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IT management

Las plataformas son la nueva base de la TI corporativa

por Mark P. McDonald

Reinventar la TI corporativa requiere reconocer las profundas diferencias entre lo que tenemos hoy y lo que necesitamos en el futuro. Estas diferencias son la base del departamento de TI corporativo moderno (la infraestructura), que incluye el software, el hardware, las comunicaciones, las instalaciones, los centros de datos, las operaciones y otros recursos técnicos que opera una empresa. Esta infraestructura se encuentra sobre una subestructura de activos y recursos disponible públicamente, como las telecomunicaciones e Internet, por ejemplo. La infraestructura y la subestructura respaldan la información, los procesos, las aplicaciones, las reglas y los canales que son la cara de la TI corporativa.

La infraestructura determina en gran medida la estructura de la organización de TI, su presupuesto, la forma en que la empresa sale al mercado, su legado y su capacidad de cambio. Encarna la larga realidad de las principales decisiones empresariales y tecnológicas, lo que hace que un departamento de TI se esfuerce por gestionar varias infraestructuras costosas e incompatibles.

Los días en los que se buscaba un departamento de TI único, talle único y con un precio único para todo están contados. Las infraestructuras están siendo atacadas técnica, funcional y financieramente. Las nuevas tecnologías digitales, como la telefonía móvil, los macrodatos, la analítica, la nube, las redes sociales y los sensores, representan tipos de soluciones fundamentalmente diferentes a las de las tecnologías de transacciones patentadas, como la planificación de recursos empresariales. Considere lo siguiente:

  • Las tecnologías basadas en estándares (en lugar de patentadas) en movilidad, protocolos de Internet y API abiertas exigen ciclos de desarrollo de aplicaciones e infraestructuras más cortos. Los estándares reducen no solo la cantidad de tecnología, sino también el riesgo asociado a la unión de tecnologías nuevas y heredadas.
  • Funcionalmente, las tecnologías digitales son de recepción, orientadas al cliente y generadoras de demanda. Son la marca de la empresa. Las demandas digitales se mueven al ritmo del mercado, la competencia y las expectativas de los clientes, más que a los ciclos de actualización de los proveedores de TI.
  • Desde el punto de vista financiero, la infraestructura es simplemente demasiado cara y consume demasiado en su forma actual. Los CIO necesitan proporcionar infraestructura a un coste menor y con una capacidad más ágil. Incluso las tecnologías actuales de nube y virtualización, que suelen reducir los costes unitarios, no cambian los impulsores ni las estructuras de esos costes. Solo es cuestión de tiempo que los crecientes volúmenes de transacciones digitales superen a estas tecnologías en su forma actual.

Las crecientes necesidades de velocidad, creatividad, bajo coste y flexibilidad exigen que vayamos más allá de la infraestructura y pasemos a las plataformas. Una plataforma es la recopilación e integración de recursos comunes que respaldan múltiples operaciones empresariales. Las empresas de servicios financieros tienen plataformas que les permiten lanzar nuevos productos sin tener que reemplazar sus infraestructuras. Facebook, Google y otras empresas digitales invierten en capacidades similares, lo que les da un flujo aparentemente infinito de innovaciones y experimentos desde una sola plataforma.

«Plures ex uno» —o muchos más de uno— es el objetivo de una plataforma digital. Tenga en cuenta que esto es lo opuesto al lema de los Estados Unidos: «e pluribus unum» o uno de cada muchos. La comparación es adecuada, ya que la infraestructura corporativa es de naturaleza federada y su viabilidad es limitada en el futuro digital.

Una plataforma es más que una arquitectura orientada a los servicios con esteroides. Las plataformas analizan la tecnología con una visión empresarial y se organizan en torno a acciones empresariales específicas, como las ventas con un solo clic, la búsqueda, la descripción, la presentación y los precios. Estas acciones comunes tratan la información y no la lógica empresarial o el código como fuente de especialización. Esto permite a las empresas de plataformas añadir nuevas características y funciones una vez que estén disponibles para todos o solo una parte de sus clientes, lo que les da la flexibilidad y la adaptabilidad necesarias en las empresas modernas.

Las plataformas reflejan la heterogeneidad de la tecnología digital y permiten que cada parte cambie sin perturbar la paz en todos los componentes. Las plataformas son fundamentales para un mundo de tecnología impulsada por el consumidor, competencia entre varios proveedores y guerras de estándares que se libran en el mercado y no en el laboratorio.

Las plataformas se adaptan a la economía de los negocios digitales. Proporcionan un medio para aumentar la eficiencia de escala en toda la empresa, en lugar de intentar impulsarla en infraestructuras individuales. Esto es esencial en un mundo en el que los volúmenes de transacciones de TI crecen más rápido que las compras empresariales. Pensemos en la banca en línea, donde muchas transacciones son gratuitas, pero tienen un coste real para el banco. Las plataformas proporcionan una forma de reducir los costes de transacción y preservar los márgenes de la empresa.

Las plataformas requieren algo más que unir las infraestructuras existentes. Más interfaces, más integración y más lógica para condiciones específicas pueden ser un paso provisional, pero solo añaden costes, complejidad y rigidez fundamental en la empresa.

Lograr las ventajas funcionales y financieras de una plataforma implica volver a los conceptos básicos de los negocios, no a las transacciones. Sí, el diablo está en los detalles. Y sí, ya hemos probado la arquitectura orientada a los servicios y la virtualización con resultados dispares. Reinventar la TI corporativa requiere algo más que cambiar el papel de los CIO y la TI en la era digital. La reinvención a escala debe extenderse a los factores fundamentales de los costes de TI, la calidad del servicio y la flexibilidad futura. Eso comienza con la reinvención de la base de la TI y el abandono del modelo de infraestructura.

Reinventar la TI corporativa
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