Steve Jobs, Tim Cook y la prima de innovación de Apple
por Jeff Dyer, Hal Gregersen
Ahora que Steve Jobs abandona el puesto de CEO de Apple -y Tim Cook toma el relevo-, muchos se preguntan si Apple podrá mantener zumbando su motor de innovación. No es la primera vez, por supuesto, que Jobs deja el timón de Apple. La primera vez que se le mostró la puerta fue cuando John Scully y otros responsables de marketing dirigían el timón de Apple, un timón que rápidamente cayó en picado. Durante la ausencia de Jobs, de 1986 a 1998, la prima de innovación de Apple cayó del 37% a un 31% negativo, ya que la empresa dejó de innovar y sus inversores perdieron la confianza. Cuando Jobs regresó en 1998, reestructuró su equipo con altos directivos que poseían una rica mezcla de fuertes aptitudes para el descubrimiento y la entrega, y como resultado la empresa produjo un éxito tras otro, desde el iMac y iTunes hasta el iPad, el iPhone y el iPad. Tardó unos años en enderezar el rumbo, pero entre 2005 y 2010 la prima a la innovación de Apple se disparó hasta el 52%.
Con la inesperada salida de Jobs en 2011, la tarea clave de Cook es no sólo mantener el zumbido de Apple, sino ofrecer algo sorprendente. ¿Podrá hacerlo?
La historia sugiere que la tarea de Cook será difícil, pero no imposible. Cualquier empresa se enfrentaría a un maratón cuesta arriba tratando de mantener una racha como la reciente de Apple, por lo que no debería sorprendernos si la pista de innovación de Apple se ralentiza un clic o dos. Pero si Cook quiere mantener la capacidad de innovación de Apple, nuestro análisis de las empresas más innovadoras del mundo sugiere algunas cosas que Cook debería tener en cuenta:
- Mantener a Apple poblada de personas -incluidos altos directivos- que destaquen en las cinco habilidades de los innovadores disruptivos: cuestionar, observar, trabajar en red, experimentar y pensar asociativamente.
- Mantenga procesos que animen a los empleados a cuestionar el statu quo, a participar en observaciones en todo tipo de entornos, a crear redes a lo largo y ancho para obtener ideas y a experimentar con regularidad.
- Siga animando a todo el mundo en Apple a “pensar diferente” y recompense a quienes lo hagan.
Pero la cuestión clave es si Cook puede olfatear las oportunidades tecnológicas y de mercado y, al mismo tiempo, saber intuitivamente (o con la ayuda de otros) qué riesgos asumir. Jobs lo hizo cuando vio el ratón y la interfaz gráfica de usuario (GUI) en PARC. Lo hizo cuando vio la tecnología de animación por ordenador en la división Industrial Light & Magic de George Lucas, le compró la tecnología y los actores clave y la transformó en Pixar. Lo hizo con la serie de “iProductos” de Apple. Los agentes disruptivos como Jobs son simplemente mejores a la hora de “ver” las posibles innovaciones de la industria, en parte, porque aplican habilidades de cuestionamiento, observación, creación de redes, experimentación y, lo que es más importante, pensamiento asociativo para descubrir ideas que saltan a través de las industrias. La mayoría reconoce que Cook es excepcional en la ejecución, pero sabemos poco sobre si tiene el ADN del innovador para “ver qué es lo siguiente”, de la forma en que Jobs lo hacía sistemáticamente. El futuro innovador de Apple depende de estas habilidades críticas de liderazgo senior.
Tampoco está claro si Cook es capaz de atraer a innovadores. A los innovadores les gusta trabajar para otros innovadores, con gente que lo entienda. ¿Puede Cook hacer esto? Colegas cercanos y amigos dan fe de que puede. Pero la falta de datos públicos pone en duda su conclusión. El tiempo dirá si Cook y su equipo llegarán realmente a la vanguardia de la próxima innovación disruptiva.
La transición de Apple no carece de precedentes. Cuando el cofundador Akio Morita dirigía Sony en la década de 1980, la empresa zumbaba con una prima de innovación constante superior al 30%, la misma que la de Apple durante el mandato inicial de Jobs. Con la marcha de Morita -y la llegada de Apple- la prima de innovación de Sony cayó en picado hasta cero. Mantenerse en la cima de la innovación no es fácil, pero es posible. Antes de que A.G. Lafley tomara las riendas en 2001, Proctor & Gamble ofrecía una sólida prima de innovación -un 20% de media-, pero cuando Lafley tomó el timón la prima de P&G saltó al 35%.
Los CEO pueden tomar una buena empresa y mejorarla, pero es difícil tomar una gran empresa y mejorarla. Está claro que el reto de Cook es desalentador. Steve Jobs dijo una vez: “La innovación distingue entre un líder y un seguidor”. Pronto veremos si Cook es realmente un verdadero líder de la innovación, o si sólo fue un seguidor de Jobs.
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