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Moms Mean Business

Guía para crear una empresa de éxito y una vida feliz como mamá empresaria

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Conviértete en una mamá empresaria mejor y más feliz.

Hoy en día, las mujeres americanas crean el doble de empresas que los hombres, y muchas de ellas son madres. Aunque este resumen es útil para todos los empresarios, ofrece consejos especialmente valiosos para las mamás empresarias. Aprenderás a asegurarte de que cumples tus propios objetivos y de que no estás atada a la agenda de otra persona.

Estos resúmenes también ofrecen consejos sobre cómo presupuestar tu tiempo a pesar de los diversos retos a los que se enfrentan las madres empresarias, y sobre cómo encontrar tiempo para todas las actividades que más te gustan.

En estos resúmenes, también descubrirás

  • acerca de una voz interior que debes ignorar a toda costa;
  • cuál es el tiempo que te queda para ti.
  • qué es un twofer y por qué es tan útil para tu gestión del tiempo;y
  • por qué es realmente una buena idea sobreprogramar ciertas actividades.

Elimina la presión innecesaria reconociendo tus verdaderas prioridades.

La madre emprendedora de hoy en día se enfrenta a un sinfín de retos en su camino hacia el éxito. La maravillosa esposa, la madre cariñosa, la anfitriona ejemplar y la feroz mujer de negocios: no hay fin a los papeles que se espera que las madres hagan malabarismos y desempeñen a la perfección.

Las mujeres interiorizan rápidamente presiones sociales increíbles como ésta y se convierten en sus más duras críticas. Pero no tiene sentido. Ser madre empresaria ya es un reto de por sí, ¿por qué presionarte más?

Como madre empresaria, necesitas un plan de negocio que tenga en cuenta tus necesidades y circunstancias. Dispones de un tiempo limitado. Y si quieres aprovecharlo bien, tienes que separar las expectativas de los demás de las cosas que realmente te importan.

Empieza por hacer una lista de las cinco cosas que más te importan. Podrían ser tus valores, o cosas a las que aspiras, como la independencia, la integridad y la autenticidad. Los motivadores, las cosas que te hacen levantarte de la cama cada día, también son dignos de mención. Pueden ser tus hijos, la sensación de autonomía o la oportunidad de ayudar a los demás. Tus pasiones, ya sean resolver complejos problemas matemáticos o ir de excursión, también merecen un lugar en esta lista.

Ahora, echa un vistazo a tu lista. Estas cinco cosas principales deberían ser aquello a lo que dedicas la mayor parte de tu tiempo y energía. Pero, ¿lo consigues realmente?

Con demasiada frecuencia las madres se encuentran sacrificando su tiempo para realizar tareas que no son verdaderamente importantes para ellas, como mantener un hogar impecable. Este es el resultado de una autopresión innecesaria. Si reconoces que tus prioridades son otras, sentirás que esta presión disminuye casi de inmediato.

Persigue lo que es importante para ti ahora mismo, no lo que era importante para ti hace diez años.

“Dedicar tiempo a las cosas que son más importantes para ti te hará sentir que tienes el tiempo que necesitas”

¿En qué piensas cuando oyes la palabra éxito? ¿Te vienen a la mente visiones de dinero o estatus? ¿Te ves a ti mismo como ese empresario de primera que siempre has admirado? Si es así, es hora de dejar a un lado esos sueños. En su lugar, crea una visión del éxito que encaje con tu propia vida. Este tipo de éxito es sostenible y te hace sentir que realmente merece la pena.

Antes de la maternidad, muchas mujeres sueñan con escalar posiciones en la empresa, viajar a menudo y volver a casa con una casa y un coche bonitos. Pero si no lo consiguen tras la maternidad, a menudo se sienten frustradas, resentidas o incluso enfadadas.

La realidad es que ser madre cambia profundamente tu vida. Puede que ya no tengas la energía o el tiempo para trabajar diez horas seguidas, como antes. Pero, ¿y qué? Eso no significa que no puedas alcanzar el éxito. El truco está en apuntar a un objetivo que esté alineado con las cinco cosas que más te importan ahora mismo, no hace diez años.

Quizá te encantaba hacer ejercicio antes de quedarte embarazada y te enorgullecías de lo mucho que podías levantar pesas. Y ahora que tu hijo tiene seis meses, estás preparada para volver a hacer ejercicio. Pero después de una semana en el gimnasio, te das cuenta de que simplemente ya no tienes energía.

Antes de empezar a criticarte, vuelve a echar un vistazo a tus cinco prioridades. ¿Realmente una de tus prioridades es estar super en forma y tonificada? Probablemente no. Darte cuenta de esto aniquilará esos innecesarios sentimientos de culpa. Si mantienes tus prioridades en perspectiva, tendrás más tiempo para centrarte en lo que realmente valoras.

Destina franjas de tiempo a cada una de tus prioridades y deja espacio para lo inesperado.

“No es cuestión de si algo te despistará, es cuestión de cuándo”

Como madres, el tiempo es nuestro recurso más preciado y más escaso. A pesar de ello, parece que siempre lo perdemos de vista. ¡Pero las cosas no tienen por qué ser así! Deja que tus prioridades sean tu guía para gestionar eficazmente tu tiempo.

Es hora de volver a lo básico: hazte con un calendario físico para empezar a tratar el tiempo como moneda. Cada día te ofrece 24 horas para gastar. Entonces, ¿en qué las vas a gastar?

El sueño, las tareas domésticas, la cocina, el cuidado de los niños y el tiempo para tu vida romántica deben bloquearse automáticamente. Bloquea todas las franjas horarias del calendario que pertenezcan a actividades familiares habituales, como las rutinas matutinas, el entrenamiento de fútbol o la ayuda con los deberes.

A continuación, pon tus tareas no negociables: tus horas de trabajo, el tiempo con tu pareja y el tiempo libre. Ahora echa un vistazo a lo que queda. Este tiempo es tuyo para repartirlo entre tu negocio y tú. Ten a mano tus cinco tareas principales y empieza a rellenar los huecos libres de tu calendario en consecuencia.

Cuando organices tus espacios de tiempo, debes recordar algunas cosas. La primera es que los niveles de energía fluctúan a lo largo del día. Así que no intentes programar tareas laboriosas para media tarde si sueles tener sueño a esa hora. Te lo agradecerás más tarde.

En segundo lugar, haz todo lo posible por ser sincero contigo mismo sobre cuándo necesitas un descanso. Nunca debes sentirte culpable por necesitar relajarte. Tener suficiente tiempo de inactividad siempre te hará más productivo después, y eso es un hecho. Así que programa algunos descansos y algo de tiempo para recompensarte haciendo lo que te gusta.

Por último, no olvides que la vida se interpone inevitablemente en tu camino. Los obstáculos inesperados, ya sea un niño enfermo o un pequeño accidente, pueden ser bastante frustrantes. Afróntalos mejor haciéndoles un hueco. ¿Cómo? Sobreprogramando ciertas cosas. Si quieres hacer ejercicio cuatro veces a la semana, prográmalo para seis. Si surge algo, siempre puedes utilizar el siguiente hueco que te hayas hecho para ir al gimnasio.

El cuidado personal es vital, así que ¡dedícale tiempo!

El agotamiento es real. Puede que incluso lo hayas experimentado en carne propia. Si quieres evitarlo, hay algo para lo que tienes que sacar tiempo entre tus hijos, tu trabajo, tu relación y tu negocio: los rituales de autocuidado.

Son actividades que haces porque te gustan. Pero, ¿y si no tienes espacio para “tiempo para mí”? Respuesta corta: sí lo tienes. Se trata de ser inteligente con tu programación.

Mata dos pájaros de un tiro programando twofers. Un twofer significa combinar dos rituales de autocuidado para disfrutar el doble en la mitad de tiempo. Puedes subirte a la cinta de correr mientras ves tu serie favorita en Netflix. O dar una vuelta a la manzana mientras escuchas tu audiolibro AstraEd favorito.

También puedes hacer una lista de las cosas que te hacen feliz. Ten esta lista a mano para saber exactamente con qué llenar un hueco libre inesperado. Incluso las pequeñas cosas, como una siesta de media hora o una taza de té ayurvédico, te levantarán el ánimo más de lo que esperas.

Una vez que hayas encontrado tiempo para unos cuantos rituales de autocuidado durante la semana, empieza a sacar tiempo para más. Pero, ¿qué pasa si tus huecos están llenos?

Echa un vistazo más de cerca: puede que estés perdiendo tiempo sin darte cuenta. ¿Cuándo fue la última vez que entraste en Facebook o Pinterest? Más importante aún, ¿cuánto tiempo pasaste desplazándote? Las redes sociales consumen mucho tiempo. ¡Es hora de dejar el hábito! Borra las aplicaciones de tu teléfono o desconéctate para reducir la tentación y disfrutar de tu nuevo tiempo libre.

Otra forma de liberar tu tiempo es dejar ir algunas cosas. Aprender a decir no es una habilidad valiosa, así que ¿por qué no la practicas esta semana? Si no ayudas en la subasta de la escuela, ¡nadie pensará mal de ti! Reserva tu tiempo para actividades que te acerquen a la consecución de tus objetivos.

Por último, ¡no tengas miedo de pedir ayuda! Si tienes fondos para ello, piensa en contratar a un asistente virtual o a un becario para que te ayude con las tareas domésticas para las que no tienes tiempo. No tienes por qué hacerlo sola. Recuerda: el autocuidado no es un lujo. Es una necesidad que agradecerás de verdad.

Convierte tus objetivos en realidad con un plan conciso y concreto.

Las madres empresarias suelen llamar a su negocio su bebé. Al fin y al cabo, los traes al mundo, los crías, los celebras y, finalmente, los ves despegar por sí solos. Al criar a un hijo, este proceso funciona mejor cuando dejas que las cosas sucedan de forma natural. Pero tu negocio es otra historia. Como mamá empresaria, tienes que crear un plan para tu “bebé”.

El plan para tu “bebé”.

El plan no tiene por qué ser exhaustivo. De hecho, ¡una página es todo lo que necesitas! ¿Por dónde empezar?

Determina tu visión: ¿Qué necesidad satisface tu negocio? ¿La vida de quién mejorará con ella? A continuación, elabora tu misión: ¿Qué te motiva a dirigir este negocio? ¿Qué principios hay detrás? Por último, esboza tus objetivos concretos. Estos objetivos deben ser SMART, es decir, específicos, medibles, alcanzables, realistas y relacionados con el tiempo. Un objetivo SMART debería ser algo parecido a esto “En 2016 quiero obtener unos ingresos de 85.000 $”.

Este es un objetivo SMART.

El siguiente paso de tu plan de una página consiste en poner en práctica tu visión, misión y objetivos. Para ello, necesitarás estrategias. Si tu visión es ofrecer a las mujeres de 25 a 35 años un producto que mejore sus vidas, tendrás que ponerte en contacto con ellas. Podrías crear una campaña de marketing dirigida o establecer una presencia en ferias locales.

Para llevar a cabo estas estrategias, necesitarás recursos. También debes tenerlos en cuenta en tu plan. Pregúntate: ¿Qué hay que hacer a continuación? Por ejemplo, podrías decidir contratar a un diseñador web para impulsar la presencia online de tu empresa este mes.

Puede que te sientas un poco intimidado por tu plan mientras lo escribes. Al fin y al cabo, ¡te estás haciendo muchas promesas a ti mismo! Si todas las decisiones que hay que tomar y los pasos que hay que dar te parecen abrumadores, piensa en todos los recursos de que dispones.

Tus puntos fuertes, habilidades, rasgos de personalidad, educación, experiencia laboral, redes y sistemas de apoyo que has desarrollado y perfeccionado a lo largo de tu vida te serán de gran ayuda. Es hora de aprovecharlos!

Incrementa tu productividad todo lo posible.

Así pues, has elaborado un plan de negocio estupendo y has dedicado tiempo a cuidarte. Y sin embargo… algo parece interponerse entre tú y el éxito al que aspiras. Éste sería un buen momento para examinar más detenidamente tus métodos de trabajo.

Las madres empresarias necesitan flexibilidad, lo que hace que trabajar desde casa sea una bendición. Pero también puede ser una maldición. Si te encuentras haciendo la colada durante las franjas horarias reservadas para el trabajo cuando se acerca una fecha límite, has sido víctima de una forma de procrastinación productiva que las madres conocen demasiado bien.

¡El primer paso para acabar con la procrastinación es admitir que lo estás haciendo! Así que deja de fingir que los cristales brillantes son más urgentes que tu propuesta de producto. Si has reservado huecos para las tareas domésticas, no dejes que te distraigan fuera de esos horarios.

Cuando estés trabajando en tu negocio, pregúntate siempre cómo de productivo eres realmente. ¡Siempre se puede mejorar! Merece la pena echar un vistazo a las últimas aplicaciones creadas para ayudarte a aumentar tu productividad de formas nuevas e innovadoras.

También hay un puñado de técnicas de la vieja escuela que te servirán. Todo lo que tienes que hacer es desmenuzarlo, mapearlo y calcularlo.

Asigna tareas a tus compañeros y compañeras.

Asigna trozos de tiempo a tareas concretas: permítete sólo 20 minutos para responder correos electrónicos, dedica dos horas a un trabajo largo y recompénsate con descansos de 25 minutos. Segmentar tu tiempo de este modo es una forma sencilla pero eficaz de mantenerlo gestionable.

Si tienes un gran proyecto y no sabes por dónde empezar con la gestión del tiempo, es hora de trazar un mapa. Divide tu proyecto en tareas más pequeñas y calcula el tiempo que necesitarás para completar cada una de ellas.

Por último, ponte a calcular con la regla 80/20. Esto significa que sólo te ocupas del 20 por ciento de las tareas que te aportan mayores beneficios. Armada con estas herramientas, ¡estás lista para demostrar al mercado lo poderosas que son realmente las madres empresarias!

Conclusiones

El mensaje clave de estas Conclusiones:

¡

Ser madre puede ser duro, y ser madre empresaria aún más! Pero con una planificación meditada y una gestión eficaz del tiempo, puedes lograr y mantener el éxito que realmente valoras. Sabiendo lo que realmente te importa en este momento de tu vida, puedes alinear tus proyectos con esas prioridades. De ese modo, puedes asegurarte de que todo tu tiempo se dedica a lo que amas.

Consejos Accionables:

Cuando estés atascado, haz algo que te guste.

La próxima vez que no sepas cómo compaginar tu negocio con otros compromisos, da un paso atrás. Dedícate algo de tiempo y realiza uno de tus rituales favoritos de autocuidado. Serás más capaz de reflexionar sobre tu situación con una mente clara y relajada.

¿Qué opinas?

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