¿Sigue posponiendo el trabajo que tiene que hacer? El problema probablemente se deba a una de tres cosas: sus hábitos y sistemas (o la falta de ellos), su deseo de evitar las emociones negativas (como la ansiedad y el aburrimiento) o sus propios patrones de pensamiento erróneos (que pueden hacer que una tarea parezca más difícil de lo que es). Por suerte, hay estrategias sencillas para gestionar cada una de ellas.

Para desarrollar buenos hábitos, por ejemplo, haga su importante trabajo siguiendo un patrón coherente todos los días: Después de hacer esto, hago mi trabajo profundo. Diseñe un sistema para iniciar nuevas tareas (basándose en una que haya manejado bien) para que sea más fácil poner las cosas en marcha. Cuando una tarea le dé ansiedad, haga primero la parte más fácil y progrese a partir de ahí; motívese para hacer una tarea aburrida con una recompensa por completarla. Y si tiene un bloqueo cognitivo, piense en qué es lo que haría que una tarea fuera imposible y, a continuación, identifique lo opuesto.

Las obras novedosas suelen estar llenas de fricciones. Debe reconocer que la tensión no significa que no esté progresando. Y si un proyecto sigue resultando abrumador, acéptelo en pequeños períodos de tiempo, no en grandes.

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Most of us procrastinate. We feel guilty about it and criticize ourselves for it. And yet we still do it. Why? Because of at least three factors: the absence ofgood habits and systems (poor discipline), intolerance for particular emotions (like anxiety or boredom), and our own flawed thinking patterns.