Puntos de inflexión: los de la vida¿ahora qué? momentos: surgen con frecuencia en nuestra vida profesional y personal. Pueden surgir por dificultades, como cuando perdemos un trabajo de forma inesperada o nos vemos obligados a enfrentarnos a una enfermedad crónica, o a raíz de nuevas y emocionantes oportunidades. Sea cual sea el catalizador, los puntos de transición pueden resultar amenazantes. Las investigaciones sugieren que las reacciones típicas van desde evitar el problema retirándose o posponiendo hasta cambios precipitados o la búsqueda de soluciones rápidas.
Examinar nuestra primera reacción ante un cambio desestabilizador nos invita a explorar las posibilidades que existen más allá de nuestro impulso inicial. Esto requiere tener la humildad de reconocer que incluso los más entrenados y talentosos de nosotros pueden volverse inseguros, inestables y reactivos cuando operan en un terreno desconocido. Desarrollar la práctica de hacer pausas para regular, dotar de recursos y reorientar antes de responder puede contrarrestar la respuesta a las amenazas y ayudarnos a ser más curiosos y creativos ante¿ahora qué? momentos, incluso cuando no estamos seguros de lo que viene después.
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Nueve meses después de regresar del permiso parental, Anne, que había desarrollado una exitosa carrera directiva en Silicon Valley, estaba debatiendo si dimitir. Trabajaba para una empresa que se enorgullecía de apoyar a los padres que trabajan, y tenía un esposo y una madre comprometidos y prácticos que se ocupaban del cuidado de los niños. Sin embargo, a pesar del apoyo, la creciente sensación de que prosperar en un dominio significaba perder el otro hizo que Anne se sintiera atrapada: «Temía no poder volver a entrar en la fuerza laboral, que estaba glamorizando el césped del otro lado cuando, en realidad, podría sentirme aislada, sola o estigmatizada como ‘solo una ama de casa’ en nuestra burbuja de Silicon Valley». Para Anne, la elección de quedarse o irse era a la vez obvia e imposible. Ashley, una directora de ventas estrella en ascenso en una empresa de diseño global, se enfrentó a un dilema similar con un conjunto diferente de prioridades en juego: seguir en el trabajo que le encantaba o centrarse a tiempo completo en una aventura empresarial. «Empecé algo con mi madre y mi hermana», compartió en una conversación. «La verdad es que era un trabajo paralelo, pero quería que se convirtiera en algo más». Ashley estaba en conflicto. Los compromisos en la intersección de su carrera, un proyecto apasionante con un gran potencial y una vida familiar muy activa la hicieron esforzarse por encontrar la manera de dar lo mejor de sí misma en tres ámbitos a la vez. Tanto para Anne como para Ashley, las prioridades contrapuestas crearon un punto de inflexión que requirió algo más que corregir el rumbo o elegir un carril. En cambio, estaban en el umbral de un territorio inexplorado sin un mapa ni una brújula que los guiara. Puntos de inflexión: los de la vida¿ahora qué? momentos: surgen con frecuencia en nuestra vida profesional y personal. Pueden surgir por dificultades, como cuando perdemos un trabajo de forma inesperada o nos vemos obligados a enfrentarnos a una enfermedad crónica, o como en los casos de Anne y Ashley, a raíz de nuevas y emocionantes oportunidades. Sea cual sea el catalizador, los puntos de transición pueden resultar amenazantes, especialmente cuando nuestroidentidad y autodirección se ponen en tela de juicio.Las investigaciones sugieren que las reacciones típicas ante la disyunción que sentimos cuando llegamos a un punto muerto y no estamos seguros de cómo proceder van desde evitar el problema retirándonos o posponiendo hasta cambios precipitados o la búsqueda de soluciones rápidas. Examinar nuestra primera reacción ante un cambio desestabilizador nos invita a explorar las posibilidades que existen más allá de nuestro impulso inicial. Esto requiere tener la humildad de reconocer que incluso los más entrenados y talentosos de nosotros pueden volverse inseguros, inestables y reactivos cuando operan en un terreno desconocido. Desarrollar la práctica de hacer pausas para regular, dotar de recursos y reorientar antes de responder puede contrarrestar la respuesta a las amenazas y ayudarnos a ser más curiosos y creativos ante¿ahora qué? momentos, incluso cuando no estamos seguros de lo que viene después. ## Regular Sentirse perdido o inseguro puede provocar respuestas impulsadas por las emociones que nos distraen de centrarnos creativamente en el desafío que tenemos entre manos. Hayamplia investigación para sugerir que es posible y beneficioso moderar nuestras emociones ante las interrupciones y las perturbaciones si contamos con los recursos adecuados para hacerlo. Desarrollar una práctica intencional de autoconciencia y autorregulación rigurosas antes de un¿ahora qué? el momento puede ayudarnos a prepararnos al sentir menos pánico y tener más control antes de que suceda lo inevitable. Empiece por recordar la última vez que se enfrentó a la inestabilidad. Quizás lo ignoraron para un ascenso o se le ofreció una oportunidad fantástica en otra empresa. ¿Reaccionó emocionalmente? ¿Evitar tomar una decisión? ¿Se apresura a emitir un juicio sin todos los hechos? El examen del comportamiento pasado puede ayudarlo a identificar dónde podría evitar el riesgo o sucumbir a reacciones precipitadas en el futuro. ## Recurso No importa lo conscientes, regulados y experimentados que seamos, cada punto de transición es único. Por eso los planes y procesos que funcionan bien en tiempos estables suelen fracasar en tiempos de incertidumbre. Dedicar tiempo a evaluar el nuevo panorama puede ayudarnos a desviar nuestra atención de la amenaza de lo desconocido hacia la investigación a medida que nos adentramos en territorio inexplorado. Hacer un inventario cuidadoso de los recursos disponibles es fundamental para responder bien a la situación emergente, incluso cuando el tiempo apremia. Esto puede incluir recursos emocionales, como el acceso a servicios terapéuticos o de entrenamiento, recursos materiales como la financiación o recursos sociales a través de redes profesionales o personales. Identificar dónde abundan estos recursos y observar dónde faltan puede llevar a acciones concretas (recopilación de recursos) o servir como un impulso creativo (¿cómo podemos proceder sin ciertos recursos?) según las circunstancias. En cualquier caso, centrarnos en identificar y reunir recursos nos permite actuar sin necesidad de tomar decisiones firmes antes de que tengamos tiempo de orientarnos en el nuevo terreno. ## Reorientar Crear un espacio para el aprendizaje a propósito en un punto de disrupción puede ayudar a pasar de una mentalidad de resolución de problemas a una mentalidad de descubrimiento a medida que nos adentramos en un territorio inexplorado. Si bien esto puede parecer contradictorio para las personas que han sido recompensadas por su decisión, participar en un proceso de creación de sentido (observar los contornos del nuevo terreno, aclarar dónde estamos y hacia dónde esperamos ir e identificar opciones y posibilidades), en lugar de apresurarnos a dar un giro o tomar decisiones firmes, puede ayudarnos a reorientarnos en medio de circunstancias cambiantes. Para algunos, esto implica capturar estas observaciones en una pared llena de notas adhesivas; para otros, en una pizarra electrónica, lista u hoja de cálculo. El método en particular es menos importante que comprometerse con un examen intrépido y exhaustivo de los aspectos relevantes de las circunstancias emergentes como una forma de integrar los conocimientos y descubrir posibles caminos a seguir tras la _w_¿Qué pasa ahora? momento. Con el tiempo, se convertirán en el mapa y la guía para navegar por el nuevo terreno, lo que puede generar respuestas más creativas y relevantes para el contexto. ## Responda Incluso en los tiempos más turbulentos, calmar las emociones y desarrollar una práctica de investigación y exploración nos ayuda a pasar activamente de la resolución impulsiva a la creativa resolución de problemas. Dedicar tiempo a regular, dotar de recursos y reorientar puede ayudarnos a formular nuevas formas de abordar la incertidumbre, formas que tengan en cuenta las oportunidades y los desafíos únicos que existen en una situación dada. Esto también puede ayudar a generar una nueva perspectiva sobre quiénes somos en tiempos de cambio, cómo respondemos y cómo podemos trazar un nuevo rumbo, incluso cuando es incómodo. Para Anne, eso significó elegir dejar su trabajo y vivir primero lo que era ser madre. Cinco años de exploración y experimentación después, no se arrepiente. Se siente cómoda explorando en quién se está convirtiendo, que es unartista visual . Ashley siguió un camino diferente. Tras iniciar un proceso de regulación, dotación de recursos y reorientación, respondió exponiendo su dilema a su equipo directivo, y ellos trabajaron juntos para integrar su pasión por el servicio comunitario en su puesto. Cuatro años después, sigue trabajando en la empresa que le encanta de una manera que responde a su deseo de servicio y a las necesidades de su joven familia. Las historias de ambas mujeres subrayan la paradoja y el potencial de la vida laboral moderna: caminan en direcciones opuestas, pero igual de empoderadas y contentas con el viaje. La clave para navegar por lo desconocido es repensar nuestra relación con el cambio y reconocerlo¿ahora qué? los momentos pueden ser una invitación a la investigación y la exploración más que una amenaza. Esto significa reconocer que las nuevas circunstancias pueden llevarnos a paralizarnos o reaccionar sin pensar, y que nuestro primer impulso es algo que podemos moderar con atención y práctica. Las medidas que hemos sugerido pueden ayudarnos a ver los puntos de inflexión como oportunidades para reflexionar sobre nuestros compromisos, examinar nuestras prioridades y corregir el rumbo cuando sea necesario. Aprender a hacerlo es un imperativo de desarrollo profesional y personal en tiempos de incertidumbre y cambios.