La pandemia y otros acontecimientos estresantes de los últimos años solo han hecho que las comunicaciones empáticas sean aún más deseables y necesarias, especialmente a medida que esas expresiones se han vuelto más virtuales, incluidos vídeos, publicaciones en redes sociales y correos electrónicos. Pero así como cada uno de nosotros tiene diferentes niveles de empatía, no todos los líderes son igual de empáticos. Entonces, ¿la falta de empatía natural es un obstáculo a la hora de expresar y beneficiarse de las comunicaciones empáticas? No. La buena noticia es que todos los líderes (incluso aquellos que no son empáticos por naturaleza) pueden comunicar mensajes de empatía con la misma fuerza que transmiten mensajes de unidad y responsabilidad. En tiempos difíciles, las comunicaciones de liderazgo más eficaces son aquellas que prestan atención, reconocen la angustia, demuestran cuidado y, no necesariamente al principio, sino eventualmente, toman las medidas adecuadas para mitigar la situación o al menos proporcionar comodidad. Este artículo ofrece cuatro puntos de contacto en los que centrarse en sus comunicaciones.