La salud económica y las elecciones de 2016
por Adi Ignatius
Las primeras etapas de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos tienden a hacer que uno tema por la democracia. Para evitar el ruido, los aspirantes a candidatos suelen recurrir a una retórica simplista o incluso a una demagogia odiosa para acaparar los titulares y dar energía a una base.
Por el lado positivo, las campañas también pueden dar a conocer ideas interesantes, y eso ya está sucediendo en el frente económico. Jeb Bush, candidato republicano, ha presentado una propuesta que simplificaría en gran medida el código tributario de los Estados Unidos. Su plan introduciría recortes de impuestos que beneficiarían a los ricos, pero también cerraría algunas lagunas que ahora benefician a las empresas y a los gestores de fondos de cobertura. Como mínimo, es para iniciar una conversación.
Los demócratas también están probando algunos temas importantes durante la campaña electoral. El plan económico de Hillary Clinton abordaría la creciente desigualdad de ingresos en los Estados Unidos y su excesivo enfoque a corto plazo. Clinton ha criticado el aumento de las recompras de acciones corporativas, con el argumento de que perjudican la salud a largo plazo de las empresas. Y aunque sugiere aumentar el impuesto sobre las ganancias de capital, su plan también reduciría el impacto fiscal sobre los inversores que mantienen sus activos durante un período más largo.
El enfoque de Clinton se hace eco de la idea de William Lazonick, quien publicó una crítica a las recompras en «Ganancias sin prosperidad» (HBR, septiembre de 2014). Y coincide con las ideas de Larry Fink, el CEO de BlackRock, que lleva tiempo advirtiendo de los peligros del cortoplacismo de Wall Street. (Para obtener más información sobre la opinión de Fink, consulte el Entrevista en HBR.)
Asegúrese de visitar HBR.org para analizar los grandes temas económicos que están surgiendo durante este ciclo electoral.
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