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Stress management

El estrés no es una amenaza, es una señal de cambio

por David Brendel

¿El estrés perjudica su rendimiento en el trabajo y compromete sus relaciones? Cambiar su forma de pensar sobre el estrés puede ayudarle a convertir el estrés en un aliado y a utilizarlo para mejorar la agilidad mental y el rendimiento laboral; un informe en el Revista de psicología experimental mostró que los beneficios fisiológicos y cognitivos se obtienen al pensar en el estrés como «funcional y adaptativo» y no como un significante de «amenaza».

Convertir el estrés en su beneficio no es tarea fácil. Se necesita disciplina mental para hacer una pausa cuando está sumido en el estrés y replantearlo como potencialmente útil. En mi práctica de coaching ejecutivo, ayudo a los clientes a transformar su actitud ante el estrés. Hay muchas formas de hacerlo y el método debe adaptarse de forma individual a la situación única de cada cliente. Estas son tres formas en las que los clientes de mi consultorio han reevaluado su estrés y lo han utilizado para impulsar cambios positivos:

Reconcebir las relaciones esenciales. Como director ejecutivo de tercera generación de una empresa familiar, mi cliente sufrió un estrés intenso cuando su equipo ejecutivo (compuesto por familiares mayores) arremetió contra todas sus decisiones sobre cómo dirigir la empresa. Sintiéndose a la defensiva, se retiró de las tareas clave del CEO, como la planificación estratégica y la obtención de una línea de crédito para mantener la empresa a flote. El entrenamiento se centró en interpretar su estrés como una señal para redefinir sus relaciones con los miembros de la familia, cuyo apoyo sería esencial para la supervivencia de la empresa. El entrenamiento le permitió pensar en los miembros de su familia como depositarios de sabiduría, personas cuyos intereses estaban alineados con los suyos propios. Al replantearse estas relaciones, transformó las reuniones ejecutivas mensuales de un campo de batalla en una sesión colaborativa de intercambio de ideas sobre las oportunidades para la empresa. Con este nuevo enfoque, el CEO aprovechó los conocimientos y la motivación del equipo para hacer crecer la empresa. No solo se sentía más tranquilo y feliz, sino que en cuatro meses consiguió la línea de crédito e inició conversaciones críticas con posibles inversores externos. Al reevaluar su estrés como un mensaje amistoso para sanar relaciones valiosas, protegió la empresa y la reposicionó para crecer.

Desarrolle habilidades de liderazgo estratégico. Otro cliente era un abogado al que recientemente ascendieron a consejero general de su empresa biotecnológica, puesto en el que se esperaba que supervisara el departamento legal y que funcionara como socio estratégico en la alta dirección. Se sentía abrumado por las presiones de las dos funciones y por la necesidad de delegar tareas en los abogados asociados. Su estrés aumentó a medida que microgestionaba su trabajo y se quedó «atrapado en la maleza» de las tareas de bajo nivel. Nos esforzamos por replantear su estrés como una señal de que debía ir más allá de su zona de confort y asumir sus nuevas responsabilidades como socio estratégico del equipo ejecutivo. Esta reevaluación lo llevó a empezar a confiar más en la capacidad de toma de decisiones de su personal legal, a reunirse más a menudo con socios clave dentro y fuera de la firma y a asumir funciones de liderazgo que lo posicionarían más como un líder visionario que como una abeja obrera. Mientras lo hacía, su estrés se fue evaporando y llevó al equipo ejecutivo a dar un paso audaz para expandir el negocio a un mercado extranjero complejo pero potencialmente lucrativo.

Disculpe y exprese su gratitud . Otro cliente, el director de operaciones de una compañía de seguros, estaba sufriendo un estrés enorme en el contexto de una crisis laboral. Durante un acto empresarial reciente, consumió una cantidad excesiva de alcohol y se avergonzó haciendo comentarios ruidosos y groseros a sus colegas. Su comportamiento se hizo tan rebelde que la subieron a un taxi y la enviaron a casa. Tenía miedo de perder su trabajo. Parte del entrenamiento se centró en cómo comunicarse con el CEO y el equipo ejecutivo tras este error. Me sorprendió cuando me dijo que tenía previsto una reunión próxima con el CEO para quejarse de que su bonificación de fin de año era inferior a la que se merecía según las métricas de rendimiento. Me di cuenta de que mi responsabilidad era confrontarla con respeto sobre lo mal concebido y potencialmente destructivo que sería este enfoque. Tras señalar que su estrés continuo podría ser una señal de que seguía sintiéndose incómoda con este curso de acción, mantuvimos un diálogo productivo sobre estrategias alternativas. Al final, llegó a la conclusión de que lo más prudente sería no solicitar una bonificación más alta, sino disculparse por su comportamiento en el evento y darle las gracias por seguir teniendo su trabajo. Esta decisión redujo inmediatamente su nivel de estrés y le sirvió de mucho con el CEO y el equipo directivo. Mantuvo su puesto y sigue reparando su reputación como líder de confianza en la firma.

Estas viñetas son ejemplos del mundo real de lo que los psicólogos han estado aprendiendo sobre el manejo del estrés en experimentos bien controlados. Si puede volver a evaluar el estrés como un indicio constructivo de que debe reorientar seriamente su pensamiento y su comportamiento, entonces el estrés puede disminuir y llevarlo hacia un renovado sentido de propósito y crecimiento.