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Estrategia

Cómo evaluar el riesgo de carbono de su empresa

por Mazen Skaf

Cómo evaluar el riesgo de carbono de su empresa

Tras una década de deliberaciones sobre el clima, los gobiernos, las principales multinacionales y los grandes inversores institucionales están tomando medidas enérgicas para lograr cero emisiones netas. Los líderes corporativos (directores ejecutivos, directores financieros, consejos de administración y planificadores estratégicos) deben estar preparados para responder con un plan estratégico de reducción de emisiones, informes reglamentarios y métricas que tengan en cuenta el riesgo y el impacto financiero. Pero, ¿cómo? ¿Y qué métricas?

No cabe duda de la urgencia. El impulso está aumentando, como resultado de la presión de los consumidores, los homólogos del sector, los socios de la cadena de valor y los inversores. En mayo, inversores activistas ganó puestos en la junta en ExxonMobil para impulsar a la empresa más rápido hacia objetivos de cero emisiones netas. Equinor y Concha han anunciado planes para lograr cero emisiones netas para 2050. El Banco de Inglaterra recientemente advirtió a los bancos y las empresas para empezar a evaluar su exposición al riesgo al cambio climático futuro. En noviembre, la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) se reunió en Glasgow, lo que supuso el inicio de una acción mundial concertada para limitar el aumento de la temperatura media terrestre a 1,5 °C en comparación con los niveles preindustriales, el umbral de un daño climático catastrófico.

Responder, gestionando las emisiones de carbono y dando respuestas sobre los costes y los riesgos, no es fácil. El impacto del carbono y, con él, el coste y el riesgo del carbono, se extienden a toda la cartera empresarial. Por lo tanto, cualquier plan para abordarlo también debe cubrir toda la cartera.

Mida las emisiones en toda la cadena de valor.

El primer paso es medir las emisiones de cada empresa de la cartera a lo largo de la cadena de valor. Esto requiere ir más allá de la organización y abarcar las relaciones con los proveedores. Un solo producto o subsistema, como un avión o un motor a reacción, puede implicar varios componentes, subcontratistas, etapas de fabricación y episodios de transporte antes de llegar al ensamblaje final. Cada uno genera emisiones de carbono y costes. Debe tenerse en cuenta todo.

Será necesaria una modelización precisa de los costes y los riesgos. Para diagnosticar la cartera, comience por evaluar la sensibilidad de las ganancias y los flujos de caja libres de cada empresa en diferentes escenarios de precios del carbono. Esto proporciona una evaluación del grado de exposición de la cartera al riesgo de una normativa medioambiental más estricta.

El valor en riesgo de carbono (VacR) es la métrica clave.

La evaluación constituye la base para evaluar la cartera según una métrica clave que presento aquí: el valor con riesgo de carbono (VacR). A diferencia de «Carbon Value at Risk» o «Carbon VaR», el VacR se basa en las inversiones empresariales actuales, los modelos de negocio existentes y las operaciones. En concreto, el valor con riesgo de carbono (VacR) de una cartera es el cambio ponderado por probabilidades en el valor de la cartera, teniendo en cuenta las emisiones en las cadenas de valor de las empresas de la cartera y varios escenarios y resultados con respecto a la normativa (y los precios) del carbono y sus respectivas probabilidades.

La evaluación comparativa del desempeño de cada empresa puede revelar solo una parte de la historia. La evaluación puede mostrar que determinadas operaciones, procesos empresariales o diseños de cadenas de suministro no son viables en virtud de normas de carbono más estrictas o de precios más altos del carbono. En esa situación, es necesario tomar la decisión de vender la empresa o invertir en reducir sus emisiones.

La gestión estratégica de una cartera corporativa en un entorno reglamentario en evolución, un panorama tecnológico que cambia rápidamente y, en vista de la creciente presión de las partes interesadas, es muy dinámica, lo que significa que la evaluación y la reevaluación deben ser constantes.

Forme las decisiones estratégicas y desarrolle la estrategia de cartera.

Una vez que la evaluación se haya desarrollado y aplicado en varios escenarios, podrá desarrollar un marco para las decisiones estratégicas sobre la cartera:

  • Dónde transformar: Identifique las oportunidades de inversión para reducir la intensidad de carbono de varias empresas principales y los modelos de negocio que las respaldan.
  • Dónde expandirse: Identifique las oportunidades de fusiones y adquisiciones e inversiones en nuevos negocios y modelos de negocio.
  • Dónde desinvertir: Determine qué empresas o activos deberían considerarse para su desinversión.

La elaboración de la hoja de ruta, por supuesto, no es un proceso rápido. Requiere una evaluación rigurosa de las oportunidades de inversión, tanto de forma independiente como en el contexto de la estrategia general de cartera de la organización.

Mire más allá de las métricas financieras y mantenga el esfuerzo a largo plazo.

Los indicadores financieros no deberían ser los únicos de la mezcla. También se debe prestar especial atención a algunos o todos los siguientes aspectos: las emisiones residuales; las métricas que rigen el equilibrio de la cartera a lo largo del tiempo, las geografías y los mercados; la exposición a los riesgos regulatorios y tecnológicos y las mediciones de la novedad frente a la madurez de los modelos de negocio.

El trabajo no termina con la planificación inicial. Durante la implementación, y de forma periódica, los líderes corporativos deberán gestionar los presupuestos de carbono y las asignaciones de emisiones residuales por unidad de negocio, tal como se gestionan actualmente las asignaciones de capital.

Los plazos acelerados para alcanzar cero emisiones netas son sin duda un desafío estratégico para los responsables de la toma de decisiones. Pero la situación también presenta oportunidades estratégicas. Si comienza con un conocimiento profundo de la exposición de su cartera corporativa a los riesgos de carbono, estará en condiciones de identificar las medidas estratégicas que permitirán a su empresa limitar las desventajas y aprovechar las oportunidades de creación de valor.