La muerte de la gestión de la cadena de suministro
por Allan Lyall, Pierre Mercier, Stefan Gstettner

Imágenes de Alistair Berg/Getty
La cadena de suministro es el centro de las operaciones de la empresa. Para tomar las mejores decisiones, los gerentes necesitan acceder a los datos en tiempo real sobre su cadena de suministro, pero las limitaciones de las tecnologías antiguas pueden frustrar el objetivo de una transparencia integral. Sin embargo, puede que esos días queden atrás pronto. Las nuevas tecnologías digitales que tienen el potencial de apoderarse por completo de la gestión de la cadena de suministro están alterando las formas de trabajo tradicionales. Dentro de 5 a 10 años, la función de la cadena de suministro puede quedar obsoleta y ser sustituida por una empresa autorreguladora y que funcione sin problemas y que gestione de manera óptima los flujos de trabajo de principio a fin y que requiera muy poca intervención humana.
Con una base digital, las empresas pueden capturar, analizar, integrar, acceder fácilmente e interpretar datos de alta calidad y en tiempo real, datos que impulsan la automatización de los procesos, el análisis predictivo, la inteligencia artificial y la robótica, las tecnologías que pronto se apoderarán de la gestión de la cadena de suministro.
Las principales empresas ya están explorando las posibilidades. Muchos han utilizado la robótica o la inteligencia artificial para digitalizar y automatizar tareas y procesos repetitivos y que requieren mucha mano de obra, como las compras, la facturación, las cuentas por pagar y partes del servicio de atención al cliente. Los análisis predictivos ayudan a las empresas a mejorar la previsión de la demanda, de modo que pueden reducir o gestionar mejor la volatilidad, aumentar la utilización de los activos y ofrecer comodidad a los clientes a un coste optimizado.
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Los datos de los sensores sobre el uso y el mantenimiento de las máquinas están ayudando a algunos fabricantes a estimar mejor cuándo se averiarán las máquinas, de modo que se minimiza el tiempo de inactividad. Las cadenas de bloques están empezando a revolucionar la forma en que las partes colaboran en redes de suministro flexibles. Los robots mejoran la productividad y los márgenes en los almacenes minoristas y los centros logísticos. Los drones de reparto y los vehículos autónomos no están muy lejos. Rio Tinto, la empresa mundial de minería y metales, está explorando cómo las tecnologías digitales pueden automatizar las operaciones de la mina al puerto. Con trenes sin conductor, operadores robóticos, cámaras, láseres y sensores de rastreo, la empresa podrá gestionar toda la cadena de suministro de forma remota, al tiempo que mejorará la seguridad y reducirá la necesidad de trabajadores en ubicaciones remotas.
Un concepto clave que muchas de estas empresas están explorando es la «torre de control digital», un centro de decisiones virtual que proporciona visibilidad integral y en tiempo real de las cadenas de suministro mundiales. Para un pequeño número de las principales empresas minoristas, las torres de control se han convertido en el centro neurálgico de sus operaciones. Una «torre» típica es en realidad una sala física con un equipo de analistas de datos que trabaja a tiempo completo, 24 horas al día, 7 días a la semana, monitoreando una pared de pantallas de alta definición. Las pantallas proporcionan información en tiempo real y gráficos 3D de cada paso de la cadena de suministro, desde el pedido hasta la entrega. Las alertas visuales advierten de los déficits de inventario o de los cuellos de botella en los procesos antes de que se produzcan, de modo que los equipos de primera línea puedan corregir su rumbo rápidamente antes de que los posibles problemas se conviertan en problemas reales. Los datos en tiempo real, una precisión incuestionable, una atención incansable al cliente, la excelencia de los procesos y el liderazgo analítico son la base de las operaciones de la torre de control de estas operaciones minoristas.
Las empresas industriales también están adoptando el concepto. La compleja red de un fabricante mueve más de un millón de piezas y componentes al día. La torre de control señala los posibles problemas de suministro a medida que surgen, calcula los efectos del problema y corrige automáticamente el problema mediante acciones predeterminadas o lo señala al equipo de escalamiento. Del mismo modo, una empresa siderúrgica incorporó una herramienta de planificación de escenarios personalizada en su plataforma de torre de control que aumenta la capacidad de respuesta y la resiliencia de la cadena de suministro. La herramienta simula cómo afectarán a la empresa las averías importantes e inesperadas de los equipos (las denominadas «grandes éxitos») y señala las mejores medidas de mitigación del riesgo.
Implicaciones de volver a capacitar
La tendencia es clara: la tecnología está sustituyendo a las personas en la gestión de la cadena de suministro y haciendo un mejor trabajo. No es difícil imaginar un futuro en el que los procesos automatizados, la gobernanza de los datos, los análisis avanzados, los sensores, la robótica, la inteligencia artificial y un ciclo de aprendizaje continuo minimicen la necesidad de personas. Pero cuando la planificación, las compras, la fabricación, la tramitación de los pedidos y la logística se automatizan en gran medida, ¿qué les queda a los profesionales de la cadena de suministro?
A corto plazo, los ejecutivos de la cadena de suministro tendrán que pasar de centrarse en gestionar a las personas que realizan principalmente tareas repetitivas y transaccionales a diseñar y gestionar los flujos de información y materiales con un grupo limitado de trabajadores altamente especializados. A corto plazo, habrá una gran demanda de analistas de la cadena de suministro que puedan analizar los datos, estructurar y validar los conjuntos de datos, utilizar herramientas y algoritmos digitales y hacer previsiones de forma eficaz.
De cara al futuro, se necesitarán unos cuantos especialistas para diseñar un motor de cadena de suministro impulsado por la tecnología que respalde sin problemas la estrategia, los requisitos y las prioridades de la empresa en constante cambio. Para mantener ese motor en marcha, hay que contratar o capacitar a un pequeño número de personas en nuevas habilidades en la intersección de las operaciones y la tecnología. Como las habilidades necesarias para estas nuevas funciones no están disponibles fácilmente en la actualidad, el mayor desafío para las empresas será crear una visión de la cadena de suministro para el futuro y una estrategia para desempeñar esas funciones fundamentales.
Está claro que la muerte de la gestión de la cadena de suministro tal como la conocemos está en el horizonte. Los directivos y las empresas que trabajan hoy en día para actualizar sus habilidades y procesos son los que triunfarán.
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