The Discomfort Zone

Cómo los líderes convierten las conversaciones difíciles en grandes avances

¿No tienes tiempo de leer?

Nuestros Audioresúmenes, te mantienen al día con los mejores artículos y libros de negocios; aún y cuando no tienes tiempo para leer.

Aprende a crear un espacio de conversación seguro para tener esas conversaciones difíciles.

Todos evitamos las conversaciones difíciles. Como gerente, no puedes evitarlas durante mucho tiempo. Pero, ¿cómo mantener una conversación constructiva que aborde temas delicados sin ser visto como el matón?

Ahí es donde entra en juego la zona de incomodidad. Aprender a crear un espacio seguro para un empleado o un amigo en una conversación te da la libertad y la flexibilidad necesarias para abordar después el problema principal que necesita solución, y hace que todos se sientan implicados y valorados en el proceso.

Este resumen te ofrece un enfoque paso a paso para mantener esa conversación y obtener los resultados que deseas en cada ocasión.

En el siguiente resumen, te ofrecemos una serie de consejos que te ayudarán a mantener esa conversación.

En el siguiente resumen, descubrirás

    • cómo escuchar no sólo implica a tus oídos, sino también a tu cabeza, tu corazón y tus entrañas;
    • cuál es la «seguridad» de una conversación?
    • qué es una «burbuja de seguridad» y cómo puede ayudarte a ganarte la confianza; y
    • cómo, si te dejas escuchar, puedes ganar confianza.
    • cómo si te permites SOÑAR conseguirás cambiar la forma de pensar de tu pareja.

    Si quieres cambiar la conversación, tienes que alterar los patrones de pensamiento de tu interlocutor.

    «Elige la zona de incomodidad cuando quieras ayudar a los demás a pensar de forma diferente»

    Imagina la mirada cautivada de un niño pequeño cuando ve la nieve por primera vez. Con la boca abierta por el asombro, sus primeros pensamientos podrían ser: «¿Qué es esto? ¿De dónde ha salido?»

    Esta respuesta se denomina mirada de bebé y no es sólo cosa de niños: los adultos también experimentan la misma sensación de asombro.

    Hay un método para que los niños se queden boquiabiertos.

    Existe una técnica de liderazgo basada en la mirada de bebé que pretende inspirar a los empleados alterando los patrones de pensamiento arraigados. Se denomina zona de incomodidad.

    Una conversación sobre la zona de incomodidad está diseñada para animar a la gente a adoptar una nueva perspectiva, llevándoles a imaginar nuevas soluciones a viejos problemas. Funciona desencadenando emociones negativas y, en última instancia, obligando a la gente a pensar con más claridad.

    Puede parecer contradictorio que las emociones negativas puedan producir resultados positivos. Al fin y al cabo, ¡normalmente intentamos evitar el malestar! Pero, en realidad, las emociones negativas pueden ayudarnos, ya que nos obligan a enfrentarnos a la realidad y a romper los prejuicios que existan en nuestro pensamiento.

    Por ejemplo, un compañero puede sentirse enfadado por su rendimiento en el trabajo. Tú intentas reconfortarle y sustituir su visión negativa por una positiva, diciéndole lo bueno que es realmente su trabajo.

    Pero en realidad éste no es el mejor enfoque, ya que podría dar a tu colega una idea equivocada sobre las normas de trabajo aceptables. También puede hacer que se sienta avergonzado, por emocionarse sin motivo.

    Así que, en lugar de apaciguarle, tienes que animar a tu colega a enfrentarse a la realidad y a sus sentimientos negativos. Tiene que entender por qué cree que su trabajo es deficiente y por qué eso le enfada. Esto le permitirá ver la situación desde otra perspectiva, y sólo así podrá resolver el problema.

    Para escuchar de verdad a otra persona, necesitas usar la cabeza, el corazón y las tripas.

    ¿Cómo puedes incorporar la zona de incomodidad a tu propia vida?

    En primer lugar, tienes que escuchar de verdad a las personas que te rodean. Y esto no es fácil, ya que escuchar no consiste sólo en utilizar el cerebro. También requiere intuición.

    Piénsalo de esta manera. Cuando escuchas a un amigo contar una historia, tiendes a confiar en tu cerebro principal (donde analizas lógicamente lo que está diciendo). Ése es un buen comienzo, pero también deberías prestar atención a tu cerebro del corazón y a tu cerebro del intestino.

    Tu cerebro cardíaco te da una idea más profunda de lo que siente la otra persona. En otras palabras, te permite leer entre líneas. Por ejemplo, ¿parece tu amigo abrumado, aunque afirme que no se está excediendo?

    Una vez que hayas escuchado lo que te dice tu corazón, es hora de escuchar a tu instinto, ya que te dirá qué está inspirando las emociones de tu amigo.

    Por ejemplo, si su amigo se siente abrumado, aunque afirme que no se está sobreexigiendo.

    Por ejemplo, si su historia sigue dando vueltas en círculos, tu instinto podría hacerte ver que tiene miedo de dar un gran salto, o que tal vez está intentando idear algo nuevo.

    Y una vez que hayas escuchado lo que te dice tu corazón, es hora de escuchar a tu instinto, ya que te dirá qué es lo que inspira las emociones de tu amigo.

    Y una vez que hayas recopilado la información de tus tres cerebros, deberías utilizarla para crear una conversación sobre la zona de incomodidad.

    Si te das cuenta de que tu amigo no parece apasionado con lo que está diciendo, ¡házselo saber! Enfrentarse directamente a sus propias emociones puede hacer que se sienta incómodo, pero le permitirá enfrentarse a lo que realmente está sintiendo y pensar en lo que le motiva.

    Si te das cuenta de que tu amigo no parece apasionado con lo que está diciendo, házselo saber.

    Con el tiempo, esto podría llevarle a comprender lo que realmente quiere y lo que le costaría conseguirlo.

    Para tener éxito en una conversación difícil, necesitas crear una atmósfera de confianza.

    La gente no se abrirá a ti si no confía en ti, por eso tienes que abordar las conversaciones de la zona de incomodidad con cuidado.

    Esto significa que tienes que hablar con tu interlocutor sobre lo que le preocupa.

    Esto significa que no debes iniciar de inmediato una conversación difícil en la zona de incomodidad, ya que sólo conseguirás que tu interlocutor se sienta inmediatamente a la defensiva.

    Para entenderlo mejor,

Scroll al inicio