Basado en investigaciones y experiencia, Goleman ha identificado seis estilos de liderazgo que los gerentes pueden adaptar, dependiendo de las situaciones y las necesidades de sus miembros del equipo. Presentó estos estilos por primera vez en su artículo de 2000 para AstraEd, «Liderazgo que Obtienen Resultados», y desde entonces han sido ampliamente reconocidos como un marco esencial para un liderazgo efectivo. Los seis estilos de liderazgo incluyen:
- Coercitivo, que exige obediencia inmediata.
- Autoritativo, que se centra en movilizar a las personas hacia una visión.
- Marcar el paso, que espera excelencia y autodirección.
- Afiliativo, que se enfoca en construir lazos emocionales.
- Democrático, que implica crear consenso.
- Coaching, que se enfoca en el desarrollo de las personas para el futuro.
A pesar de que el mundo ha cambiado en las últimas dos décadas, estos estilos de liderazgo siguen siendo relevantes. Dominarlos te ayudará a navegar la complejidad de diferentes situaciones, aumentar la moral e impulsar el crecimiento a largo plazo de tu equipo.
Aquí tienes una mirada más cercana a cada uno de los seis estilos de liderazgo y cuándo usarlos, actualizado para el panorama empresarial actual.
Los Seis Tipos de Estilos de Liderazgo
1. Coercitivo
De todos los estilos de liderazgo, el coercitivo es el menos efectivo en la mayoría de las situaciones. Este estilo se caracteriza por la toma de decisiones de arriba hacia abajo y una actitud autoritaria y exigente. Aunque este estilo puede generar resultados a corto plazo, tiene un impacto corrosivo a largo plazo en la cultura de la empresa, lo que lleva a una alta rotación de empleados y a un equipo desilusionado y desmotivado.
Cuándo usar el estilo de liderazgo coercitivo
Este estilo de liderazgo de mando y control puede funcionar en ciertas situaciones de crisis donde se necesita una acción rápida y decisiva y una cadena de mando clara, como en una toma de control corporativo o en una sala de emergencias. En la mayoría de los casos, sin embargo, este enfoque probablemente será perjudicial.
2. Autoritativo
El estilo de liderazgo autoritativo implica motivar a los miembros de tu equipo conectando su trabajo con una estrategia organizacional más amplia, ayudándoles a entender cómo sus tareas diarias contribuyen a un propósito mayor. Se trata de establecer directrices claras y confiar en que tus empleados trabajen hacia la visión compartida con autonomía y creatividad, lo que crea un alto compromiso de los empleados y una mayor satisfacción laboral.
Cuándo usar el estilo de liderazgo autoritativo
Este estilo de liderazgo es beneficioso en muchas situaciones y es especialmente útil durante tiempos de cambio o incertidumbre.
3. Marcar el Paso
Este estilo de liderazgo implica mantener altos estándares tanto para ti mismo como para los demás. Aunque es admirable esforzarse por la excelencia, este enfoque puede ser contraproducente si se enfoca en los fallos en lugar de en los éxitos. La constante presión por la productividad y los resultados también puede crear un ambiente de trabajo de alta presión.
Cuándo marcar el paso
Aunque este estilo debe usarse con poca frecuencia, puede funcionar en ciertas circunstancias donde tus empleados están altamente motivados y son extremadamente competentes.
4. Afiliativo
Este estilo de liderazgo implica construir fuertes lazos emocionales, crear un sentido de camaradería y espíritu de equipo, y fomentar un ambiente de trabajo positivo y de apoyo. Este enfoque orientado a las relaciones es especialmente valioso para dar forma a un ambiente laboral positivo, lo que es particularmente importante en un momento en que algunas empresas están llamando a los empleados de vuelta a la oficina.
Cuándo usar el estilo de liderazgo afiliativo
Este estilo fomenta las conexiones y crea una cultura empresarial positiva, pero no debe usarse aisladamente. Puede no proporcionar suficiente retroalimentación para abordar problemas de rendimiento o enfrentar desafíos complejos.
5. Democrático
El estilo de liderazgo democrático implica empoderar a tu equipo para que tenga voz en la toma de decisiones. Al tomarte el tiempo para recoger aportes, escuchar preocupaciones y perspectivas diversas, e incorporar retroalimentación, demuestras a tus miembros del equipo que sus opiniones importan, que sus voces son escuchadas y que sus contribuciones son valoradas.
Cuándo usar el estilo de liderazgo democrático
Este estilo es ideal cuando estás inseguro sobre el mejor curso de acción y quieres generar ideas. Sin embargo, no es una buena estrategia cuando los miembros de tu equipo carecen de experiencia o información, o en tiempos de crisis.
6. Coaching
El estilo de liderazgo de coaching se centra en el crecimiento individual y supone dedicar tiempo para entender los objetivos a largo plazo de tus miembros del equipo, tanto personales como profesionales. Al tomar un interés genuino en su desarrollo, ayudas a tus empleados a sentirse valorados y motivados.
Cuándo usar el estilo de liderazgo de coaching
Este estilo es especialmente útil durante las evaluaciones de rendimiento individuales, pero también puedes incorporarlo en las conversaciones diarias.
Cómo Adaptar Tu Estilo de Liderazgo a la Situación en la que Te Encuentras
La investigación sugiere que los líderes más efectivos adaptan su estilo a diferentes circunstancias, ya sea un cambio de escenario, un cambio en la dinámica organizacional, o un giro en el ciclo empresarial. Por eso, necesitas estar atento a tu entorno, entender tu impacto en los demás y ajustar tu enfoque en consecuencia.
Como escribe Goleman en su artículo de 2000, «Los líderes más efectivos cambian de estilo de liderazgo según sea necesario… No ajustan mecánicamente su estilo para ajustarse a una lista de situaciones — son mucho más fluidos. Son exquisitamente sensibles al impacto que están teniendo en otros y ajustan su estilo sin problemas para obtener los mejores resultados.»
La buena noticia es que la personalidad no es destino. Incluso si naturalmente eres introvertido o tiendes a ser impulsado por datos y análisis en lugar de emociones, aún puedes aprender a adaptar diferentes estilos de liderazgo para organizar, motivar y dirigir a tu equipo.
«El éxito de un líder depende de la productividad y eficacia de las personas que trabajan para él», dice Goleman. «Te estás haciendo un flaco favor si usas un estilo de liderazgo que es contraproducente para su desempeño.»