Como director, su trabajo es apoyar a su equipo en la transición a la híbrida. Pero lo que las personas necesitan depende en gran medida de su personalidad. El autor ofrece consejos sobre la mejor manera de apoyar a los introvertidos y extrovertidos durante esta época. ¿El primer consejo? Dele tiempo y espacio a los introvertidos. Si algunos de sus empleados están ahora en la oficina y otros están en casa, es especialmente importante asegurarse de que los introvertidos de su equipo no queden eclipsados, especialmente en las reuniones de equipo. La segunda: dar tiempo de emisión a los extrovertidos. Si descubre que sus extrovertidos tienen dificultades para sentirse conectados, organice una reunión regular cara a cara o por vídeo con ellos para que puedan hablar directamente con usted. Y, por último: fomentar una variedad de estilos de comunicación para que todos puedan interactuar de forma auténtica.
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Desde una menor interacción social hasta más oportunidades de autonomía, si es introvertido, lo más probable es que le haya gustado trabajar de forma remota durante más de un año. Por otro lado, si es extrovertido, puede que se haya encontrado menos productivo y más irritable en casa, esforzándose por recrear los estímulos externos que recibió en la oficina para motivarlo. Entonces, ¿qué pasa en un modelo híbrido? Dado que muchos introvertidos optan por trabajar de forma remota y los extrovertidos tienen más probabilidades de querer volver a la oficina, ¿cómo se asegura de que todo su equipo siga comprometido, productivo y feliz?
En ordenpara liderar eficazmente tanto a introvertidos como a extrovertidos durante la transición a la híbrida, recomiendo tres prácticas recomendadas basadas en más de una década de investigación y consultoría con equipos distribuidos de alto rendimiento.
1. Dele tiempo y espacio a los introvertidos.
Si algunos de sus empleados están ahora en la oficina y otros están en casa, es especialmente importante asegurarse de que los introvertidos de su equipo no queden eclipsados, especialmente en las reuniones de equipo. Si personalidades ruidosas interrumpen a los introvertidos durante la discusión, puede que no intenten volver a hablar. Si esto ocurre repetidamente, pueden desconectarse o sentirse marginados, especialmente si trabajan de forma remota. Durante las reuniones híbridas, es fácil pasar por alto a los participantes virtuales de la llamada y olvidar incluirlos en la conversación.
Su trabajo como gerente es asegurarse de que todos sean escuchados. Utilice herramientas como una barra de chat o una función de levantar la mano para designar quién tiene la palabra y practique esperar de cinco a diez segundos antes de entrar. También puede resultar útil enviar las preguntas con antelación para que todos tengan más tiempo de prepararse. Y cuando termine la reunión, anime a las personas a que le envíen sus opiniones por correo electrónico o cree un documento de Google en el que la gente pueda compartir sus opiniones. La oportunidad departicipar de forma asíncrona da voz a los introvertidos que podrían dudar especialmente en alzar la voz delante de un grupo grande.
2. Dele tiempo de emisión a los extrovertidos.
Si descubre que sus extrovertidos tienen dificultades para sentirse conectados, organice una reunión regular cara a cara o por vídeo con ellos para que puedan hablar directamente con usted. También puede fomentar el uso de grupos de trabajo en Zoom o Slack para que tengan tiempo de emisión y expongan sus ideas sin dominar una reunión de todo el equipo.
Para los extrovertidos que estén en la oficina, fomente el regreso de los «momentos más fríos». Las investigaciones muestran que durante la transición al trabajo remoto, estas actividades sociales y de creación de relaciones son las que más echaban de menos. Ayudan a los extrovertidos a encontrar momentos espontáneos de conexión social durante el día, a mantener a los directivos informados de lo que realmente sucede en la empresa y a fomentar la camaradería, la moral y la confianza entre los miembros del equipo.
Es importante reconocer también que no todos los extrovertidos volverán a la oficina. Para evitar excluir a quienes se queden en casa de las actividades sociales, organice más eventos híbridos opcionales para crear vínculos de equipo, que vayan desde una charla con Zoom para comer hasta una happy hour híbrida para reuniones. Los almuerzos híbridos se han convertido en la nueva cafetería social, donde los miembros del equipo pueden reunirse para compartir una comida de 15 a 30 minutos, ya sea en persona o por Internet.
3. Fomente una variedad de estilos de comunicación.
Como describo en mi nuevo libro,Lenguaje corporal digital , es responsabilidad de los directivos crear un equipo cohesionado. Pero eso no significa obligar a todos a comunicarse exactamente de la misma manera, sino crear espacios para diferentes estilos de comunicación para que todos puedan comunicarse con su voz auténtica. Tomemos como ejemplo a mi cliente Brad, el vicepresidente sénior de una gran empresa de juegos. Había observado una gran diferencia en los dos canales de Slack gestionados por sus subordinados directos, Allie y Dave.
Dave, un autoproclamado extrovertido, tiene un canal de Slack repleto de emojis, GIF y memes. Por otro lado, Allie, una introvertida, tiene un estilo de escritura más formal, con viñetas. «Con el canal Slack de Allie», dice Brad, «estoy en casa». Sin embargo, pronto se dio cuenta de la forma en que Dave veía el mundo». Si lo obligara a ser «corporativo», su equipo estaría menos entusiasmado y comprometido». Y añade: «He aprendido que lo mejor que puedo hacer es tratar de familiarizarme con su lenguaje corporal digital e informal, aunque me resulte incómodo».
Ambos enfoques funcionan, no hay una forma mejor o peor de comunicarse entre los emojis y las viñetas. La clave para los líderes es crear un entorno digital que fomente y fomente una variedad de estilos de comunicación para que todos puedan interactuar de forma auténtica.
Independientemente del lugar en el que se encuentren los miembros de su equipo en el espectro de la extroversión y la introversión, el cambio de la noche a la mañana al trabajo virtual hace más de un año nos obligó a todos a adaptarnos a circunstancias incómodas. Todos hemos tenido que hacer concesiones para compensar la distancia y, espero, hemos aprendido mucho en el proceso. Estas lecciones nos harán más fuertes e inclusivos a medida que hagamos la transición a un modelo de trabajo híbrido a largo plazo, ya que algunos de nosotros empecemos a volver a la oficina y otros seguirán trabajando de forma remota.