Reevalúe los hábitos de participación social de los mileniales
por Judith E. Glaser, Ashley Blundetto
Los millennials suelen ser difamados por su uso constante de la tecnología y su obsesión por la aprobación social que muestran los me gusta, las acciones y los retuits. Pero las organizaciones tienen que empezar a reconocer los beneficios de ese comportamiento y a aprovecharlo. Esta cohorte generacional lo hará, por algunas estimaciones, representarán casi el 75% de la fuerza laboral en 2025. Y, según una encuesta reciente de Deloitte de 7.800 personas de 29 países, solo el 28% de los Millennials empleados actualmente creen que sus empresas utilizan plenamente sus habilidades.
¿Cómo pueden los líderes inteligentes aprovechar mejor el talento de estos líderes del futuro? Como consultores organizacionales, les decimos a nuestros clientes que consideren qué es lo que los motiva y que vean el valor de esos intereses. Dos puntos son de especial interés:
Primero, compartir en redes sociales. Los neurocientíficos han demostrado que cualquier tipo de interacción personal positiva ilumina una parte del cerebro llamada unión temporoparietal, que estimula la producción de oxitocina, «la hormona del bienestar». Los millennials, que han crecido interactuando en Internet, pueden drogarse igual, más a menudo, a través de la tecnología, publicando, enviando mensajes, reenviando y marcando como favoritos varias veces al día. Anhelan esa conexión y, por lo tanto, son jugadores de equipo por naturaleza.
En segundo lugar, flujo de datos constante y complejo. Las investigaciones nos dicen que la multitarea es imposible: las personas solo pueden hacer dos cosas a la vez si una de esas cosas es rutinaria. Además, quienes utilizan regularmente varios medios de comunicación son más propenso a la distracción que los que no. Pero, según Nielson Neurofocus, las lecturas del electroencefalograma sugieren que los cerebros más jóvenes tienen una mayor capacidad de procesamiento multisensorial que los de más edad y se sienten más estimulados (es más probable que presten atención y recuerden) los mensajes dinámicos. Probablemente los millennials no sean más eficaces a la multitarea, en el sentido estricto del mundo, pero, en su etapa actual de desarrollo cerebral, parecen más capaces de tolerar e integrar múltiples flujos de información.
Angela Ahrendts, exdirectora ejecutiva de Burberry, reconoció que podía convertir estas dos características del comportamiento de la generación del milenio en una ventaja para la marca de moda. En 2006, contrató a un gran número de «nativos digitales», como ella los llamaba, para hacer lo que mejor saben hacer: socializar a través de la tecnología. Como ella explica en este vídeo, crearon una plataforma digital expansiva que transformó la imagen de la empresa y aceleró drásticamente su crecimiento. Lo más destacado fue «Tweet Walk», que convirtió el tradicional desfile de Burberry en una transmisión web en directo.
Si bien los baby boomers pueden ver los teléfonos, las tabletas y otros dispositivos como distracciones, los millennials los utilizan para colaborar e innovar en tiempo real. Si bien los miembros de la generación X pueden ver el intercambio social agresivo como una mezcla poco saludable de lo personal y lo profesional, los millennials lo ven como una forma de recopilar opiniones y aprender de los demás. Los millennials entienden, aceptan y evolucionan con nuestro mundo digital en expansión exponencial. En lugar de juzgar su comportamiento, necesitamos aprovecharlo mejor.
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