The Journey Beyond Fear

Aprovecha los Tres Pilares de la Positividad para Construir tu Éxito

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Tres herramientas para alcanzar todo tu potencial.

Sentimos el miedo, y la presión. Como estratega empresarial en Silicon Valley, trabajando con personas de éxito en todos los campos, Hagel ha visto lo temerosos que somos muchos de nosotros. A menudo nos sentimos abrumados por la competencia y la presión por rendir.

El miedo nos frena.

El miedo nos frena. Nos impide -a nosotros y a nuestras organizaciones- aprovechar al máximo las oportunidades y alcanzar nuestro potencial.

A través de décadas de experiencia, Hagel ha identificado tres sencillas herramientas que pueden ayudarnos a superar el miedo, transformando nuestras vidas y carreras. Y todo empieza con una historia. Bueno, más o menos…

En este resumen aprenderás

  • por qué ciertos tipos de pasión son tan poderosos;
  • cómo un simple eslogan puede tener un gran impacto;
  • y
  • por qué las empresas deberían inspirarse en World of Warcraft 
  • .

La presión es real, y el miedo también, pero intenta ir más allá.

Si sientes que estás bajo presión, no estás solo. Todos nosotros -individuos y organizaciones- estamos sometidos a una presión cada vez mayor. Son tiempos difíciles.

Durante sus 40 años de carrera en Silicon Valley, el autor ha observado que la presión aumenta y aumenta. Como ves, Hagel tiene experiencia en consultoría de gestión, especializada en tecnología y oportunidades de negocio. Ha visto el impacto humano de la globalización y la tecnología digital: el lado oscuro de la revolución.

Hace años, vio una valla publicitaria junto a la autopista, justo en el corazón de Silicon Valley. En el cartel figuraba esta sencilla pregunta «¿Qué se siente al saber que hay al menos un millón de personas en el mundo que pueden hacer tu trabajo?

Se siente estresado, ¿verdad? Con la globalización, personas de todo el planeta pueden competir por tu puesto de trabajo.

Y ahora, con los rápidos avances tecnológicos, las máquinas también son tus competidoras. Hoy en día, la cartelera podría decir: «¿Qué se siente al saber que hay 1 millón de robots que pueden hacer tu trabajo?»

No es de extrañar que muchos de nosotros nos sintamos bajo presión. Puede que incluso sintamos miedo: miedo a la competencia. O tenemos miedo de no ser capaces de alcanzar nuestros objetivos. El miedo está ahí cuando vamos a trabajar, y a menudo también cuando volvemos a casa.

El miedo puede ser un poderoso motivador. Pero, ¿es un buen motivador? Pues la verdad es que no. Basta con ver cómo actúa una persona cuando está bajo presión o siente miedo. Toda su perspectiva cambia. Se centra en el corto plazo y empieza a creer que las recompensas o los recursos son limitados.

Una vez que la persona cree esto, se preocupa por quién va a «ganar». Empiezan a pensar: «Para que yo gane, otro tiene que perder». Y como resultado, aumenta la rivalidad, aumenta la presión. Es un círculo vicioso, que tiene un profundo impacto emocional.

Además, las emociones pueden ser contagiosas. El miedo se propaga de una persona a otra, aumentando su intensidad. Afecta a comunidades y organizaciones enteras.

Pero no tiene por qué ser así. El miedo no es el único motivador.

La esperanza y la ilusión también pueden motivarnos. ¿No es mejor dejarse llevar por el entusiasmo que por el miedo al fracaso?

Pero seamos claros: no estamos hablando de vivir una vida completamente libre de miedo. Es una emoción que todos experimentamos de vez en cuando.

Pero no tenemos por qué definirnos por nuestros miedos. Y podemos encontrar motivación en otra parte.

Piensa en tu vida, o en tu carrera, como en un viaje, una travesía por el mar. Tú eres la embarcación, justo en medio de este viaje. Y merece la pena hacer el viaje, porque hay muchas oportunidades apasionantes ahí fuera. Merece la pena navegar por mares tormentosos.

Pero para llegar a tu destino, necesitarás motivación. Y necesitarás algunas herramientas.

Pero para llegar a tu destino, necesitarás motivación.

Durante su trayectoria vital, Hagel ha vivido una infancia difícil, dos divorcios y retos profesionales. A lo largo del camino, ha identificado tres herramientas que le han ayudado a seguir adelante.

Son herramientas que cualquiera puede utilizar. Te motivarán, te guiarán y te llevarán sano y salvo a tu destino. Te ayudarán a alcanzar tu potencial, pase lo que pase.

A continuación veremos estas tres herramientas: qué son y cómo utilizarlas. De este modo, estarás preparado para emprender la siguiente parte de tu viaje: un viaje más allá del miedo, que te llevará a una tierra de oportunidades.

Encuentra la motivación en las narrativas personales basadas en las oportunidades.

Así pues, hemos visto que el miedo no es una gran fuente de motivación. Necesitamos algo más: una fuerza positiva que nos inspire a zarpar.

El consejo de Hagel es que encuentres una narrativa. Ésa es la primera herramienta que necesitarás.

Ten en cuenta que una narrativa no es lo mismo que una historia. Hay un par de diferencias clave.

En primer lugar, a diferencia de una historia, una narración tiene un final abierto. Hay oportunidades, pero aún no hay resolución. Además, una narración es una llamada personal a la acción. Trata de nosotros y de lo que hacemos. En una historia, somos un observador pasivo, mientras que en una narración, somos un participante activo.

Una narrativa puede basarse en el miedo o en la oportunidad. Obviamente, Hagel recomienda lo segundo.

Lo mejor es buscar una narrativa basada en la oportunidad, que se centre en tu capacidad para lograr un resultado positivo. Ese resultado positivo podría estar relacionado con el negocio, como generar valor económico. O podría ser social, como la creación de una comunidad solidaria.

Obviamente, las posibilidades son infinitas, pero empecemos centrándonos en las narrativas personales. Este tipo de narrativa puede ser enormemente motivadora: una fuente de inspiración en cualquier momento de tu vida.

A Hagel le llevó un tiempo identificar su narrativa personal, pero hubo indicios desde el principio. En tercero de primaria hizo un test de aptitud, para ver qué tipo de carrera se le daría mejor. No le convencieron los resultados, que sugerían que se hiciera sacerdote o asistente social.

Pero el test le dio la razón.

Pero el test tenía razón en algo: Hagel tenía un fuerte deseo de ayudar a los demás. En la universidad, se implicó en movimientos políticos, como las protestas contra la guerra de Vietnam. Más tarde, empezó a trabajar como consultor de gestión, ayudando a los ejecutivos a enfrentarse a retos importantes.

Ayudar a los demás: ésta era la narrativa de Hagel y su fuente de motivación. Ha sido un tema constante a lo largo de su vida y su carrera.

Ahora, como estratega empresarial, Hagel suele ayudar a sus clientes a identificar las narrativas que dan forma a sus vidas.

Tú también puedes hacerlo. He aquí cómo encontrar tu narrativa personal, en relación con tu carrera o con tu vida en general.

Empieza haciéndote algunas preguntas. ¿Cómo ves el futuro? ¿Lo ves más en términos de miedo y amenaza, o de entusiasmo y oportunidad?

A continuación, piensa en lo que esperas de los demás. ¿Qué tipo de colaboración quieres de las personas de tu vida? Piensa también en sus motivaciones. ¿Hay alguna buena razón para que colaboren contigo?

Luego, reflexiona sobre las elecciones y acciones a las que te enfrentas en un futuro próximo. Piensa en lo que es probable que hagas y en lo que eso dice sobre tus motivaciones.

Y, por último, elabora un plan de acción.

Y por último, averigua qué apoyo necesitas. No sólo colaboración, sino ayuda real de los demás. No importa lo autosuficiente que te creas. Tendrás más posibilidades de tener éxito si pides la ayuda adecuada a las personas adecuadas.

Este tipo de autoevaluación te ayudará a mejorar tu autoestima.

Este tipo de autorreflexión te ayudará a comprender mejor tu narrativa. A medida que profundices, puede que descubras algunas verdades interesantes. Tal vez tus elecciones profesionales han estado más motivadas por el miedo que por la oportunidad. Tal vez haya algo que te ha estado frenando durante años.

Pero no es así.

Pero nunca es demasiado tarde para cambiar. Y puedes esperar que tu narrativa evolucione a lo largo de tu vida. Es un proceso continuo, así que sigue reflexionando sobre tus motivaciones.

Ese es el primer paso para alcanzar tu potencial y encontrar la plenitud.

Las narrativas institucionales también importan.

Las narrativas no son sólo para el individuo. Las instituciones también las utilizan.

Por ejemplo, Apple. Uno de los primeros eslóganes de la empresa era «Piensa diferente». Pero no era sólo un eslogan, sino una poderosa narrativa que hablaba a mucha gente.

Los conceptos de individualidad y expresión creativa resuenan profundamente. «Piensa diferente» va más allá de la compra de un producto. Podrías considerarlo una invitación o una llamada a la acción.

Steve Wozniak y Steve Jobs sabían cómo «pensar diferente», y sabían que esta narrativa tendría atractivo. No sólo entre los clientes, sino también entre el tipo de personas que querían que trabajaran en Apple, como los desarrolladores de aplicaciones.

Por eso importan las narrativas. Una narrativa institucional sólida puede atraer a la gente a la empresa y convertirse en una fuente de lealtad y aprendizaje.

A través de su inspiradora narrativa, Apple creó una red diversa de desarrolladores, que crearon una serie de aplicaciones innovadoras. Y como resultado, todos salieron beneficiados: la empresa, los colaboradores y los clientes.

En resumen, una buena narrativa institucional atrae a la gente y es una llamada a la acción. Además del «Think Different» de Apple, es el «Just Do It» de Nike. O el «Pertenece a cualquier lugar» de Airbnb.

Pero antes de que te pongas a hacer lluvia de ideas sobre eslóganes. Hay algo más que eso.

Como ya hemos visto, trabajar con narrativas requiere mucha introspección. Lo mismo da que estés identificando tu narrativa personal o elaborando una para tu organización. Todo empieza haciéndote una serie de preguntas.

En este caso, obviamente debes centrarte en tu empresa y sus clientes. Empieza con la siguiente pregunta:

«En la próxima década, ¿quiénes serán nuestros clientes y partes interesadas más importantes?»

Y luego, considera las oportunidades que existen. Pregúntate: «¿Qué oportunidades podemos ayudar a abordar a los clientes y a las partes interesadas?»

Por último, reflexiona sobre las oportunidades que se nos presentan.

Por último, reflexiona sobre las acciones que tendrán que emprender para aprovechar estas oportunidades, así como sobre los retos a los que pueden enfrentarse. ¿Cómo les inspirará tu organización para superar las dificultades?

Si aún no estás completamente seguro de cómo debe ser tu narrativa institucional, aquí tienes un ejemplo.

En el caso de un proveedor de asistencia sanitaria, la narrativa podría ser algo así:

«Siempre nos hemos esforzado por superar las dificultades.

«Siempre nos hemos centrado en tratar las enfermedades. Pero ahora, con los avances de la tecnología médica, tenemos un mayor conocimiento de nuestra salud. Cada vez hay más dispositivos digitales que nos permiten vigilar de cerca el estado de salud física.

Eso significa que podemos ser más proactivos y cuidar de nosotros mismos. Así que, en lugar de la enfermedad, centrémonos en el bienestar»

Esa es una narrativa institucional significativa. Y se centra en la oportunidad, en lugar de en el miedo.

Piensa en ello cuando desarrolles tu propia narrativa. Asegúrate de que la narrativa es clara, poderosa e inspiradora, para que realmente resuene en las personas a las que intentas llegar.

Encuentra tu pasión e intégrala en tu vida laboral.

Así que tu viaje ha comenzado. Has zarpado, motivado por tu narrativa. Pero a medida que avanzas, necesitarás algo que te sostenga. Comida, combustible o pasión.

La pasión puede ser el combustible que te mantenga en marcha.

La pasión puede ser el combustible que te mantenga en marcha.

Por supuesto, «pasión» es un término bastante amplio. Reduzcámoslo y veamos el tipo de pasión más útil. Hagel la llama «la pasión del explorador»

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Una de las cualidades que definen este tipo de pasión es el compromiso con un dominio. El dominio puede ser un área de conocimiento, como la astronomía, o una industria, como la fabricación. Sea lo que sea, a un explorador le entusiasma estar implicado en ese ámbito y dejar huella.

Otra característica clave de los exploradores apasionados es su actitud ante los retos inesperados. Cuando surge un reto, los exploradores se entusiasman, porque los ven como oportunidades. Los retos son una oportunidad para hacer algo nuevo, algo mejor.

Además, los exploradores no viajan solos. Cuando se enfrentan a un problema, se ponen en contacto con otras personas que comparten su pasión o tienen experiencia. Los exploradores apasionados conectan con los demás.

Este tipo de pasión es muy poderosa. Cuando te enfrentas a un reto, ¿no es mejor la acción colectiva que la pasividad aislada? Impulsado por tu pasión, puedes hacer que se produzca el cambio mientras trabajas con otros. Y, lo que es más importante, no actúas por miedo, sino por esperanza y entusiasmo.

Todos podemos convertirnos en exploradores apasionados y alcanzar todo nuestro potencial. Pero, por supuesto, primero tienes que saber cuál es tu pasión, y luego cultivarla.

Quizá ya la hayas encontrado: sabes qué te apasiona en la vida. Y si aún no estás seguro, no pasa nada. Puedes encontrar tu pasión en cualquier momento de tu vida.

Las narrativas pueden ser una gran herramienta para identificar la pasión. Son un catalizador para el autodescubrimiento. Así que sigue reflexionando sobre tu narrativa personal, utilizando las preguntas que hemos visto antes. Piensa también en otros tipos de narraciones y averigua cuáles te emocionan y te inspiran.

Puede que te inspire la llamada a la acción de una empresa. ¿Recuerdas la narrativa de Apple sobre la identidad única y la expresión creativa? O podrías inspirarte en el «Just do it» de Nike: una invitación a convertirse en un participante activo.

Hay todo tipo de narrativas apasionantes, y no sólo en el mundo de los negocios.

Las religiones y los movimientos políticos también tienen narrativas, y lo mismo ocurre con las naciones.

Sólo tienes que pensar en el Sueño Americano.

Así que encuentra una narrativa que resuene contigo y úsala para encontrar tu pasión.

Después, sólo queda integrar tu pasión con tu profesión. Hagel recomienda dar pequeños pasos. Encuentra los elementos que te emocionan en tu trabajo actual y busca oportunidades para aprovechar esos elementos.

Por ejemplo, una de las clientas de Hagel era vendedora en una empresa de automóviles. Era buena en su trabajo, pero no le resultaba muy satisfactorio. Las ventas eran demasiado transaccionales.

Cuando la mujer reflexionó sobre lo que le apasionaba, se dio cuenta de que le interesaba más satisfacer las necesidades insatisfechas de las personas. Pensándolo bien, diseñar programas de marketing era una oportunidad mucho más emocionante.

Así que aprovechó la oportunidad. Ni siquiera tuvo que dejar su trabajo. En lugar de eso, habló con un ejecutivo de marketing de su empresa. Le intrigaron tanto sus ideas y su pasión que la trasladó a su departamento.

Ahora, a la clienta de Hagel le entusiasma ir a trabajar cada día. Eso es lo que ocurre cuando identificas tu pasión y la integras con tu trabajo.

Al trabajar juntos en plataformas de aprendizaje, podemos liberar un potencial ilimitado.

Hasta ahora hemos visto dos de las tres herramientas que te ayudarán a superar el miedo y a alcanzar tu potencial: la narrativa y la pasión. Ambas cosas son cruciales.

Pero mientras continúas tu viaje, sólo te llevarán hasta cierto punto. Para llegar a tu destino y desarrollar todo tu potencial, necesitarás algo más: la ayuda de los demás.

Por eso, la tercera herramienta que Hagel recomienda son las plataformas de aprendizaje. Es un defensor tan apasionado de las plataformas de aprendizaje, que incluso está en proceso de crear la suya propia.

Pero antes de adelantarnos, dediquemos un momento a definir la palabra «plataforma». Probablemente suene un poco vago.

Hablamos de plataformas como estructuras de gobierno. Estas estructuras tienen ciertos protocolos de interacción, que facilitan a sus miembros la conexión y la colaboración. LinkedIn es una plataforma. Es una estructura con directrices que permite a la gente interactuar en grupos.

Pero lo que queremos decir es que las plataformas son estructuras de gobierno.

Pero lo que nos interesa es algo más específico: las plataformas de aprendizaje. Este tipo de plataformas ayudan a los usuarios a aprender juntos, a través de la acción. A veces, la mejor forma de aprender, y de resolver problemas, es a través del crowdsourcing.

Probablemente no sea el ejemplo que esperabas, pero el videojuego online World of Warcraft trata sobre el aprendizaje. Cuando entras en este asombroso mundo virtual y participas en batallas interplanetarias, en realidad estás utilizando una plataforma de aprendizaje. Es un entorno en el que aprendes mediante la participación activa. Y, como es un juego multijugador, el aprendizaje se acelera por las interacciones con los demás.

Extrañamente, no hay muchas plataformas de aprendizaje en las empresas. Pero un buen ejemplo es el foro en línea creado por el desarrollador de software SAP hace muchos años.

Este foro online era un lugar en el que los desarrolladores de aplicaciones podían ayudarse mutuamente. Cuando un desarrollador tenía un problema, podía publicarlo en el foro, con la esperanza de que alguien tuviera la solución. La plataforma pronto se hizo increíblemente popular, atrayendo a más de dos millones de miembros. Todo el mundo aprendió de los demás, y los desarrolladores de aplicaciones SAP se volvieron mucho más productivos.

La conclusión es que las plataformas de aprendizaje nos ayudan a aprovechar los efectos de red. Cuando las personas aprenden juntas, aprenden más rápido. Y eso conduce a mejoras significativas, tanto para el individuo como para la organización. Utilizar estas plataformas es la forma ideal de alcanzar tu potencial y, en última instancia, de marcar la diferencia en la vida de las personas.

Por eso Hagel se ha inspirado para desarrollar su propia plataforma de aprendizaje. De momento, sigue siendo un trabajo en curso. Pero un día, la plataforma reunirá a personas a través de talleres y grupos de impacto. El objetivo es ayudar a la gente a desarrollar sus narrativas, cultivar sus pasiones y tener un impacto real. 

En palabras de Hagel, es el «viaje más allá del miedo». Con las herramientas y el apoyo adecuados, es un viaje que todos podemos hacer.

Conclusiones

Si eres capaz de superar el miedo, sacarás mucho más partido a la vida. Para ello, encuentra la motivación en tu narrativa personal, e identifica lo que realmente te entusiasma. A continuación, busca formas de colaborar con los demás, idealmente a través de plataformas de aprendizaje. De ese modo, sea cual sea tu vocación en la vida,

podrás alcanzar tu verdadero potencial.

Y aquí tienes más Consejos Accionables: 

Educa a tu gente.

Usa la organización celular.

Cuando las personas trabajan y aprenden juntas, los grupos pequeños suelen ser los más eficaces. Hagel recomienda crear «células» de unas 3 a 15 personas que se reúnan regularmente. Es más fácil para los grupos pequeños de personas formar relaciones basadas en la confianza, apoyándose mutuamente y aprendiendo unos de otros. Puedes ver este tipo de estructura en todas partes: en iglesias, movimientos políticos e incluso en Alcohólicos Anónimos. Si quieres tener un mayor impacto, intenta adoptar la organización celular en tu lugar de trabajo o comunidad.

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