Averigua cómo aumentar las posibilidades de que se adopte tu innovación.
Parece que en cualquier momento y en cualquier parte del mundo, encontrarás una innovación que empieza a arraigar. Ya se trate de una nueva tecnología, como el ahora omnipresente smartphone, o de una idea y una práctica, como el sexo seguro, las innovaciones se extienden por toda una sociedad de forma sistemática.
Este proceso es lo que se denomina el proceso de adopción.
Este proceso es lo que el autor Everett M. Rogers denomina “la difusión de las innovaciones”
En este libro pionero, el autor describe el proceso por el que una innovación llega a ser adoptada, ya sea una idea, una práctica o un objeto, e identifica las cinco etapas del proceso: Conocimiento, Persuasión, Decisión, Aplicación y Confirmación.
El camino del usuario potencial a través de estas cinco etapas determina esencialmente si una innovación tendrá éxito o fracasará. Aprenderás lo que ocurre en cada una de estas etapas y encontrarás valiosos consejos sobre cómo aumentar las posibilidades de que tu innovación sea adoptada.
En el siguiente resumen, también descubrirás:
- por qué algunas personas de la República Democrática Alemana llenaron sus lavadoras de fruta,
- por qué algunas personas de otros países llenaron sus lavadoras de fruta.
- por qué es más probable que la gente de países como China o Japón adopte una determinada innovación sólo porque otros ya la estén utilizando,
- por qué hay menos gente que adopta una determinada innovación
- por qué hoy en día hay cada vez menos fumadores, y
- por qué las personas mayores son siempre el último grupo social en adquirir un smartphone.
En la fase de Conocimiento, un individuo se entera de la existencia de la innovación.
Piensa en la última vez que decidiste si ibas a utilizar un nuevo producto o servicio. ¿Qué motivó tu decisión?
Puede que no seamos conscientes de ello, pero nuestra toma de decisiones siempre sigue un patrón determinado, que consta de cinco etapas.
La primera es la etapa de la innovación.
La primera es la etapa de Conocimiento, el momento en que nos enteramos por primera vez de una nueva tecnología o innovación. Pero, ¿qué nos lleva a entrar en esta etapa? ¿Es que tenemos una necesidad específica y previa de una tecnología concreta? ¿O simplemente hemos tenido conocimiento de la innovación?
Algunas personas buscan activamente una innovación concreta, como una tecnología específica, porque tienen una cierta necesidad de ella en sus vidas.
En este contexto, una necesidad es un estado de frustración o insatisfacción que surge cuando los deseos de una persona superan los recursos disponibles en ese momento. Esta necesidad impulsará a esa persona -que tiene un problema concreto y el deseo de solucionarlo- a preguntar y buscar una solución.
Por ejemplo, imagina que eres agricultor y que tus cosechas están siendo destruidas por una determinada plaga. En tal caso, es probable que busques activamente un pesticida para hacer frente a ese bicho.
Otras personas, sin embargo, entran en la etapa del Conocimiento no porque estuvieran buscando activamente una innovación concreta, sino porque se les ha hecho saber de la existencia de la innovación.
En ocasiones, la búsqueda activa de un pesticida es una de las razones por las que las personas buscan una innovación.
A veces, el lanzamiento de un nuevo producto al mercado se comunica a través de canales que no se dirigen específicamente a tú. Sin embargo, puedes enterarte de la existencia de un producto por el boca a boca: tal vez un amigo te informa sobre un nuevo dispositivo que cree que te interesaría.
Por ejemplo, cuando se lanza un nuevo producto al mercado, se comunica a través de canales que no se dirigen específicamente a ti.
Por ejemplo, cuando se anuncia la última versión del iPhone de Apple en una conferencia de desarrolladores, muchas revistas de tecnología ofrecerán detalles sobre su lanzamiento y sus nuevas funciones. Como resultado, uno de tus amigos -quizás un experto en tecnología, siempre en busca de nuevos artilugios- leerá una de esas revistas y, sabiendo que te interesaría, te lo contará todo sobre el nuevo iPhone.
En la fase de Persuasión, un individuo se forma una actitud hacia la innovación.
Sea como sea que conozcas la existencia de un producto, una vez que has sabido de su existencia, ¿qué ocurre entonces? ¿Decides simplemente, sin prejuicios, utilizar ese producto?
En una palabra, no.
Después de la etapa de Conocimiento, te formas una actitud favorable o desfavorable hacia la innovación. Esta es la etapa de Persuasión.
En primer lugar, el producto te gusta o no te gusta. Si te gusta, tienes que investigar el producto y encontrar información creíble sobre él. Pero el problema es que, en la fase de Persuasión, siempre somos selectivos con la información que buscamos, hasta el punto de que podemos ignorar la información que cuestiona nuestros sentimientos iniciales sobre el producto.
Por ejemplo, si te gusta el producto o no te gusta, tienes que buscar información creíble sobre él.
Por ejemplo, si encuentras un producto que crees que te hace parecer guay, es posible que decidas ignorar una reseña que hable de lo poco fiable que es el producto.
A continuación, conciliamos los atributos de la innovación con nuestra propia actitud hacia ella, e intentamos anticipar su evolución futura. En otras palabras, equilibramos nuestros sentimientos hacia el producto con aspectos como el precio, la complejidad y el funcionamiento.
Si aún tenemos dudas sobre el producto, intentamos anticipar su evolución. Por ejemplo, si compras un nuevo modelo de cámara fotográfica, puedes sentirte inseguro, ya que al principio es imposible saber si la cámara será utilizada por otras personas, o incluso si tú la estás utilizando correctamente.
Para hacer frente a esta incertidumbre, prevemos el uso que haremos de la cámara en el futuro y tenemos en cuenta cuánto cuesta, lo difícil que es utilizarla y cómo la percibirán nuestros amigos.
Entonces, después de que la cámara haya sido comprada, te das cuenta de que no la vas a utilizar correctamente.
Entonces, tras investigar y hacer frente a tus incertidumbres, si tu actitud hacia el producto sigue siendo positiva, lo más probable es que empieces a utilizarlo.
Pues bien, si tu actitud hacia el producto sigue siendo positiva, lo más probable es que empieces a utilizarlo.
Sin embargo, algunas innovaciones no requieren que el adoptante tenga una actitud positiva hacia la innovación. Por ejemplo, la mayoría de la gente, incluidos los propios fumadores, tiene una actitud negativa hacia los cigarrillos. Sin embargo, la mayoría de los fumadores no abandonarán su hábito de fumar.
En la fase de Decisión, un individuo elige adoptar o rechazar una innovación.
Habiendo buscado información sobre el nuevo producto y formado una actitud hacia él, ahora vas a decidir si lo vas a utilizar. En otras palabras, o bien adoptarás la innovación o bien la rechazarás.
Este es el proceso de adopción.
Ésta es la fase de Decisión, y aquí hay unos cuantos factores que son pertinentes para que una innovación se adopte o se rechace.
En primer lugar, las innovaciones que no se adoptan o se rechazan son las que más se utilizan.
En primer lugar, las innovaciones que pueden probarse antes de la compra tienen más probabilidades de ser adoptadas. Y si se descubre que tienen una ventaja relativa sobre otros productos similares -por ejemplo, una mejor funcionalidad-, se adoptarán más rápidamente.
Por ejemplo, en el Iowa de los años 30, los vendedores de semillas de maíz repartían a los agricultores bolsas de una nueva semilla, suficiente para plantar aproximadamente un acre de maíz. Como se demostró que esta nueva semilla era superior a la que utilizaban actualmente, se convenció a los granjeros para que la compraran.
Segundo, el rechazo es más rápido.
En segundo lugar, el rechazo puede producirse de forma activa o pasiva.
En un rechazo activo, un individuo ha considerado la posibilidad de adoptar la innovación y posiblemente la ha probado, pero ha decidido no adoptarla.
Por ejemplo, un programador informático que ha probado la innovación ha decidido no adoptarla.
Por ejemplo, un desarrollador de software se plantea cambiar a un nuevo kit de desarrollo para construir sus herramientas. Sin embargo, después de probarlo, considera que el kit no se adapta a sus necesidades y es demasiado complejo de utilizar, por lo que decide activamente rechazarlo.
Una innovación pasiva.
Un rechazo pasivo rechazo, por otra parte, se produce cuando un individuo no se ha planteado realmente adoptar la innovación o simplemente se ha olvidado de su existencia.
En tercer lugar, la decisión de adoptar un producto está influida principalmente por las normas culturales. Las personas que viven en culturas colectivistas -sociedades que valoran la comunidad y la acción colectiva por encima de las necesidades individuales, como China, Corea y Japón- tienen más probabilidades de adoptar una innovación si algunos miembros de su grupo ya la han adoptado.
En la fase de Implantación, un individuo empieza a utilizar una innovación.
Hasta ahora, el proceso de decisión ha consistido principalmente en pensar sobre la innovación y decidir si adoptarla. Pero una vez tomada la decisión de adoptarla, las cosas cambian. Ahora, en la fase de Implantación, una persona tiene que poner en práctica físicamente una innovación.
Pero, ¿en qué consiste realmente la aplicación?
Fundamentalmente, implica un cambio en el comportamiento del usuario. Dado que el nuevo producto debe ponerse en práctica físicamente, el individuo debe cambiar activamente su comportamiento, es decir, debe aprender y aplicar los métodos que requiere el uso correcto del producto.
Para poner en práctica una innovación, es necesario que el usuario cambie su comportamiento.
Para poner en práctica una innovación, hay que obtenerla, aprender a utilizarla y encontrar información sobre las posibles dificultades o efectos secundarios. Por ejemplo, un paciente que empieza a tomar un nuevo fármaco para regular la hiperglucemia debe cambiar su comportamiento: no puede beber alcohol mientras toma el nuevo fármaco, debe tomarlo durante varias semanas antes de que el fármaco surta efecto, etc.
Resulta interesante que, durante la fase de Implantación, muchos adoptantes “reinventan” el producto o servicio utilizándolo de formas no previstas por sus creadores.
Por ejemplo, en el Este de Europa, la adopción de un nuevo producto o servicio por parte de un grupo de personas se ha convertido en una práctica habitual.
Por ejemplo, en Alemania Oriental algunas personas utilizaban la lavadora WM66 para conservar la fruta, porque la lavadora podía calentarse sin tener que iniciar un ciclo de lavado.
Por otra parte, en la fase de Implantación, muchos adoptantes “reinventan” el producto o servicio de formas no previstas por sus creadores.
Además, un mayor grado de reinvención puede prolongar la vida útil de un producto y hacer que se utilice de forma más activa de lo esperado.
Por ejemplo, Lego Mindstorms. En su versión original, su software no era de código abierto, pero después de que unos cuantos programadores lo piratearan, la activa y dedicada base de fans de Mindstorms pudo modificarlo constantemente, alargando así su vida de forma significativa. En última instancia, Lego aprovecharía la oportunidad proporcionando kits de desarrollo de software a los fans de Mindstorms.
En la etapa de Confirmación, un individuo puede dar marcha atrás en su decisión de adoptar.
Supongamos que has empezado a poner en práctica una innovación. ¿Significa esto que vas a utilizarla para siempre? Quizá algunas innovaciones sean tan geniales que duren para siempre, pero otras dejarás de utilizarlas en algún momento.
¿Por qué?
¿Por qué?
Después de que un individuo haya tomado la decisión de adoptar una determinada innovación, empieza a buscar la seguridad de que ha tomado la decisión correcta. En otras palabras, ha entrado en la fase de Confirmación.
Esta etapa está marcada por la disconformidad interna del individuo, un estado de ánimo incómodo que desea disminuir y que surge tanto antes como después de adoptar un producto.
Piensa en la fase de Confirmación.
Considera, por ejemplo, las primeras encarnaciones del sistema operativo de Microsoft, Windows. Cuando Apple creó su propio sistema operativo, que era más fácil de utilizar, las personas que cambiaron de Windows a Mac probablemente experimentaron una disonancia interna antes de cambiar, ya que estaban insatisfechas con Windows.
Para mantener los sentimientos positivos de las personas que cambiaron de Windows a Mac, es necesario que se sientan satisfechas con el sistema operativo.
Para mantener sentimientos positivos sobre su decisión, los que adoptan un nuevo producto a menudo intentan evitar experimentar esta disonancia filtrando cualquier información que no confirme su decisión. (Esto se denomina exposición selectiva.) En su lugar, los adoptantes buscan una afirmación positiva de su decisión: por ejemplo, datos de ventas que sugieran el aumento de la popularidad de los Mac, críticas positivas del producto, etc.
En ocasiones, los adoptantes intentan evitar experimentar esta disonancia filtrando cualquier información que no confirme su decisión.
A veces, en la fase de Confirmación, los adoptantes dan marcha atrás en su decisión y dejan de utilizar la innovación.
En cambio, en la fase de Confirmación, los adoptantes buscan una confirmación positiva de su decisión.
Debido a que siempre hay inconvenientes en la adopción -como la posibilidad de que llegue al adoptante información no confirmatoria, o que las dificultades para utilizar la innovación superen sus beneficios previstos-, un adoptante puede dejar de utilizar un nuevo producto o servicio incluso después de haberlo implantado.
Otro motivo puede ser que el adoptante haya dejado de utilizar la innovación.
Otro motivo puede ser que la innovación sea sustituida por otra idea que se perciba como mejor. Otra razón es que la innovación pierda su brillo porque los adoptantes no estén satisfechos con su rendimiento.
Tomemos, por ejemplo, el tabaquismo, que en su día fue una elección de estilo de vida muy popular. A medida que más y más estudios empezaron a confirmar los graves riesgos del tabaquismo, el número de fumadores disminuyó.
Esto se debió principalmente a que los fumadores no estaban satisfechos con la innovación.
Esto se debió principalmente a que los gobiernos y las organizaciones sin ánimo de lucro empezaron a informar a la población sobre estos riesgos y procedieron a establecer barreras al tabaquismo, como restricciones para fumar en los aviones, zonas de no fumadores en los bares e impuestos especiales sobre los cigarrillos. Como resultado, el número de fumadores ha disminuido drásticamente.
Los que tienen los conocimientos y recursos adecuados lideran la adopción de nuevas innovaciones – por eso se les llama innovadores.
Cuando se trata de que la gente adopte y haga uso de una innovación, siempre hay algunos individuos que van por delante de todos los demás.
¿Por qué?
¿Por qué?
Una de las razones es que, sencillamente, algunos individuos son más innovadores que otros.
Por ejemplo, los innovadores -los primeros en adoptar un nuevo producto, idea o práctica- representan sólo el 2,5% de todos los adoptantes. Son personas siempre a la búsqueda de nuevas ideas.
Pongamos, por ejemplo, a una persona a la que le encantan los relojes, llamémosle John. John y sus amigos están tan interesados en los relojes que participan en foros online y devoran revistas dedicadas a su obsesión. John es un innovador: está al tanto de las últimas tendencias en relojería y sabe cuáles son los mejores relojes nuevos del mercado.
Pero, como todo innovador, John es un innovador.
Pero, como todos los innovadores, John está en minoría. El resto de los adoptadores comprenden los Tempranos Adoptadores (13,5 por ciento), los Tempranos Mayores (34 por ciento) y los Tardíos Mayores (34 por ciento). Los que adoptan una innovación mucho más tarde que la mayoría se denominan Laggards (16 por ciento). Por ejemplo, en lo que se refiere a los teléfonos inteligentes, las personas mayores suelen ser Laggards: los últimos en comprar y utilizar un dispositivo de este tipo.
Otra razón por la que los innovadores van por delante del resto es que disponen de una gran cantidad de recursos y conocimientos sobre una idea determinada.
Para ser innovador, un individuo debe disponer de los recursos financieros necesarios para compensar las pérdidas sufridas por la compra de innovaciones anteriores. Del mismo modo, necesita la capacidad de comprender y aplicar conocimientos técnicos complejos.
Además, este individuo tiene que hacer frente a un alto grado de incertidumbre sobre el futuro de la innovación. Por ejemplo, las personas que compraron los primeros teléfonos móviles a principios de los años 80 tuvieron que gastar mucho dinero, comprender cuándo y cómo utilizar los teléfonos y enfrentarse a la incertidumbre de no saber si todo el mundo iba a utilizar también los teléfonos.
La ventaja relativa y la compatibilidad de una innovación aceleran drásticamente su índice de adopción.
Hemos visto cómo nuestras propias actitudes y comportamiento influyen en que adoptemos o rechacemos las innovaciones. Pero la propia innovación también desempeña un papel en la adopción.
En primer lugar, las innovaciones deben tener una ventaja relativa sobre otras innovaciones competidoras. En otras palabras, la ventaja relativa representa la superioridad percibida de una innovación sobre la idea original a la que sustituye.
No importa si el ámbito de la ventaja relativa es económico, social o de otro tipo. Lo que sí importa es que exista una diferencia considerable entre los atributos del producto original y los de la innovación que lo sustituye.
Por ejemplo, los cultivadores de maíz de Iowa mencionados en un resumen anterior vieron una clara ventaja económica en el uso de las nuevas semillas que les dieron: sus rendimientos aumentaron, al igual que sus beneficios.
Por el contrario, las personas que se dedican al cultivo de maíz en Iowa vieron que el uso de las nuevas semillas aumentaba sus rendimientos.
En cambio, para las personas interesadas en comprar ropa de moda, lo importante no son los factores económicos, sino el prestigio social que adquieren al llevar esa ropa.
En segundo lugar, para mejorar las probabilidades de que sea adoptada, una innovación debe ser compatible con los valores y necesidades existentes de los usuarios.
En tercer lugar, para que sea adoptada, una innovación debe ser compatible con los valores y necesidades existentes de los usuarios.
Pongamos, por ejemplo, una nueva tecnología, como la red social de gran éxito Facebook. Esta innovación tiene una gran compatibilidad con los valores, creencias, ideas o necesidades de los usuarios: satisface las necesidades de la gente que quiere estar en contacto con sus viejos amigos y con sus amigos en el extranjero.
Las innovaciones incompatibles, por otra parte, probablemente no serán adoptadas. Por ejemplo, durante dos años un trabajador de la sanidad pública de un pueblo peruano intentó convencer a sus habitantes de que hirvieran el agua que bebían. Sin embargo, la campaña no tuvo éxito.
¿Por qué?
La tradición local de la zona relacionaba el consumo de alimentos calientes con estar enfermo. Cuanto más caliente estuviera el alimento o el agua, más adecuado era su consumo para los enfermos. La sola idea de que el agua caliente pudiera asociarse con la buena salud era incompatible con las creencias y valores de la gente de este pueblo.
Poder probar un producto antes de comprarlo aumenta la probabilidad de que lo compres.
¿Cuál fue el último producto que compraste? ¿Lo probaste antes de decidir la compra?
Es un hecho que las innovaciones que se pueden probar antes de comprar se difunden mucho más rápido. Esto se llama probabilidad – el grado en que una innovación puede probarse antes de adoptarla.
Al probar y ensayar un nuevo producto, los posibles adoptantes pueden disipar la incertidumbre sobre una innovación.
Sin embargo, no todas las innovaciones pueden concebirse para ser probadas. Por ejemplo, al comprar un coche, puedes ir al concesionario y probar distintas marcas y modelos. Pero cuando estás decidiendo qué compañía aérea utilizar, no puedes “probar a volar”
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Además, la capacidad de prueba es más importante para los adoptantes más tempranos – aquellos que compran y utilizan una innovación antes de que la adopten las masas- que para los adoptantes más tardíos. Esto se debe a que los primeros no tienen ningún precedente que seguir, mientras que los últimos siempre pueden remitirse a los ensayos de los primeros; no siempre necesitan probarlo por sí mismos. Además, los adoptantes más tardíos -como los rezagados- se comprometen más rápidamente a adoptar una innovación.
Por ejemplo, los que compraron un smartphone cuando nadie más lo tenía. Estos adoptantes probablemente visitaron ferias o tiendas para ver por sí mismos cómo funcionaba la tecnología.
Pero, ahora que casi todo el mundo tiene un smartphone, los nuevos adoptantes no necesitan probar la tecnología (al menos tan intensamente). En su lugar, pueden confiar simplemente en las reseñas del producto o en las recomendaciones de sus amigos.
Como muestra esto, para los innovadores que empiezan a utilizar una innovación cuando sale inicialmente, probarla primero es muy importante. Si, por el contrario, han comprado el producto una vez que todos los demás ya lo han utilizado, una sesión de prueba es menos importante.
¿Por qué? En parte se debe a que has observado sus funciones a través de otras personas -y descubrirás hasta qué punto esto importa en el siguiente resumen.
Las innovaciones que pueden observarse en uso, o comunicarse a otras personas, se adoptan más fácilmente.
La posibilidad de prueba te ayuda sin duda a conseguir que tu innovación se adapte. Lo que también ayuda es permitir que la gente observe el producto en acción y comunicarles cómo funciona un producto.
¿Por qué? Porque explicar y mostrar un nuevo producto a los demás les ayuda a comprender mejor sus funciones.
Por qué?
Algunas ideas son fáciles de observar y comunicar a los compañeros, lo que puede ayudar a disipar las dudas que puedan tener y les permite evaluar la complejidad de la idea o su ventaja relativa. Por ejemplo, la forma en que la gente utiliza Facebook es fácil de observar y comunicar, porque se puede ver la actividad en el perfil de un usuario.
Sin embargo, hay innovaciones que son inobservables o difíciles de comunicar, como la noción de salvación religiosa. Además, ciertas tecnologías tienen aspectos observables e inobservables; por ejemplo, el hardware y el software de los ordenadores.
El hardware aspecto es la forma material o física de la herramienta; el objeto en sí. El software aspecto es la base de información de esta herramienta. El hardware de un ordenador, por ejemplo, es el equipo electrónico, mientras que su software es el sistema operativo.
Dado que el aspecto software tiende a ser menos observable que el hardware, las innovaciones en las que predomina el aspecto software suelen tener un ritmo de adopción más lento.
Por ejemplo, el aspecto software es la base de información de una herramienta.
Por ejemplo, la idea de sexo seguro. Se trata de una idea bastante vaga porque se centra en elementos de software: la abstinencia, la monogamia sexual y otras recomendaciones de sexo seguro son difíciles de observar, y no son dominantes en el hardware. Por eso las campañas de sexo seguro sólo han tenido un éxito medio.
Como vemos, a veces es difícil explicar y comunicar una idea. Cuando lo hagas, intenta hacer tangible la idea destacando su aspecto hardware.
Los agentes de cambio pueden desarrollar una necesidad de cambio y acelerar así la adopción de una innovación.
Como hemos visto, la gente adopta las innovaciones a su manera y a su ritmo. Pero hay otro factor que marca una gran diferencia en la adopción de una innovación: el agente de cambio.
Los agentes de cambio -como profesores, asesores, trabajadores de la sanidad pública, etc.- conciencian a los posibles adoptantes de una necesidad concreta de cambio y establecen una buena relación con ellos.
Estos agentes tienen fuertes vínculos y canales de comunicación con el sistema social que adoptará una innovación. Además, pueden identificar nuevas soluciones a problemas existentes y, al hacerlo, cambiar comportamientos. Pueden comunicar la importancia de un problema y convencer a individuos o grupos enteros de que son capaces de afrontar sus retos.
Por ejemplo, Jen -que vive en Kenia desde hace cinco años- es una trabajadora de la sanidad pública con estrechos vínculos con las escuelas y los funcionarios del gobierno. Ha hecho un gran esfuerzo por presentar el impacto del cáncer de cuello uterino a profesores y funcionarios, y por discutir con los padres la necesidad de vacunar a las niñas. Gracias a este esfuerzo y a su estatus en la comunidad, cada vez se vacuna a más niñas.
Un agente de cambio debe ser una persona empática y actuar siempre en interés del cliente. Para ser eficaz, debe centrarse en las necesidades de sus clientes y no en las exigencias de la agencia de cambio. (Una agencia de cambio es el empleador del agente, que puede ser una organización sin ánimo de lucro, una administración pública o una consultoría).
Estos agentes de cambio empáticos tienen más en cuenta la retroalimentación, establecen una relación más estrecha con las personas y gozan de mayor credibilidad.
Por ejemplo, un vendedor que intenta convencer a un cliente potencial de que compre el nuevo fertilizante de su empresa, tiene más posibilidades de vender si señala cómo el producto puede resolver un problema existente que tiene el cliente.
Si el cliente no es un agente de cambio empático, es más probable que se sienta atraído por el producto.
Si, por el contrario, el vendedor no se centra en las necesidades del individuo y, por tanto, no puede ofrecer una solución a sus problemas, sus esfuerzos fracasarán.
Conclusiones
El mensaje clave de este libro:
Existen cinco etapas de la decisión innovadora. decisión proceso que cada potencial adoptante de idea nueva idea pasa: Conocimiento, Persuasión, Decisión, Implantación y Confirmación. Cada innovación tiene ciertos atributos que influyen su tasa de adopción, tales como ventaja relativa, complejidad y probabilidad. Cambio agentes deberían estar enfocados en el cliente. centrados y hacer uso de opinión líderes para. aumentar la tasa de adopción de una innovación.
Consejos Accionables:
Para conseguir más gente para adoptar tu producto, asegúrate de que puedan observarlo en acción.
Si nadie reconoce tu marca o tu producto, ¿cómo sabrán que deben comprarlo? Hacer que tu producto sea observable puede significar algo tan sencillo como permitir que otros lo vean en uso, por ejemplo haciendo demostraciones del producto, o permitiendo que los clientes potenciales tengan un periodo de prueba con el producto. Y si utilizas las redes sociales, como Facebook y Twitter, podrás mostrar el producto en uso a un público mucho mayor.