no te costará nada negociar tu cargo, algo que podría suponer una gran diferencia en tu próxima búsqueda de empleo.

    Pongamos que te ofrecen el puesto de «asistente de RRHH». ¿Por qué no pides que lo cambien por «generalista de RRHH»? Al instante parecerás más experimentado.

    Por último, prepárate para decir que no si no estás convencido de que el trabajo sea adecuado para ti. Tu entorno de trabajo tiene efectos duraderos en tu felicidad y crecimiento personal, así que rechazar una oferta puede ser la mejor decisión para ti.

    Elegir el canal de comunicación adecuado y cultivar las relaciones en toda la empresa te ayudará a prosperar.

    «Excelentes habilidades de comunicación», «Comunicador seguro», «Genio de las comunicaciones».

    Sin duda, alguna versión de esto aparece en tu currículum, y esperemos que con razón. Ser un buen comunicador es clave para trabajar bien con los compañeros, evitar los conflictos y establecer relaciones.

    Los autores creen que la planificación es la clave para una comunicación eficaz.

    Piensa detenidamente qué quieres conseguir con la información que transmites, a quién quieres llegar con ella y cuál es la forma más eficaz de transmitir el mensaje. Algunos compañeros preferirán una llamada telefónica; otros, el correo electrónico. Elegir el canal adecuado te ahorrará tiempo a ti y a tus colegas.

    Una de las autoras, Alex, aprendió esta lección cuando trabajó con dos gerentes muy diferentes. Cada uno tenía un estilo de comunicación muy diferente. Uno era gregario y rápido de reflejos. Si Alex tenía una pregunta, podía ir al despacho del gerente para obtener una respuesta instantánea.

    La segunda gerente de Alex era reflexiva, analítica y valoraba la concentración. Alex aprendió que era mejor reservar sus preguntas para este gerente y hacerlas todas a la vez. Si Alex no se hubiera adaptado a la personalidad de cada gerente, habría afectado a su productividad y a la de sus gerentes.

    También merece la pena pensar en con quién te comunicas. En el lugar de trabajo, tradicionalmente sólo entablarías relaciones con personas de tu mismo nivel o quizá del nivel inmediatamente superior, pero las Nuevas Reglas dan importancia a cultivar las relaciones a todos los niveles. Nunca se sabe de quién se puede aprender, incluso los recién contratados tienen algo que ofrecer, ya que su inexperiencia les permite ver la empresa con ojos nuevos.

    Kathryn.

    Kathryn, una de las fundadoras de The Muse, recibió orientación de sus compañeros. Cuando The Muse estaba despegando, Kathryn buscó inversores y descubrió que los mejores consejos no procedían de empresarios consolidados, sino de otros fundadores de Startups en fase inicial. Acababan de pasar por el mismo proceso que Kathryn, así que sus conocimientos eran actuales y de primera mano.

    En cambio, Alex tuvo como mentor a alguien de más arriba. Alex trabajó con un gerente de McKinsey & Company, cuyo equilibrado estilo de comunicación quería emular. Incluso cuando dejó de trabajar bajo las órdenes de la gerente, Alex siguió trabajando con ella y aprendiendo de ella. La gerente se convirtió en su mentora, dándole su opinión, presentándole oportunidades y ayudándola a desarrollar su propio estilo.

    No lo olvides: todo el mundo tiene una valiosa sabiduría que compartir, incluido tú.

    Toma las riendas de tu crecimiento personal identificando y desarrollando las habilidades que necesitas para avanzar a medida que evolucionan tus valores.

    Así que has encontrado un trabajo que coincide con tus valores, has comprado un cactus para tu escritorio y has reclamado tu taza de café favorita de la cocina. ¡No te acomodes demasiado! A medida que tus valores cambien con el tiempo, tendrás que hacer movimientos ascendentes o laterales. Sigue ampliando tus habilidades, y no sólo serás más eficiente en tu puesto actual, sino que también estarás bien preparado para tu próximo reto.

    Todos los días.

    No hace falta que te apuntes a clases nocturnas: simplemente mantén la curiosidad y permanece abierto a aprender cosas nuevas. Podrías empezar por trabajar en tu productividad.

    En 2012, una encuesta de LinkedIn demostró que el 90 por ciento de los profesionales admiten que son incapaces de realizar todas las tareas de su lista de pendientes al final del día. Si te encuentras en ese 90 por ciento, hay estrategias que te pueden ayudar.

    La empresaria Robyn Scott sugiere pensar en cómo te hará sentir completar las tareas y agruparlas según la emoción que experimentarás al completarlas. Céntrate en la motivación que hay detrás de cada tarea.

    Terminar la declaración de la renta aliviará tus preocupaciones económicas, llamar a un amigo te levantará el ánimo y hacer ejercicio te hará sentir en forma y preparado para cualquier cosa. Ya no se trata de una larga lista de tareas pendientes, sino de una lista de tareas cuya realización te reportará recompensas emocionales: un buen truco para los procrastinadores crónicos.

    También tu trabajo aliviará tus preocupaciones económicas.

    Tu trabajo también cambiará a medida que evolucione la tecnología. Tienes que ser proactivo para adquirir las nuevas habilidades necesarias para mantenerte al día.

    Si sueles trabajar con desarrolladores de software pero no tienes cabeza para la tecnología, ¿por qué no te apuntas a unas clases de programación? Comprenderás mejor el trabajo de los desarrolladores y aprenderás una nueva habilidad en el proceso.

    Otra forma eficaz de prepararte para un cambio profesional es subir de puesto. Cuando comprendes cómo tu función apoya los objetivos de tu gerente, os hace más eficientes a ti y a tu gerente. Construye una relación con ella, conoce los retos de su trabajo y encuentra formas de quitarle trabajo de encima sin que te lo pida.

    Mirar más allá de tus propias responsabilidades no sólo demuestra que te dedicas a tu desarrollo, sino que también deja claro que te preocupas por la empresa en su conjunto. Y cuando te vayas, te llevarás del trabajo algo más que un cactus y una taza de café: tendrás una gran cantidad de habilidades y logros en tu haber.

    Conclusiones

    El mensaje clave de estos resúmenes:

    Explorar y comprender tus valores personales es la clave para una vida laboral feliz y satisfactoria. Para una vida de satisfacción, evalúa estos valores cada pocos años. Mientras tanto, esfuérzate por seguir aprendiendo nuevas habilidades y estableciendo relaciones significativas a todos los niveles en el lugar de trabajo.

    Consejos Accionables:

    Consejos Accionables:

    Consejos Accionables:

    Consejos Accionables.

    Trata el contacto con la gente como parte de tu trabajo.

    Cuando sólo has conocido a alguien una vez en una conferencia, puede parecer desalentador intentar convertir esa breve conexión en una relación a largo plazo. Así que aquí tienes una forma de empezar. Envía un correo electrónico breve y amistoso en las 48 horas siguientes al encuentro. Incluye un enlace a un artículo que creas que les gustará, o un chiste sobre el acto en el que estuvisteis, y hazles saber que te gustaría volver a quedar. Eso es todo lo que hace falta para que empiece a rodar la pelota.

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    Sugerencias más lectura: Por qué trabajamos, de Barry Schwartz

    Por qué trabajamos (2015) expone los supuestos erróneos que rigen el mundo laboral moderno. Este resumen te guía a través de las razones por las que las actuales estrategias de gerente fracasan, y te muestra algunas alternativas mucho más eficaces. Además, los estudios de casos basados en historias de éxito de empresas ilustran lo poderosos que pueden ser unos empleados comprometidos y satisfechos.

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