Aprende a tomar las riendas de tu vida, alcanzar tus objetivos y superar tus límites.
Muchos de nosotros nos levantamos cada día y decimos: “hoy es el día”. Es el día en que nos enfrentamos a nuestros monstruos. Vamos a perder ese peso de más, a conseguir ese ascenso y a realizar por fin nuestros sueños.
Y entonces nos despertamos y decimos: “Hoy es el día”.
Y al día siguiente nos levantamos y decimos: “No, tal vez la semana que viene”.
Pero el problema no son nuestros objetivos, ni nosotros mismos, ni siquiera nuestra actitud. El problema es nuestro enfoque. ¿Por qué pensamos que podemos levantarnos, chasquear los dedos y cambiarlo todo? No sólo es poco probable que ocurra, sino que además es potencialmente peligroso.
El Efecto Compuesto ofrece otro camino. Coge impulso, elabora un plan, cambia lentamente nuestros malos hábitos por buenos y afronta nuestros límites personales. Del editor de la revista El Éxito, El Efecto Compuesto representa una guía práctica concreta para alcanzar tus objetivos y alcanzar el éxito.
Tras leer este resumen, aprenderás
- lo que la técnica de levantamiento de pesas de Arnold Schwarzenegger puede enseñarte sobre el éxito;
- cómo conseguir el éxito
- cómo coger impulso como Michael Phelps; y
Los resultados inmediatos son menos gratificantes que la mejora constante.
“A partir de hoy, puedes decidir hacer cambios sencillos y positivos y permitir que el Efecto Compuesto te lleve adonde quieres ir.”
Dinero rápido y ascensos rápidos: hoy en día todos buscamos resultados inmediatos. Pero, en realidad, son los cambios a largo plazo los que producen diferencias positivas y son mucho más gratificantes.
En esta época de “¡ahora, ahora, ahora!”, comemos comida rápida porque cocinar lleva demasiado tiempo, hacemos dietas rápidas para perder 10 kilos en una semana y nos ponemos inquietos si no nos ascienden en un año.
No obstante, el dinero rápido y los cambios rápidos son los que producen diferencias positivas y son mucho más gratificantes.
Sin embargo, cuanto más rápido alcancemos un objetivo, mayores pueden ser las consecuencias.
No es bueno que nos pongamos a comer rápido porque cocinar lleva demasiado tiempo.
No es sano esperar resultados instantáneos. Cuando no pierdes esos 9 kilos en siete días, puedes desilusionarte y pensar que, de todos modos, nunca mereciste una vida mejor.
Lo que tienes que hacer es mejorar tu estilo de vida.
Lo que tienes que hacer es dar pequeños pasos, porque las pequeñas acciones positivas diarias son el secreto del éxito a largo plazo.
Por ejemplo, Scott. En lugar de intentar perder 10 kilos en una semana, redujo 125 calorías de su dieta diaria, escuchó grabaciones de superación personal mientras se desplazaba al trabajo y caminó un poco más cada día.
El resultado?
¿El resultado? En 31 meses, perdió 15 kilos, e incluso consiguió un ascenso y un aumento de sueldo en el trabajo.
Utilizar el Efecto Compuesto significa saber que cada decisión que tomas crea tu destino, y que debes trabajar con constancia antes de poder experimentar el éxito. Luego, cuando alcanzas tus objetivos, tienes que mantener la disciplina si quieres seguir construyendo sobre ellos, o tu duro trabajo no habrá servido para nada. Piensa en esos restaurantes que se hacen tan populares que tienes que esperar siglos para conseguir mesa. Dan por sentado su éxito y dejan de hacer lo que les llevó allí en primer lugar. Entonces, de repente, el servicio y los menús se vuelven mediocres y ya no va nadie.
Es crucial que evites desanimarte cuando no veas efectos inmediatos, y que te asegures de seguir generando buenos resultados.
Entonces, ¿cuáles son las claves de un éxito constante?
Transforma tus objetivos vitales en hábitos diarios.
A veces no queremos admitirlo, pero nuestras elecciones son las que conforman nuestro destino y somos responsables de lo que hacemos o dejamos de hacer.
A veces son las decisiones aparentemente insignificantes las que nos impiden tener éxito. Por ejemplo, nadie quiere ser obeso o declararse en bancarrota, pero éstas son las consecuencias de múltiples malas -pero pequeñas- decisiones.
Probablemente te resulte familiar la situación en la que te encuentras engullendo una bolsa de patatas fritas y, cuando te la acabas, te das cuenta de que has echado a perder un día de alimentación sana.
Es difícil, pero no imposible.
Es difícil admitir que sólo tú eres responsable de tus actos. Tal vez pienses que es mala suerte, pero eso no es más que una excusa para tus malas elecciones. Todos podemos tener suerte. Para “tener suerte”, sólo tienes que saber detectar las buenas oportunidades.
Necesitas conectar tus decisiones con la motivación adecuada y unos objetivos claros, porque cuando tienes objetivos definidos, puedes centrarte en ellos con mucha más eficacia. Tu mente empezará a ver las oportunidades que tienes ante ti y empezarás a alcanzarlas.
Recuerda la Ley de la Atracción: “lo semejante atrae a lo semejante”. Pensar en acciones positivas atraerá cosas positivas hacia ti.
Entonces, ¿cuáles son tus objetivos? ¿Qué te hace feliz?
Considera las áreas de negocios, salud, espiritualidad, familia y estilo de vida y anota todos los atributos, comportamientos y características que necesitas para alcanzar esos objetivos, e intenta aplicarlos a tu vida cotidiana.
Esto significa eliminar viejos hábitos. Haz una lista de tus malos hábitos para que puedas ver cuándo y dónde actúas de un modo que no es bueno para ti.
Por ejemplo, si tienes que comer algo dulce después de comer, ten cerca fruta o miel para darte un capricho más sano. También ayuda si estás rodeado de personas con objetivos similares a los tuyos, y si tienes paciencia contigo mismo.
Crea una rutina para mantener tu impulso.
“Obtienes en la vida lo que creas”
Así que hemos aprendido que das el primer paso para poner en marcha tu éxito cuando tomas las decisiones correctas. Pero, ¿cómo mantienes ese hábito? Utiliza El Gran Mo.
Si mantienes tu comportamiento saludable durante el tiempo suficiente, caerás en un ritmo natural y constante. A medida que mantengas ese ritmo, seguirás tomando las decisiones correctas, ¡y empezarás a sentirte imparable!
Ese es el Gran Mo.
Ese es el poder de El Gran Mo: el gran impulso. Es la fuerza motriz más poderosa para el éxito.
Por ejemplo, el nadador Michael Phelps. Su entrenador sólo le permitió terminar el entrenamiento antes de tiempo una vez en 12 años, cuando le concedió 15 minutos libres para poder asistir a un baile escolar. Pero toda esa práctica dio lugar a Big Mo, que culminó con ocho medallas olímpicas de oro.
Para mantener el impulso, tu comportamiento saludable tiene que estar integrado en tu rutina diaria, por lo que necesitarás un plan.
Recuerda ser realista y no intentes hacerlo todo en poco tiempo. En lugar de eso, crea una rutina que te permita introducirte con facilidad en tu nueva vida. Así que descarta la idea de ir al gimnasio dos horas todos los días. Ir tres días a la semana durante una hora, y cumplirlo, es mucho mejor. A la hora de coger impulso, la duración del entrenamiento no es tan importante. Lo que importa es que sigas yendo.
A continuación, elimina las situaciones que te desvían de tus objetivos.
Los medios de comunicación, por ejemplo, pueden tener un efecto negativo en tu energía sin que te des cuenta. Los anuncios, las noticias sobre la guerra, etc., pueden causar estragos en tu actitud y tus expectativas. En lugar de sintonizar las noticias, ¿por qué no escuchas un CD inspirador o charlas con alguien a quien quieras?
Por último, sé consciente de tu entorno. A veces tienes que cambiarlo para cumplir tus sueños. Las personas también te influyen significativamente, así que mantén a tu alrededor a gente que te apoye para mantener tu impulso.
Abraza los obstáculos para acelerar tu camino hacia el éxito.
“No desees que sea más fácil, desea ser mejor”. – Jim Rohn
A medida que progreses, llegarás a algunos límites personales. La pregunta es: ¿dejarás de empujar, o romperás el muro?
El muro de tu disciplina y rutinas representa la brecha entre tu antiguo yo y tu yo mejorado y más fuerte. Verás que tus nuevos hábitos se multiplicarán y te convertirás en una persona más exitosa. Así que cuando llegues al límite de lo que crees que puedes conseguir, empuja a través de ese límite para obtener resultados más rápidos y multiplicar tu éxito.
Cuidado con el muro.
¿Recuerdas el famoso Principio de la Escalada de Arnold Schwarzenegger para el entrenamiento con pesas? Cuando hayas alcanzado el número máximo de levantamientos que puedas realizar, inclínate hacia atrás para acceder a otros grupos musculares que sirvan de apoyo a los músculos que están trabajando. De este modo, podrás añadir cinco o seis repeticiones más a tu serie.
Por lo tanto, no te preocupes.
Del mismo modo, superar tus límites personales sólo te hará más fuerte.
Imagina una situación en la que te hayas acercado a dos kilos de tu objetivo de pérdida de peso y luego te topes con un muro debido al estrés laboral. Recuerda que ya sabes cómo ser disciplinado, tomar buenas decisiones y coger impulso sin tu antiguo comportamiento autodestructivo. Así que opta por seguir adelante y verás que no sólo conseguirás tu objetivo, sino que serás aún más fuerte.
Esta es la forma de conseguirlo.
Siempre es en tu propio beneficio esforzarte un poco más, ir un poco más lejos y prepararte un poco mejor. Por eso el autor invierte mucho tiempo en investigar todo lo que puede sobre las empresas a las que da conferencias magistrales. El trabajo extra que realiza es más de lo que se espera de él, y esto hace que sus discursos sean extremadamente populares.
Por lo tanto, si quieres que tus discursos sean un éxito, no lo dudes.
Así que si quieres ponerte por delante de los demás y de tu antiguo yo, tienes que superar tus límites.
Conclusiones
El mensaje clave de este libro:
Las claves del éxito son darte cuenta de que eres responsable de tu vida, crear hábitos diarios saludables, cultivar la disciplina y superar tu zona de confort. Alcanzar tus objetivos a la velocidad del rayo a veces puede ser perjudicial y a menudo no es posible. En cambio, el progreso constante y la paciencia te llevarán a donde realmente quieres estar.
Consejos Accionables:
Demuestra tu valía.
Demuestra que eres el jefe
Para demostrarte a ti mismo que realmente controlas tu comportamiento y tus decisiones, durante 30 días abstente de fumar, deja de beber tu vino favorito o come una comida sana al día. Completar este objetivo te ayudará a convencerte de que realmente eres el jefe de tu propia vida.
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No tienes nada que hacer!
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